El tiempo había pasado y ya tenía un poco más de mes en casa. Molly y Arthur se esforzaban mucho para que me sintiera cómoda e incluso me sentía mal porque no dejaban que les ayudara en nada, a diferencia de todos los demás que siempre tenían tareas que estar realizando. No obstante, buscaba la forma de poner mi granito de arena ayudando un poco en sus cosas a Ginny e inclluso introduciéndome a la cocina para al menos ayudarle a Molly cortando las verduras.
–No tienes que hacerlo cariño–me repetía todos los días.
–Lo sé, pero quiero hacerlo–era mi respuesta inicial.
El sazón de Molly, era exquisito, siempre encontraba delicioso todo lo que cocinaba. Por otra parte, me sentía preocupada por Harry, ayer había sido su cumpleaños y le enviamos varias cosas pero no recibimos respuesta y tampoco de las otra veinte cartas que le había escrito durante todo el verano. Los Dudley son personas horribles y me preocupaba las condiciones en las que Harry pudiera estar...¡Ahhh! El dolor de cabeza había vuelto.
–¿No te ha gustado cielo?–Molly me sacó de mis pensamientos. No me había dado cuenta que todo este tiempo sólo había estado jugando con mi comida. Voltee a ver los platillos de los demás y la mayoría ya estaban vacíos así como sus asientos.
–Lo siento...es sólo que estoy preocupada por Harry–confesé–no ha contestado ninguna de mis cartas en todo este tiempo y tengo un mal presentimiento...es todo...se me ha quitado el hambre, tal vez al rato baje a comerlo...¿puedo retirarme?–me ponía nerviosa sentir su mirada
–Claro–Molly tenía una mirada preocupada pero todavía no sabía cómo cuestionarme o preguntarme las cosas completamente. Rápidamente subí a mi habitación pero me olvidé totalmente de que la compartía con Ginny...quería estar sola pero no es como si pudiera correrla de SU recamara, la intrusa era yo.
–¿Te encuentras bien? Estás un poco pálida–inmediatamente me miré en el espejo y era verdad...realmente me sentía cansada y me había estado doliendo la cabeza constantemente pero no le había hecho mucho caso.
–Sí–mentí–Sólo me duele un poco la cabeza pero no es nada, tomaré una siesta y seguro se me quita–creo que lo dije para convencerme más a mí misma que ella.
–Está bien, iré a ayudar a mamá con la cocina, no dudes en llamarme si necesitas algo
–Claro, gracias Ginny–inmediatamente salió, me recosté en la cama y simplemente dejé que el cansancio me diera unas cuantas horas de sueño.
[...]
Me encontraba en mi antigua casa, todo estaba lleno de polvo y la puerta del ático estaba abierta; quise entrar sólo para asegurarme que no hubiera nada de información que pudiera ayudarme pero alguien me tomó del brazo.
–¿Por qué no puedes respetar una sencilla regla
–Papá...
–¿Creíste que te librarías tan sencillamente de nosotros?–era mamá...–nosotros tenemos una misión con él y no le fallaremos...
–Cuídate Sarah, él pronto estará entre nosotros.
Desperté. Mi frente estaba cubierta de sudor..acaso eso había sido ¿una pesadilla? Una buena parte de mí quería creer eso pero mi parte racional estaba segura que había sido una clase de...¿mensaje? Me levanté un poco tambaleante y fue ahí que me di cuenta que ya había anochecido; el reloj lo confirmó cuando leía la hora: 3.25 am. No quería despertar a nadie así que fui muy cuidadosa con mis pasos. Tomé una hoja e inmediatamente le escribí una carta a Hermione contándole todo; estaba segura de que era la única que podría ayudarme. No esperé más y se la di a Errnol
–Por favor–me miró con un poco de odio pero salió hacia la ventana rápidamente. Cuando subí a la habitación, Ginny ya estaba despierta
–Perdona–dije–no quería despertarte, fui por un vaso de agua–mentí
–No te preocupes ¿ya no te duele la cabeza
–Oh no, para nada. Se me ha quitado
–Qué bueno, que descanses–dijo volviendo a la cama
–Igual–realmente no volví a conciliar el sueño...esperaba con ansias la respuesta de Hermione
A la mañana siguiente, me levanté a las seis junto con los señores Weasley ya que Arthur había cambiado su turno nocturno por uno vespertino el día de hoy. Mi excusa era que había dormido desde muy temprano y que por eso ya no tenía sueño pero realmente, aquella clase de "pesadilla" había despertado mi insomnio. Era muy extraño desayunar en una mesa tan solitaria para una familia numerosa: sólamente Molly, Arthur y yo.
