Capítulo 4

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—¡DÓNDE HABÍAN ESTADO NIÑOS!–aquel grito hizo que me despertara, aún seguía en la cama de Los Weasley, realmente aquel té me había hecho dormir profundamente–¡Las camas vacías! ¡Ni una nota!–aquellos gritos hicieron que me despertara, aún seguía en la cama de Los Weasley, realmente aquel té me había hecho dormir profundamente–El coche no estaba..., podrían haber tenido un accidente... Creía que me volvía loca, pero no les importa, ¿verdad?... Nunca, en toda mi vida... Ya verán cuando llegue a casa su padre, un disgusto como éste nunca me lo dieron Bill, ni Charlie, ni Percy...Pero no te culpo a ti Harry–espera...¿Harry? Rápidamente me levanté y me aseé lo más rápido que pude. – Se podrían haber matado o alguien los podría haber visto y hacer que su padre se quedara sin trabajo por su culpa...

–¡HARRY!–mi grito fue aún más fuerte–Me tenías preocupada rayito–ese ere mi apodo hacia él desde hace mucho tiempo pero casi nunca  lo decía frente a los demás.

–¿Qué te pasó en la muñeca?–me había olvidado del vendaje

–Oh, no es nada, sólo una torcedura pero estoy bien. 

–Ven Harry–interrumpió...mamá–vamos a almorzar, igual tu cielo–sabía que se refería a mí.

Como era de esperarse, el almuerzo había estado delicioso. 

–Mamá ¿has visto mi vestido?–preguntó Ginny bajando la escaleras pero en cuanto vio a Harry, no dudó en volver a subir. No pude evitar soltar una carcajada

–¿Qué hice?–preguntó Harry con inocencia

–Oh, no hiciste nada Harry. Es sólo que Ginny se la ha pasado hablando de ti todo el verano...digamos que es tu admiradora–reí

–Ten cielo–dijo mamá entregándome una carta–ha llegado para ti esta mañana–no dudé en tomarle y ¡era la respuesta de Hermione! Inmediatamente me levanté de la mesa y caminé hacia la sala para tener algo de privacidad

¡Sarah! perdón que te conteste hasta ahora pero había estado intentando recordar algo de los libros que he leído. Por lo que me dijiste, creo que tus padres lograron esa conexión por la pulsera así que lo primero que debes de hacer es deshacerte de ella, aún no estoy muy segura de cómo evitarlo por completo pero creo que, mientras te deshagas del objeto, será muy difícil para ellos contactarte. Prometo investigar un poco más acerca de ello cuando estemos en el colegio ¡No olvides mantenerme informada!

Con amor, Herms. 

Realmente apreciaba mucho lo que Hermione hacia por mí, estaba segura de que sin la pulsera no podrían contactarme así que por un lado, estaba tranquila. 

—Estoy que reviento —comentó Fred, bostezando y levantándose de la mesa—Creo que me iré a la cama y..

—De eso nada —interrumpió mamá—. Si te has pasado toda la noche por ahí, ha sido culpa tuya. Así que ahora vete a desgnomizar el jardín...

—Pero, mamá...–Ron y George soltaron una pequeña risa

—Y ustedes dos también —la sonrisa se borró de su rostro—. Tú sí puedes irte a la cama, cielo —le dijo a Harry

—Ayudaré a Ron, nunca he presenciado una desgnomización–me esperaba esa respuesta de Harry

—Eres muy amable, cielo, pero es un trabajo aburrido. Pero veamos lo que Lockhart dice sobre él 

—Mamá, ya sabemos desgnomizar un jardín–protestó George mientras ella tomaba uno de sus libros

—A mamá le gusta —dijo Fred, en voz baja 

—No digas tonterías, Fred —interrumpió—. Muy bien, si crees que sabes más que Lockhart, ponte ya a ello ¡No quiero ver ni uno solo cuando salga!–estaba por acompañar a los chicos cuando mamá me habló. 

