Entré en la habitación después de Félix, se sentó en la cama que ocupaba casi media habitación, solo había un sillón viejo y una mesilla con un televisor antiguo. Me acerqué a él, le empuje para tumbarlo y empecé a besarle, no dijo nada, me intentó quitar la camiseta y le cogí las manos por las muñecas para que no lo hiciera, empecé a besarle el cuello, una pierna mía estaba en su entrepierna dejando su pierna en la mía, le quité la camiseta, cuando un grito nos alertó. Salimos a ver que pasaba.
-¿Qué pasa?- le pregunté a Carla que estaba en el pasillo, agitándose el pelo como si tuviera algo.
- ¡Cucarachas! En la cama en el techo volando, las cabronas estaban en el baño han salido centenares- dijo casi gritando.
- Te tendrás que buscar otra habitación- dijo Félix desde la puerta de la habitación- a no ser que quieras llamar a un exterminador.
- No, perdí el número del exterminador- dijo sarcásticamente, se fijó que iba sin camiseta y no me dijo nada- ¿Otra habitación? La mayoría solo sirven para grabar programas donde limpian casas.
- No hay problema, te puedes quedar en nuestra habitación así estamos más seguros- dije y mire como Félix cambiaba de expresión.
- ¿En serio no os molestaré?- preguntó Carla mientras entraba a por sus cosas antes de que las cucarachas se adueñaran de su ropa.
- No, que va no te preocupes- dije algo decepcionado.
Ayudamos a Carla a recuperar sus cosas al parecer había una familia de ratas muertas que estaban siendo comidas por las cucarachas en el baño, eso explicaría el ejército de cucarachas que allí había. Una vez recuperadas las cosas de Carla las dejamos en la habitación me tumbé junto a Félix y Carla se sentó en el sillón que despidió una pequeña nube de polvo. Estaba todo en silencio y yo miraba al techo.
- ¿No os preguntáis de donde salen esas cosas?- preguntó Félix.
- Al principio no, creí que era un sueño, deseé creerlo, solo actué como lo hacía la gente en las películas que veía con mi hermano- dijo Carla mirando al techo también.
- Quizás salieran de algún laboratorio, algún chiflado genetista o un millonario psicópata- dije yo- no sabía que tenías un hermano- dije esperando saber más del hermano misterioso de Carla.
- Tenía, murió hace unos años, eramos mellizos. Tenía un cáncer, uno de páncreas horroroso detectado demasiado tarde- dijo Carla bastante triste- le gustaba ver pelis de miedo por que así veía que había gente en peor situación que la suya- Carla se secó las lagrimas que brotaban de sus ojos.
- Pues yo creo que la matrix se ha bugeado- Dijo convencido Félix.
Nos empezamos a reír y le pegué suavemente.
- No puedes hablar en serio- Le dije entre risas.
- Despierta ya Neo- dijo Carla partiéndose el culo.
- Obvio que no va en serio, pero me ha hecho gracia pensarlo-dijo.
- Yo creo que nos vendría bien que Keanu Reeves estuviese aquí- dije.
- Mejor sería Rambo- añadió Carla.
Estuvimos discutiendo un buen rato sobre quien nos ayudaría más, Félix llegó a la conclusión de que ninguno ya que eran ingleses y aunque sabíamos inglés, nos perderíamos en algunas situaciones sin saber que decir. Dormimos bastante bien.
Nos despertamos e íbamos a desayunar fuera de aquel antro, Carla salió la última.
- Echamos gasolina y quemamos este nido de enfermedades- dijo Carla en broma.
- Dilo que quieras pero yo he dormido genial- dije mientras mire a Félix con cara pícara.
- Ese sillón llevaba allí desde que el hombre fue a la luna y desde entonces solo me he sentado yo- Dijo Carla tocándose la espalda como si le doliese- Bueno ¿y a dónde vamos?
- ¿Qué tal a aquí?- Le di un folleto de un instituto privado que acababa de coger en la recepción- cerca del río, vallado, grandes instalaciones y paneles solares incluidos.
- No veo porque no- dijo Carla mirando el folleto.
Nos subimos al todo terreno y nos fuimos a aquel instituto, que creímos seguro. El viaje fue corto no hablamos de nada que recuerde. Llegamos, se veían algunas casas a unos cien metros del instituto, tenían ladrillos rojos preciosos no parecía ser antiguo, quizás tendría una década. Mientras cogíamos nuestras cosas salía alguien del instituto.
- Buenas, ¿queréis algo?- nos preguntó el hombre con una barba de varios días, no era muy alto y tenía algunas canas rondaría los 50.
- ¿Nos podrían acoger?- preguntó Carla mientras se acercaba a la puerta- yo era policía tengo una pistola- dijo mientras la enseñó- y mis amigos saben defenderse, somos útiles- sonó raro desde ¿cuando alguien deja de ser útil? Desde que los muertos andan.
- No sé, tendríamos que hablarlo- dijo el hombre mirando hacia el instituto donde dentro se podían ver algunas personas- ¿Decidme como habéis legado hasta aquí?
- Vimos un folleto en un motel de mala muerte-Le dije- Soy David, ella es Carla y él es Félix, y nos han negado muchas cosas antes de esto, no nos niegue un techo.
- Vale, voy a hablar con mis compañeros- dijo mientras se marchó adentro.
Pasaron varios minutos, hasta que todos salieron, eran 7, tres hombres y cuatro mujeres, de edades entre 30 y 50 años.
-Siento comunicaros- dijo el hombre que había salido antes, acercándose a la puerta- que vais a tener que vivir en un instituto.
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Diario Nº 02342
Ficção Adolescente¿Te imaginas escapar de casa, encontrarte con tu crush y que haya comenzado el apocalipsis zombi? David es un chico normal en bachillerato, hasta que se escapa de casa y ocurre un apocalipsis zombi. consigue sobrevivir, junto con un chico que acaba...