–Ya me voy cielo–dijo Arthur, a mí todavía me faltaba la mitad de mi plato pues, además de comer muy lento, Molly me servía una enorme cantidad–adiós cariño–se acercó y me dejó un beso en la frente
–Adiós Arth–sentía que sonaba un poco más cariñoso que su nombre completo. Él me regaló una sonrisa.
–¿Puedo acompañarte al gallinero?-había uno muy cerca de la madriguera
–Claro cariño. Sólo ponte un abrigo, hace un poco de frío afuera–asentí. Tras unos minutos, nos pusimos en marcha; realmente estaba muy cerca. Jamás en mi vida había tenido la oportunidad de ver tantas gallinas juntas. Después de que Molly intentara enseñarme cómo recolectar los huevos, y digo intentara porque terminé rompiendo cuatro, volvimos a casa y, como aún era temprano, subí a tomar una ducha antes de que alguien más lo hiciera. Decidí vestirme muy sencilla con un palatsu de mezclilla y terminé trenzando mi cabello. Cuando bajé, Molly estaba terminando de preparar el desayuno para los demás, decidí sentarme con ellos y los acompañé con un vaso de leche y una rebanada de pan de mantequilla
–Niños, hoy deben de encargarse del césped
–Pero mamá...
–Sin peros Fred–
En cuanto todos se levantaron, estaba dispuesta a acompañarlos cuando Molly me llamó junto con Ginny.
–Cielo–se dirigió a mí– tú me has ayudado hoy en el gallinero, no tienes por qué ir. De hecho, tenía algo planeado para ti hoy y creo que nos vendría bien tu ayuda Ginny...síganme–así lo hicimos y terminamos subiendo al ático.
–Tu padre y yo pensamos que te gustaría tener un espacio para pintar...así que, si estás de acuerdo, podemos arreglar aquí para que esté en condiciones de tu uso
–Wow...yo...–realmente estaba muy feliz agradecida–sería increíble...
–Bueno, entonces manos a la obra–
Estuvimos una gran cantidad de tiempo limpiando y sacando algunas cajas innecesarias pero después de una cuantas horas, había quedado listo, sólo debíamos amueblarlo.
–Bueno, ya es algo tarde, será mejor que bajemos a comer. Arthur llegará pronto así que, después de la comida, podemos acomodar todo– así lo hicimos y cerca de las cinco, Arthur me ayudó a subir todo mi material de arte y acomodar mi caballete. Realmente el tiempo se pasó muy rápido porque, justo cuando terminamos, Molly ya nos estaba llamando para cenar. No tenía mucha hambre así que simplemente accedí a un bowl de cereal con leche.
Tras terminar, di las buenas noches y me dirigí a mi habitación. Me acosté en mi cama pero no me atrevía a cerrar los ojos; decidí que tarde o temprano tenía que dormir así que, sin pensarlo dos veces, cerré mis ojos rogando por no tener ninguna clase de sueño raro.
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La Heredera de Ravenclaw y La Cámara de los Secretos
FanfictionSegundo libro de la saga "La heredera de Ravenclaw" (disponible en mi perfil) (Si no has leído el primer libro te aconsejo que no leas más de esta sinopsis pues te harás un gran spoiler) Después de su primer loco año, Sarah se encuentra en un proces...