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Después de conversarlo bien con el menor, Jinyoung decidió que lo mejor para ambos era mudarse a la mansión. Así podrían evitar toparse con Tzuyu ya que, si bien la chica se había ido al extranjero, podría regresar a su departamento cuantas veces quisiera mientras no lo vendiera.

Luego de la mudanza, Jinyoung empezó a tener un gran cambio de actitud hacia el menor. Desde que vivían en la mansión casi no se cruzaban, aunque realmente Yugyeom presentía que lo estaba evitando. A veces le pedía a Jinyoung pasar un rato juntos, solo los dos. No era un pedido con doble sentido como tal vez lo hubiera hecho antes, solo deseaba pasarla bien con él ya sea viendo juntos alguna película, comiendo algo o el simple hecho de conversar sobre lo que había pasado en el día, en el caso del menor cómo le iba en el colegio. Pero eso no ocurría porque Jinyoung siempre se negaba diciendo que tenía trabajo y que no tenía tiempo, así que sólo le hablaba por asuntos importantes o simplemente para regañarlo.

Yugyeom había estado pensando en que ese comportamiento tenía que ver con lo que pasó aquella noche en el concierto y lo terminó de entender cuando luego habló con Mark. La última vez que lo vio, Mark le habló seriamente al decirle que tenía que obedecer a Jinyoung y respetarlo. Le dijo que ya no era el pequeño vecino del cual el mayor se preocupaba, ahora Jinyoung tenía que cumplir con una responsabilidad legal y debido a que el menor había estado de acuerdo con ello tenía que verlo como lo que era: su tutor.

Aunque eso no le gustó del todo, tuvo que aceptarlo, ya que lo último que quería era que lo enviaran a un internado donde se sentiría solo y lejos de todo.

Pero, ¿acaso no era lo mismo que estaba sintiendo ahora?







La última clase terminó y Yugyeom tomó su mochila para salir e irse a casa. Pero antes de dirigirse a la puerta, una figura le impidió el paso. Cuando levantó la vista para ver de quién se trataba, exhaló con cansancio y molestia.

- ¿Qué quieres Bambam? - le preguntó frío. No tenía intenciones de pelear pero tampoco le agradaba la idea de dejar que lo molestara.

- Yugyeom, ¿puedo hablar contigo?

- No, porque la última vez que me pediste que habláramos llegaste con dos tipos que lo último que hicieron fue conversar.

Estaba dispuesto a irse pero Bambam lo retuvo de nuevo, esta vez tomándolo del brazo.

- Espera... Ya no quiero pelear contigo. Sé que es difícil que puedas confiar en mí pero esta vez lo digo en serio. Además sólo será un rato, lo prometo.

Bambam le sonrió y Yugyeom frunció el ceño. Sabía que no podía confiar en ese chico pero algo le decía que irse a conversar con su enemigo era mejor que estar en la mansión siendo ignorado por el mayor.

Yugyeom estaba realmente agradecido por todo lo que Jinyoung hacía por él: pagaba el tratamiento de su madre, lo salvó de la expulsión y también impidió que terminara en un internado. Sabía que no le iba a alcanzar la vida para pagarle por todo eso. Pero sinceramente cambiaría todo eso por volver a tener al Jinyoung de antes, cuando era su vecino. Extrañaba sus sonrisas, sus charlas, sus gestos cariñosos. Extrañaba aquella protección tan cálida que le daba y que ahora no sentía.

- Bien, vamos - respondió finalmente suspirando.





- ¿Aún no ha llamado? - Jinyoung miró su reloj de nuevo mientras le preguntaba a Chang, ya que hacía más de dos horas que Yugyeom había salido del colegio y todavía no regresaba a la mansión.

¡Problemático! ##Jingyeom##Donde viven las historias. Descúbrelo ahora