La Heredera de Ravenclaw y La Cámara de los Secretos

Capítulo 5. Callejón Knockturn

El tiempo realmente pasaba volando en la madriguera. Amaba todas los locuras que pasaban en este lugar pero lo mejor era vivirlas a lado de Harry. Al principio habían muchas cosas que eran extrañas para él pero poco a poco se fue acostumbrando. Estábamos tomando el desayuno cuando se escuchó el llegar de una lechuza

–Deber de ser Errol–dijo mamá. Estaba a punto de entrar cuando se equivocó de ventana; no pude evitar formar una mueca de dolor–Levántalo–le pidió mamá a Percy

–Son cartas de Hogwarts–mencionó Percy acercándose a la mesa

–Dumbledore sabe que estás aquí...nada se le pasa–exclamó papá sorprendido. 

Nos quedamos un momento en silencio mientras cada quién leía su carta.

Los estudiantes de segundo curso necesitarán:
—El libro reglamentario de hechizos (clase 2), Miranda Goshawk. —Recreo con la «banshee», Gilderoy Lockhart.
—Una vuelta con los espíritus malignos, Gilderoy Lockhart. —Vacaciones con las brujas, Gilderoy Lockhart.
—Recorridos con los trols, Gilderoy Lockhart.
—Viajes con los vampiros, Gilderoy Lockhart.
—Paseos con los hombres lobo, Gilderoy Lockhart.
—Un año con el Yeti, Gilderoy Lockhart.

¡Vaya! quien quiera que fuera el nuevo profesor de Artes Oscuras debía ser fan de Lockhart.

–Todos estos libros no resultarán baratos...–comentó George

Bueno–interrumpió mamá–ya nos apañaremos, estoy segura que mucha de tus cosas le servirán a Ginny cielo–dijo mirándome

-¡Mira! ¡Errol también ha traído la respuesta de Hermione!–exclamó Ron–le he escrito cuando íbamos a rescatarte–no necesité más para sentarme junto a Ron para leerla

Querido Ron, Sarah y Harry, si estás ahí:

Espero que todo saliera bien y que Harry esté estupendamente, y que no hayas tenido que saltarte las normas para sacarlo, Ron, porque eso traería problemas también a Harry. He estado muy preocupada y, si Harry está bien, te ruego que me escribas lo antes posible para contármelo, aunque quizá sería mejor que usaras otra lechuza, porque creo que ésta no aguantará un viaje más.

Por supuesto, estoy muy atareada con los deberes escolares («¿Cómo puede ser?», se preguntó Ron horrorizado. «¡Si estamos en vacaciones!»), el miércoles iré a Londres a comprar los nuevos libros. ¿Por qué no quedamos en el callejón Diagon?

Contadme qué ha pasado en cuanto podáis. Un beso de
Hermione

–Es una buena idea, podemos ir a comprar vuestro material también  ¿Qué harán hoy?

–Iremos a la colina–contestó George–¿Quieres ir Percy?

–No–contestó levantándose de la mesa–tengo muchas cosas que hace–no nos ido tiempo de decir más ya que inmediatamente desapareció a su cuarto

Después de que ayudara a mamá a recoger un poco la mesa, Fred, George, Harry, Ron y yo nos dirigimos a la colina. El plan era subirla hasta llegar al pequeño prado; ahí jugaríamos quidditch.  Pasamos gran parte del tiempo jugando y Harry yo turnábamos nuestras escobas con los demás; teníamos que ser muy cuidadosos con los alrededores por lo que utilizábamos manzanas para que no hubiera ningún problema mágico. Así pasábamos muchas de las tardes pero en ocasiones decidía quedarme con Ginny o subir al ático a pintar por lo que generalmente sólo jugaba con los chicos un para de veces. En cuanto llegó el día, mamá nos despertó temprano a todos para dirigirnos al callejón Diagon. Una hora más tarde mamá nos juntó a todos frente a la chimenea.