Capítulo 6

448 46 23
                                    

Hagrid estuvo interrogando a Harry acerca de su verano mientras caminábamos. Estaba por responder una pregunta de Hagrid cuando vi a Hermione en las escaleras de Gringotts

–¡Herms!–grité

–¡Sarah!–inmediatamente bajó corriendo y me abrazó–¿Estás bien?

–Sí, todo está bien, lo solucionamos–dije con una sonrisa

–Hola Hermione

–¡Harry! Hola Hagrid, qué gusto verlos–saludó con una sonrisa pero su expresión cambió al ver las gafas–Oh Harry ¿Qué les ha pasado a tus gafas?

–Pues...

–¡Oculus Reparo!–interrumpió Herms

–Creo que debo memorizar eso...–dijo observando el excelente estado de sus gafas 

–¿Vienen a Gringotts?

–Nos encantaría pero tenemos que encontrar a Los Weasley–contesté

—No tendrán que esperar mucho —dijo Hagrid con una sonrisa. En cuanto miramos alrededor, vimos cómo Los Weasley estaban corriendo hacia nosotros

—Harry, Sarah —exclamó papá jadeando—. Esperábamos que sólo se hubieran pasado una chimenea. Molly está desesperada..., ahora viene.

—¿Dónde han salido? —preguntó Ron.

—En el callejón Knockturn —respondió 

—¡Fenomenal! —exclamaron Fred y George a la vez.

—A nosotros nunca nos han dejado entrar —añadió Ron

—Y créeme–interrumpí–es mejor así...–mamá apareció tan sólo unos minutos después con Ginny de la mano

—¡Ay, Harry... Ay, cielo...–dijo viéndome– Podían haber salido en cualquier parte!–rápidamente sacó de su bolso un cepillo y empezó a quitarnos todo el hollín que se nos había pegado

–¿Estás bien?–me preguntó aún angustiada

–Tranquila estoy bien no nos ha pasado nada...mamá–era la primera vez que la llamaba así

–Oh cielo...–vi cómo sus ojos se llenaban de lágrimas y no tardó en atraparme en un fuerte abrazo.

—Bueno, tengo que irme —dijo Hagrid, mamá y papá no dejaban de agradecerle el que nos hubiera encontrado y sacado de ahí—. ¡Los veré en Hogwarts! —tan sólo tuvo que dar un par de zancadas para que lo perdiéramos de vista. 

–¿A que no adivinas a quien hemos visto?–dijo Harry para Ron y Herms mientras subíamos las escaleras de Gringotts

–A Malfoy y a su padre–continué

–¿Qué fue lo que compró?–

–No quería comprar– aclaré– quería vender

—Así que está preocupado —comentó  Arthur con satisfacción—¡Cómo me gustaría coger a Lucius Malfoy!

—Ten cuidado, Arthur —le dijo mamá– Esa familia es peligrosa, no vayas a dar un paso en falso–papá iba a continuar pero su atención se debió a los papás de Hermione. Se mostraba fascinado con su dinero muggle. Rápidamente nos condujimos a las cámaras; primero fuimos a la nuestra y luego acompañamos a Harry a la suya. Cuando salimos de Gringotts, todos empezaron a separarse. Necesitaba una túnica nueva así que mamá me llevó a una tienda para que compráramos una. La mía le quedaba perfecta a Ginny pero yo había crecido un par de centímetros. En cuanto encontramos la talla correcta,  mamá nos dijo que nos vería en una hora en Flourish y Blotts para comprarnos los libros de texto. Fue entonces que Harry, Ron, Hermione y yo nos pusimos a recorrer algunas calles y terminamos comprando un helado para pasar el tiempo. Después de una hora, nos encaminamos a Flourish y Blotts. En la entrada había un gran aglomeramiento y en cuanto vi el cartel todo se aclaró. 

GILDEROY LOCKHART firmará hoy ejemplares de su autobiografía EL ENCANTADORde 12.30 a 16.30 horas

—¡Podremos conocerlo en persona! —chilló Hermione—. ¡Es el que ha escrito casi todos los libros de la lista!–nos costó mucho trabajo pero, después de diez minutos por fin logramos entrar.

