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Cuando Jinyoung despertó sintió una fuerte punzada en la sien, la cabeza le dolía horrores y podía apreciar el gusto amargo y pastoso en su boca gracias al alcohol ingerido en exceso la noche anterior. Intentó moverse pero fue en vano, ya que un peso extra se lo impidió. Entrecerró los ojos ajustando la visión a aquel lugar en el cual no recordaba haberse quedado dormido. La habitación algo desordenada difería mucho de la suya... ¡Demonios! ¿Dónde diablos estaba? 

Intentó hacer memoria a pesar del terrible malestar. Una serie de imágenes invadieron su cerebro: un club, unas copas de más, una linda chica restregándose en su entrepierna mientras bailaba y después estaba volviendo a su departamento en compañía de esa misma chica, pero entonces... ¿por qué no estaba ahora mismo en su departamento?

Miró sobre su pecho. Apoyada en él descansaba una cabeza con largos cabellos desordenados que cubrían el rostro que dormía. Tenía el cuerpo desnudo, al igual que el suyo, y dormía prácticamente sobre él. Aspiró profundo y exhaló aturdido... ¿Por qué recordaba haber entrado a su edificio si esta no era su casa? Corrió los largos cabellos marrones para descubrir la cara de aquella chica... por lo menos era linda.

Se movió con delicadeza para poder alejarse de ella sin despertarla. Se sentó en la cama y buscó su ropa con la mirada. Cuando al fin las vio, se levantó con escasa estabilidad, al parecer el alcohol todavía estaba haciendo efecto en su cuerpo, por lo que ponerse la ropa interior y los pantalones fue una tarea un poco difícil, pero finalmente pudo hacerlo. Tomó su camisa y sus zapatos en sus manos antes de salir de aquella habitación haciendo el menor ruido posible.

Salió por el pasillo hasta la sala. Miró aquel lugar y a diferencia de la habitación, todo estaba ordenado y limpio. Al asomarse a la ventana pudo comprobar que estaba en el mismo edificio donde vivía. Suspiró un tanto tranquilo ya que con aquel mareo y dolor de cabeza hubiera sido imposible conducir. Lo malo era que seguramente se volvería a cruzar en algún momento con la chica y la verdad es que Jinyoung no tenía ningún deseo de volver a hacerlo ya que, para él, solo había sido una aventura de una noche.

Aprovechando que la chica seguía durmiendo, se tomaría el atrevimiento de pasar por la cocina para tomar un vaso de agua fría y así poder quitar aquel sabor amargo de su boca por el alcohol. Sin embargo se quedó paralizado al encontrar algo que no esperaba... había otro habitante en aquel departamento.

La puerta de la nevera se encontraba abierta y tras ella había una persona. Hasta el momento solo podía ver sus pies descalzos sobre el radiante piso claro y algunos cabellos negros desordenados por encima de la puerta. Quiso salir de allí de inmediato, pero de pronto la figura se enderezó y cerró la puerta permitiendo que Jingyoung pueda ver mejor a la persona que se ocultaba detrás de ella. Un niño, si se podía decir así, lo estaba mirando sin sorpresa alguna mientras bebía leche directamente del envase.

Era alto, tenía el cabello negro y desordenado, y vestía un pijama demasiado infantil para su edad, ya que en realidad se trataba claramente de un adolescente. Ese niño lo miraba ahora haciendo un escaneo por su cuerpo medio desnudo.

- Bueno, he visto peores... por lo menos ahora ha mejorado su gusto- dijo con voz suave una vez que se bebió casi todo el contenido del envase terminando por relamerse los labios, cosa que hizo que el castaño apartara la vista nervioso.

- No sé de qué hablas- dijo Jinyoung , cuestionándose internamente el hecho del por qué le estaba contestando.

- Hablo de que por lo menos tú eres atractivo- otra vez la mirada de ese chico se dirigió a su cuerpo, poniéndolo otra vez nervioso. Luego lo vio caminar hasta la alacena para comenzar a buscar algo. - Aún estás borracho, ¿verdad?

- Solo algo dormido- Jinyoung se sentía inquieto y se le estaba haciendo difícil el no demostrarlo.

- Sí claro. ¿Así se le dice ahora?

¡Problemático! ##Jingyeom##Donde viven las historias. Descúbrelo ahora