–Cielo ¿cómo te sientes? ¿te encuentras mejor?

–Sí, mucho mejor, ya no me duela nada.

–Ven, déjame ver el vendaje–nos sentamos en la sala e inmediatamente me empezó a quitar la venda.

–Ya ha desaparecido por completo el moretón–comentó–¿Puedes moverla?–lo hice sin ningún problema–Perfecto, la pomada ha hecho un efecto maravilloso. No tarda en llegar tu padre así que, mientras los muchachos desgnominizan el jardín, ¿qué te parece si me ayudas con la comida?

–Me encantaría–después de un tiempo, Molly se había dado por vencida a que no le ayudara. Realmente había muchas cosas que hacia con magia, como lavar los trastos, pero algunas cosas pequeñas dejaba que yo las hiciera como era cortar la verdura y mezclar algunos ingredientes y condimentos. 

–¡Qué maravilla de noche!–comentó Arthur entrando–Hola cielo–me dio un beso en la frente

–Hola Arth

–¿Qué tal te encuentras?

–Muy bien, todo está bien–dije con una sonrisa

–Me alegro mucho. Hola caramelito–así le decía a mamá 

–¡Hola papá!–dijo Geroge y después de él no tardaron en aparecer Fred, Ron y Harry

–¿Encontraste algo papá?–preguntó Fred

–Sólo unas llaves y una tetera, nada tan alucinante Fred...no creerías las cosas que a los magos les han dado por hechizar. 

–¿Cómo autos?–papá tragó en seco

–¿Au...autos, cielo?

–Sí Arthur, imagínate que un mago se compra un auto viejo sólo para ver cómo funciona y termina hechizándolo

–Bueno cielo, creo que no he violado ninguna ley. No lo he usado para volar simplemente le he dado esa capacidad...

–Oh, de eso no te preocupes que tus hijos ya se han encargado de darse ese lujo ¡Han ido en ese auto en la madrugada y regresado con Harry!

–¿Harry? ¿Qué Harry?

–Soy Harry señor–dijo saliendo de atrás de Fred y George–Harry Potter

–¡Dios mío! Eres Harry Potter, un gusto en conocerte. Ron nos ha hablado mucho de ti

–¡Tus hijos han volado ese auto y  vuelto con Harry!–continuó Molly–¡Alguien pudo haberlos visto!

–¿Es verdad que hiciste eso?–Fred y George asintieron–¿Y qué tal corre?

–¡ARTHUR!

–Oh, eso ha estado muy mal chicos...muy mal...–no pude evitar soltar una carcajada. Mientras mamá seguía reprochándole a Arthur; Ron, Harry yo yo aprovechamos para irnos hacia el cuarto de Ron. Harry estaba maravillado con toda la casa y es que realmente era asombrosa. Por parte de Ginny, ella seguía escondiéndose de Harry; tendría que hablar con ella ya que aún quedaban muchas vacaciones y no podría seguir escondiéndose todo el tiempo.

–Sarah, cariño ¿puedes venir un momento?–era Arthur

–¡Ya bajo!–contesté desde el cuarto de Ron–ahora regreso chicos–ambos asintieron

–Ven cielo, siéntate–en cuanto lo hice comenzó a hablar

–Como te prometí, una horas más tarde del incidente le escribí una carta a Dumbledore y hoy ha ido al trabajo a darme esto–sacó una caja y me la extendió. Al abrirla, me encontré con una pulsera

–Está hechizada, te protegerá y evitará que puedan contactarte–inmediatamente me la puse, era realmente bonita: color azul y tenía un dije con mi nombre, estaba segura que eso era un detalle de Arthur

–Muchas gracias–comenté...sabía que ellos no esperaban que lo hiciera pero los abracé. Realmente querían hacerme sentir parte de la familia y lo apreciaba mucho

–No hay nada que agradecer cielo, ahora que estás con nosotros haremos hasta lo imposible para que no te vuelvan a hacer daño...

La Heredera de Ravenclaw y La Cámara de los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora