Capítulo 10: Sin etiquetas

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Los tres entraron en la habitación la niña se me acercó, cogí una taza de la estantería seguro que era una taza única y de coleccionista, pero yo la rompí en la cabeza de la niña, la cogí de los hombros y empece a darle cabezazos a su cabeza en la esquina del armario, mientras vi como Carla entraba y salvaba a Félix.

- Vaya... mejor no me peleo contigo porque eres un cabeza dura- me dijo mirándome tenía la cara llena de sesos y sangre.

- A mí me ha puesto algo...- dijo Félix algo rojo.

- Qué asco dios, dame agua, dame lejía mejor- Dije a Carla.

- ¿Te ha entrado algo en los ojos?- Preguntó Charly

- ¿Qué más te da?- dije echándome una botella de agua para limpiarme.

- En 28 días después una gota de sangre en el ojo te convierte en uno.

- Pues ok- le dije- 28 días después es una película, esto es la vida real.

- No quiero que te mueras - me dijo Félix agarrándome la mano.

- Ohh, eso es muy bo... - no pude acabar la frase, al ver que estaba algo empalmado- eres un cerdo.

- Yo que le hago cada uno tiene sus gustos- dijo

- Vaya gustos...- dije mientras bajaba la escaleras, ya que los otros las habían bajado antes. 

Salimos y en la camioneta había un montón de cosas, comida ropa, productos de limpieza...

- No habéis perdido el tiempo- dije al salir - un poco más y nos comen ahí dentro, habéis llegado justos.

- Bueno es que como estáis en una relación y tal pues... creímos que seria mejor no molestaros- dijo Carla

- ¿Quién ha dicho que estemos en una relación? - dijo Félix casi a la defensiva.

- Cualquiera te dice algo, ¿qué eres un antietiquetas?- le dije- Carla, ¿en serio crees que nos pondríamos a follar en mitad del apocalipsis?

- No, solo es que no hemos hablado en que estamos y tal- dijo Félix

- Supongo que tienes razón.

- Vamos que se nos hace tarde- dijo Oliver subiéndose al coche.

Llegamos y colocamos todas las cosas, comimos y nos pusimos a transformar el colegio en una casa.

[...]

Pasó una o dos semanas, nos habíamos encontrado con 6 supervivientes, habíamos empezado a cambiar todo aquello, estábamos metiendo literas en los dormitorios, paneles solares en el techo, algunas teles, todo traído de las casas vecinas.

- Tenemos nuevas misiones- dijo Carla entrando en la habitación.

- ¿Cuáles?- pregunté

- Hay que traer un frigorífico.

- ¿Y donde está el salseo?- dijo Félix levantándose de la cama.

- Necesitamos uno grande, que haga hielo y sea lo más eficiente posible, de momento no hemos encontrado ninguno en las casa así que hay que ir a la tienda- Dijo poniendo el mapa encima de la mesa del profesor que habíamos dejado a modo de escritorio.

Nos preparamos y nos pusimos en marcha, Charly nos acompañó, se podría decir que Félix y él empezaron a llevarse mejor. Llegamos y la tienda estaba cerrada con la persiana bajada.

- ¿Y ahora qué?- dije desde el asiento de atrás.

- Agarraos- Dijo mientras se puso enfrente de la tienda y aceleró hasta que los primeros electrodomésticos frenaron el coche, echó marcha atrás. 

- Tienda abierta- Dijo Charly.

- Ni que estuvieran de rebajas- Dije riéndome.

- Lo están, les destrozas la tienda y te regalan una nevera- Dijo Félix saliendo del coche.

- Dejad de quejaros- Dijo Carla bajando del coche y entrando en la tienda.

- ¿Oís eso?- Dijo Félix.

- Otra vez no por favor- dije.

- ¿Qué pasa?- Dijeron Charly y Carla.

- La ultima vez que oyó zombies, salieron tres de la habitación de al lado.

- No he dicho que sean zombies solo he oído algo.

- Bueno id con cuidado- dijo Carla.

Encontramos un buen frigorífico y lo cargamos como pudimos en la camioneta.

- Que tranquilidad, una avenida sin ruido de coches sin el pasar de la gente- Dijo Carla.

- Chssss, ¿lo oís?- Dijo Félix 

- Creo que empiezas a delirar aquí no hay nadie- Dijo Carla subida en la parte trasera de la camioneta- Eoooooooo.... - Gritó no muy alto.

- Eso tu grita sin mí...- Félix no termino la frase al ver como dos zombies rompían las ventanas del piso superior y caían encima de Carla.

- Dios mío, Carla- Dije mientras me subía para ayudarla.

Cogí a uno de los que se habían tirado estaba lleno de cristales si me tocaba probablemente me cortaría y quizás la mezcla de nuestras sangres me haría enfermar. Le pegué una patada, cogí el cuchillo y se lo clavé en la cabeza, miré a Carla y estaba llena de sangre de su oponente que yacía muerto a su lado.

- Lo sabía- Dijo Félix- Eres la diosa de la muerte, y yo su invocador.

- Pues a ver si invocas chocolate en vez de muertos- le dije- ¿Estás bien? 

- Sí, gracias- me dijo Carla- David, cuidado

Dijo al ver como salía otro zombie por la ventana, este no tenia cristales pero cayó encima mía e iba a morderme el cuello cuando Félix lo mató.

- Nadie que no sea yo muerde a mi novio- Dijo clavando el cuchillo en la nuca.

- Jaja, gracias- le dije mientras me ayudaba a levantarme.

- Vayámonos antes de que vuelen más muertos- Dijo Carla

Al día siguiente tuvimos otra misión, fuimos a la comisaria.

- Esto es fácil solo hay que entrar sin hacer ruido o las cien zombies que hay, despertarán.

Diario Nº 02342Donde viven las historias. Descúbrelo ahora