—¡Qué bien, ya están aquí! —dijo la señora Weasley. Tras algunos minutos, la multitud enloqueció en aplausos al ver salir a  Gilderoy Lockhart. No tardó en aparecer un fotógrafo para el diario profeta. Gilderoy estaba muy feliz posando hasta que vio a Harry

–No puede ser...Harry Potter–oh no...inmediatamente el fotógrafo lo jaló de su ropa y lo puso a un lado de Lockhart para tomar su fotografía estrella

–Damas y caballeros que extraordinario momento es este...–bla bla bla...no los aburriré narrando lo que dijo, sólo... egocentriaba.  La cara de Harry representaba una incomodidad total y fue mucho más notoria cuando Gilderoy le regaló su colección completa. Mamá no perdió la oportunidad y, en cuanto Harry se acercó, tomó todos sus libros para que se los autografiara. Estábamos a punto de salir de la tienda cuando Malfoy se nos puso enfrente. 

–Te fascina ¿no Potter? El famoso Harry Potter no puede entrar en una librería sin armar una escándalo

–No lo molestes–lo encarnó Ginny

—¡Vaya, Potter, tienes novia! —dijo Malfoy arrastrando las palabras. Ginny se puso roja y Ron y Herms no tardaron en acercarse. 

—¡Ah, eres tú! —dijo Ron irritado—. No seas celoso Malfoy

–¿Celos? ¡No seas ridículo! Supongo que tus padres pasarán hambre durante un mes para pagarte esos libros–estaba a punto de gritarle a Malfoy cuando llegó su padre

–No, no, no Draco, sé más gentil...Lucius Malfoy–dijo extendiendo su mano. A Harry no le quedó más que estrecharla–Tu cicatriz es leyenda–susurró jalando a Harry para observarla–como el mago que te la hizo–sentí un escalofrío

–Voldemort mató a mis padres–comentó–no es más que un asesino–por fin se separó de él

–Debes ser muy valiente para mencionarlo...o muy tonto

–Al menos él puede mencionarlo–susurré pero fue suficiente para ganarme su atención. Herms se dio cuenta de esto así que no dudó en hablar

–Temerle al nombre sólo agranda el temor al hombre...

–Tú debes de ser Hermione...padres muggles–dijo con desprecio

–Cabello rojo...libros de segunda mano–dijo tomando uno del caldero de Ginny–ustedes sin duda alguna son Weasley pero ¿Tú? sin duda tienes sus caracterizas pero tu percha dice más...

–Sarah Evans papá...–contestó Draco–sangre muggle, nada en especial...

–Muggle ¿eh?–empezaba a acercarse a mí cuando Arthur llegó

–Niños–me tomó de los hombros–apesta aquí...¿por qué no salen?

—Vaya, vaya..., ¡si es el mismísimo Arthur Weasley!

—Lucius —dijo papá en tono seco

—Mucho trabajo en el Ministerio...con todas esas redadas... Supongo que al menos te pagarán las horas extras, ¿no? Aunque...a juzgar por esto–dijo con el libro aún en sus manos es evidente que no ¿De qué sirve deshonrar el nombre de mago si ni siquiera te pagan bien por ello?

—Tenemos una idea muy diferente de qué es lo que deshonra el nombre de mago, Malfoy —contestó.

—Es evidente... estando con muggles—dijo – creía que ya no podías caer más bajo. Aquello realmente molestó a papá– Nos veremos luego Weasley – dijo con la intención de alejarse

– Señor Malfoy– interrumpí llamando su atención – Eso no le pertenece – dije – eso es de Ginny

– Oh claro, que descuidado soy – continuó mirando el libro. No esperé más y me acerqué a él con la intención de tomarlo pero cometí el error de tocar su mano. Fue entonces que todo se puso demasiado confuso; miles de imágenes pasaban por mi cabeza y no podía procesarlo. Escuchaba voces a lo lejos llamando mi nombre pero no pude regresar. Todo se puso negro.




La Heredera de Ravenclaw y La Cámara de los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora