Capítulo 13: Uno de ellos.

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Cogí aire y empecé a correr como nunca había corrido, salté me enganché en la valla, un zombie me agarró el pie, le dí una patada mientras pasaba al otro lado, caí "controladamente"

- ¡Jódete perra, si quieres mañana pero hoy no!- le dije al zombie que estaba en la valla sacando sus brazos para cogerme. 

Félix me abrazó, me dió la mochila y el arco. Y le besé.

- ¿A dónde vamos?- Dijo Charly.

- Deberíamos alejarnos todo lo posible- dijo Carla. 

Andamos rápido hasta que nos alejamos varias calles. 

- ¿Qué hacemos?- Pregunté

- Cogeremos un coche y nos iremos, buscaremos otro sitio- Dijo Carla esperando la aprobación de todos. 

Y eso hicimos nos movimos hasta encontrar un coche, entramos los seis y nos fuimos buscando otro sitio, al atardecer de aquel día estábamos casi sin gasolina, perdidos y sin apenas comida o agua, vimos el humo de una hoguera.
- Podríamos ver quienes son, como son, nos podrían ayudar- dije.

- Podrían ser los que nos han atacado- dijo Martín. 

- Eso no lo sabemos, David tiene razón- dijo Carla.
Nos acercamos sin que nos vieran, eran unos 30, Carla salió apuntando al que parecía ser el jefe. 

- Es solo por protección propia- dijo- ¿Quiénes sois? 

-Somos buena gente, si eso te ayuda, no buscamos pelea, estamos de paso vamos hacia el norte- dijo el Jefe- Yo soy Jacobo, él es mi hermano Diego. 

Salimos de nuestro escondite y nos pusimos detrás de Carla, nos presentamos, ya era casi de noche. Habíamos mantenido una conversación con ellos y nos alejamos un poco para hablar.

- ¿Qué opináis?- Dije.

- Están preparados, parecen buena gente, y nos llevarán al norte- Dijo Úrsula.

- Y podrían matarnos- Dijo Félix, todos lo miramos mal- ¿Qué? Solo he dicho lo que todo pensamos.

- Dormiré con un ojo abierto, si pasa algo os avisaré- Dijo Carla

- ¿Entonces os quedáis?- Dijo Jacobo.

- Sí, os acompañaremos- Dijo Carla.

- Entonces, sentaros, y tomaros una cerveza con nosotros- Dijo mientras nos dieron una cerveza a todos.

- Al calor de algunas cervezas- empezó a cantar Diego- Esperando el día del juicio final.

- Si es verdad que es el fin de la humanidad- Siguió Jacobo- que nos pille borrachos de verdad- Terminaron cantando todos ellos, mientras nosotros mirábamos.

- ¿Por qué os dirigís al norte?- Preguntó Charly al cabo de un rato.

- Es más seguro, y está Reino Unido- Dijo Jacobo.

- ¿Reino Unido? ¿Qué tiene de interesante?- Dijo Carla.

- Es una isla, y tiene muchos islotes, fácil de proteger. Lo último que supe del ejército español, era que se dirigían hacia allí- Dijo un hombre, alto y fornido, acercándose a la hoguera.

- ¿Y por que ibas a saber del ejercito?- Preguntó Carla.

- Porque era soldado, vine de misión a Madrid pero vi que algo malo estaba pasando y me largué.

- ¿Qué misión?- Dijo Martín.

- Venimos de las canarias, a por alguien importante, acabábamos de frenar la infección allí, matando civiles y todo lo que se moviera sin autorización, tuve que matar a una niña delante de su padre, sin que se pudieran defender, esas cosas te cambian.

Nos metimos en el coche a dormir, mañana sería otro día mejor. Cuando nos despertamos nos pusimos en marcha, estuvimos varios días viajando, cazando, comiendo juntos, si pudiera volver los mataría a TODOS, antes de que...

Estaban muy bien preparados tenían comida, munición, armas, no les faltaba de nada.

Un día vimos un refugio desde la carretera, nos paramos.

- ¿Por qué nos paramos?- Dijo Carla acercándose a Jacobo y a otros que estaban allí mirando el refugio.

- ¿Ves ese refugio de ahí?- Dijo Jacobo, señalando el refugio.

- Claro.

- Lo vamos a atacar- Dijo con una sonrisa de loco.

Cuando oímos esto salimos del coche.

- ¿Fuisteis vosotros?¿Vosotros atacasteis nuestra escuela, nuestro hogar?- Dijo Martín.

- Erais débiles, los débiles deben estar muertos, lo dijo Darwin- Dijo uno con cara de loco.

- Estáis locos.

- Cuidado, ahora sois como nosotros pero podéis decidir morir- Dijo Jacobo.

- No moriremos- Dijo Carla.

Cogimos nuestras cosas, nos dejaron escapar, y nos dirigimos al refugio ayudaríamos a esas personas a luchar contra esos locos de los que una vez formamos parte.

- ¡Que comience la caza del zorro!- Dijo Jacobo gritando.

Corrimos hasta la puerta del refugio.
-¡Abrid porfavor, abrid la puerta! - dijimos.

-¿Por qué deberíamos? - dijo una voz desde dentro.

- Nos atacan gente con la que veníamos-dijo Carla.

- ¿Amigos vuestros os atacan? La puerta se queda cerrada- dijo la voz.

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Diario Nº 02342Donde viven las historias. Descúbrelo ahora