Capítulo 15

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Desperté. Mi frente se encontraba llena de sudor, no estaba segura de lo que había pasado. En cuanto me levanté, tuve que apoyarme en el lavabo para no caer. Admiré mi alrededor y fue entonces que me di cuenta que estaba en los baños de Myrtle. El diario estaba tirado en una esquina; lo tomé. Ayer había descubierto muchas cosas que Ginny le había dicho. Literalmente, quien fuera Riddle, sabía todo acerca de mí. Me daba miedo separarme del diario pues, si alguien más lo encontraba y empezaba a usarlo, todos nuestros secretos saldrían a la luz. Un poco tambaleante, lo guardé dentro de mi túnica y salí de los baños ¿debería de ir a la enfermería? ¿qué diría? Hoy había partido de Quidditch, Harry jugaba así que lo mejor era ir ahí. Iba por la mitad del camino cuando me encontré a la Profesora McGonagall

–Oh señorita Evans, sí usted también debería de venir–no entendía absolutamente nada pero decidí seguirlos antes de decir cualquier otra cosa

—Esto les resultará un poco sorprendente —dijo la profesora McGonagall— Ha habido otro ataque... Un ataque doble–Sentí un escalofrío cuando ví que nos dirigíamos a la enfermería. En cuanto llegamos no podía creer lo que estaba viendo, era Penelope Clearwater, la perfecta de Ravenclaw y...oh no

—¡Hermione! —gritó Ron. Inmediatamente todos nos acercamos. Hermione yacía completamente inmóvil, con los ojos abiertos y vidriosos....estaba petrificada

—Las encontraron junto a la biblioteca —dijo la profesora McGonagall, algunas lágrimas empezaban a salir de mis ojos—Esto estaba en el suelo, junto a ellas...–dijo levantando un pequeño espejo redondo–¿significa algo para ustedes?

–No...–contestó Harry. Me acerqué un poco a Hermione, estaba por tocar su mano cuando Harry me detuvo; entendí que no era el momento adecuado. 

–Los dejaré en la la torre de Gryffindor y a ti te iré a dejar a tu sala común–dijo con seriedad. Así lo hizo y en cuanto entré a la sala, Mandy me abrazó

–Lo siento muchísimo, sé que Hermione es muy importante para ti–antes de que pudiera decir algo, el profesor Flitwick habló. 

–Por los recientes ataques, hay nuevas reglas de las que se deben informar: Todos los alumnos estarán de vuelta en sus respectivas salas comunes a las seis en punto de la tarde. Ningún alumno podrá dejar los dormitorios después de esa hora. Un profesor los acompañará siempre al aula. Ningún alumno podrá entrar en los servicios sin ir acompañado por un profesor. Se posponen todos los partidos y entrenamientos de quidditch. No habrá más actividades extraescolares–con esa última frase me miró...sabía lo que las clases de Arte significaban para mí—No necesito añadir que, si los ataque continuan, es probable que se cierre el colegio si no se captura al agresor. Así que, si alguno de ustedes sabe de alguien que pueda tener una pista, le ruego que lo diga.

–Hey Sarah...–habló Terry mientras el profesor Flitwick arreglaba algunos asuntos con otros grados–¿Te sientes bien? estás algo pálida–negué con la cabeza, antes de que pudiera decir algo más, perdí el control de mi cuerpo; no caí gracias a que Mandy y Terry me sujetaron

–¡Profesor Flitwick!–habló Terry, inmediatamente se acercó.

–¿Qué ocurre muchachos?

–Creo que Sarah debe de ir a la enfermería, está muy pálida y casi se desvanece–yo no podía hablar, no estaba segura de laque me estaba pasando

–Bien, Terry ayúdame a llevarla–así lo hizo, Terry no me soltó en ningún momento. En cuanto llegamos, Madam Pomfrey me dijo que me acostará en una cama. Me preguntó si había desayunado y realmente no pude contestarle...no estaba segura. Me dio algo de comer y posteriormente algo para dormir, sólo quería dormir y olvidarme de todo. 

La Heredera de Ravenclaw y La Cámara de los SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora