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Una vez en el hospital, Jinyoung le dio espacio para que compartiera tiempo a solas con su madre.

El escritor hizo los trámites necesarios para seguir pagando el caro tratamiento. Allí le dijeron que la mujer sufría una rara enfermedad, tal como le contó Yugyeom; pero también le comentaron que aunque parecía estar en un coma profundo, había ocasiones en las que su cerebro parecía tener pequeñas reacciones.

- Mamá, hoy estoy cumpliendo años... - Yugyeom tomó la mano de su madre - me estoy convirtiendo en todo un hombre, ¿verdad? - sus dedos la acariciaban con cariño - ¿Sabes? Cuando termine el colegio, comenzaré la universidad y estudiaré medicina. Seré un buen doctor y cuidaré bien de ti. ¡Ah! También vine a decirte que no te preocupes por mí, puedes quedarte tranquila porque conocí a una persona que, mientras tú duermes, cuida bien de mi...

- Yugyeom... - el mayor ingresó a la habitación y le habló suavemente.

- Oh, Jinyoung...- se paró rápidamente de su lugar - ella es mi madre.

El mayor hizo una pequeña reverencia y se acercó un poco a la cama. Se mantuvo serio, observando los aparatos que rodeaban el cuerpo de la mujer y que señalaban sus signos vitales. Pero de inmediato esbozó una sonrisa al notar cómo el menor la miraba con cariño.

- Te pareces mucho a tu madre.

- ¿Tú crees? - dijo el pelinegro contento.

- Por supuesto.

El mayor no mentía, a pesar de estar en ese estado, la mujer irradiaba una belleza pura y natural. Yugyeom sin duda, había heredado la belleza de su madre. Se dio cuenta que estaba mirando demasiado al menor sumergido en aquel pensamiento, por eso carraspeó levemente y continuó hablando.

- Ya es un poco tarde y está comenzando a llover, creo que tenemos que irnos. 


La lluvia había comenzado a caer con fuerza, por lo que ambos decidieron esperar en el café junto al hospital hasta que se detuviera.

- Hoy me dijiste que me contarías tu historia pero no lo hiciste - recordó de repente el menor.

- ¿Mi historia?

- Sí. ¿Acaso eres hijo del presidente o qué?

El mayor no pudo evitar reír ante tal comentario.

- Del presidente no, pero digamos que mis padres eran personas con gran poder adquisitivo. Mi madre era hija de uno de los empresarios más importantes del país y mi padre hijo de otro, por lo que su fortuna creció cuando se casaron. Tengo entendido que su matrimonio fue arreglado por mis abuelos, pero con el tiempo realmente se enamoraron y llegaron a amarse mucho. Mi madre murió cuando yo era pequeño y mi padre siempre puso todo de su parte por volverme un hombre de negocios ya que era su único hijo. De hecho por eso fui a estudiar a Estados Unidos.

- Ahh... ¿Y de que se trata tu empresa?

- La empresa es una inversora con acciones en diferentes compañías. A veces se suelen comprar empresas que están a punto de quebrar y cuando las sacamos a flote se venden a un precio mucho más alto. Yo me hice cargo de ella cuando regresé a Corea porque mi padre estaba enfermo, pero después de que él murió, me di cuenta que estar encerrado en una oficina no era lo mío.

Por eso un día tomé los bocetos de mis escritos, los llevé a una editorial y así fue como se publicó mi primer libro. Tuvo tanto éxito que el departamento donde estoy ahora lo compré con ese dinero. Es lo primero que considero realmente mío porque lo conseguí con mi propio esfuerzo.

- Ya veo. Si es así, entonces ¿qué pasó con la empresa?

- Ahora mismo la está manejando una persona que tiene mi entera confianza.

¡Problemático! ##Jingyeom##Donde viven las historias. Descúbrelo ahora