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Desde ese día en que volvieron de Namyangju, Yugyeom no podía dormir tranquilo, pues un sueño lo invadía cada noche. Un sueño donde Jinyoung se alejaba de él cada vez más, dejándolo solo en un oscuro bosque.

La realidad era que, desde aquel día, el escritor parecía querer tomar distancia de él. Pero el menor seguía preguntándose por qué. ¿Qué había sucedido? Porque por más que hacía memoria no lograba recordar qué había hecho para que el mayor se enojara de esa manera. Ese día todo iba bien, Jinyoung había hecho todo para hacerlo feliz. Entonces, ¿por qué estaban ahora en esa situación tan extraña?

Se repitió a sí mismo que pronto todo volvería a estar como antes. Y que al ir hasta el departamento del mayor las cosas volverían a la normalidad. Pero...

- ¿Yugyeom? - Jinyoung lo miró desde adentro sin abrir del todo la puerta.

- Hola... - intentó entrar al departamento como siempre lo hacía, pero el mayor le impidió el paso logrando que Yugyeom lo mirara con confusión - ¿Qué?

- Lo siento, pero estoy a punto de hacer un viaje y estaba arreglando mis cosas, así que...

- ¿Te vas de viaje?

- Sí, debo presentar mi libro en algunas ciudades.

Hubo un silencio incómodo entre ambos, el pelinegro no sabía bien qué decir.

- ¿Volverás pronto?

- No sé.- respondió de forma seca.

Yugyeom se sentía igual a que si le hubieran echado un balde de agua fría. No se esperaba aquello. Lo que más deseaba en ese momento era estar con el mayor, hablar mientras cenaban juntos ,que le diera la oportunidad de arreglar el malentendido, o simplemente permanecer en silencio uno junto al otro. Deseaba su compañía, sobre todo después de todo lo que había pasado desde lo del club. Jinyoung era la única persona en el mundo que lo entendía y necesitaba estar bien con él. Pero ahora él se iba... Igual que en su sueño.

- Entonces que te vaya bien - fue lo único que dijo antes de girarse y volver sobre sus pasos hasta su departamento.

Jinyoung hizo lo mismo y terminó de tomar todo lo necesario para ponerlo en una maleta y salir. Ya lo había decidido. Era lo único que podía hacer. Por un tiempo se alejaría del menor, intentaría no verlo y haría su mejor esfuerzo para no pensar en él. Pensó que esa era la mejor manera en que podía superar el hecho de querer dejarse llevar por todas las sensaciones que Yugyeom le provocaba.





Al volver del colegio, entró a su departamento y tiró la mochila al piso pateándola con fuerza. Se sentía vacío. Habían pasado tres semanas desde que Jinyoung se había ido de viaje. Al principio trató de tomárselo con calma. Después de todo, el que el mayor fuera a presentar su libro a otras ciudades debía ser algo normal. Pero en el fondo Yugyeom sabía que algo estaba pasando. No era tonto. Sabía que Jinyoung había cambiado de actitud con él de la noche a la mañana y luego se había ido así sin más.

Lo peor era que había sido un mentiroso. Le había prometido que todo estaría bien y que se quedaría a su lado para apoyarlo. Sin embargo se había ido, dejándolo totalmente solo.

Estaba dolido y se sentía traicionado porque, después de muchos días de pensarlo, lo había entendido. Jinyoung no lo quería a su lado, tal vez porque no quería llenarse de problemas por culpa de un mocoso problemático como él.

- Yugyeom, tenemos que hablar - la voz de Tzuyu lo sacó de sus pensamientos.

- No tengo nada de qué hablar contigo - tomó del piso su mochila y siguió caminando hacia su habitación dispuesto a ignorarla.

¡Problemático! ##Jingyeom##Donde viven las historias. Descúbrelo ahora