La Heredera de Ravenclaw y La Cámara de los Secretos

Capítulo 12

Realmente había tenido que organizar mis cosas muy rápido, había intentado guardar sólo lo necesario aunque habían dejado varios deberes por lo que el ochenta por ciento de mi baúl estaba compuesto por pergaminos y libros. 

–¿Ya estás lista?–me preguntó Mandy, realmente me había ayudado mucho la noche anterior

–Eso creo...‚¿qué harás esta Navidad?

–Iremos con la abuela, mamá quiere que nos quedemos allá estas vacaciones aunque yo preferiría quedarme en casa, papá siempre termina discutiendo con el abuelo–soltó una carcajada–¿nos vamos?

–Claro

Nos subimos en la carroza junto con Terry y subimos al tren, compramos algunos bocadillos y realmente estuvimos hablando todo el rato hasta que llegamos a la estación

–Feliz Navidad adelantada chicas

–Feliz Navidad también para ti Terry, los veo en unas semanas

–Hola cariño–saludó papá acercándose para coger mi baúl–¿que tal el viaje?

–Muy bien

–Me alegro

–Oh Sarah–mamá se acercó y me envolvió en un abrazo–¿estás bien cariño?

–Sí, no ha sido nada...lo prometo–agregué cuando vi que no estaban seguros

–Bueno, lo importante es que ya estás aquí–prosiguió Arthur–vamos a casa–dijo mientras pasaba su brazo por mis hombros

El camino fue realmente muy ameno y no se me hizo tan largo para llegar a la madriguera 

–Billy y Charlie vendrán para Navidad–comentó mamá cuando llegamos–están muy emocionados por conocerte–le regalé una sonrisa–he preparado tus galletas favoritas ¿Quieres un poco?

–Claro–pasamos a la cocina y estuvimos comiéndolas junto con un poco de leche. Después simplemente subí al ático y pasé el resto del día pintando hasta que llegó el momento de la cena; mamá preparó macarrones con queso. 

–Buenas noches cielo

–Buenas noches– dejé prendida la lámpara de la cómoda y leí un poco de uno de los libros de Herms, tan sólo 15 minutos después mis ojos comenzaron a cerrarse y decidí terminar el día 

[...]

La semana pasó realmente rápido y tanto Molly como Arthur dieron más de su cien por ciento para pasar tiempo conmigo; se interesaron en mis gustos y en aprender todo lo que debían saber de mí...realmente lo apreciaba mucho. Hoy era víspera de navidad y tanto Charlie como Billy llegarían en cualquier momento; sé que era tonto pero me encontraba nerviosa... ¿qué tal si no era tan buena como ellos creían? Decidí dejar de darle tantas vueltas al asunto y simplemente bajé a la cocina para ayudarle a Molly...había hecho muchas cosas de la comida con un hechizo pero todavía faltaba poner la mesa y acomodar algunas otras cosas. 

–Gracias cariño, realmente ya casi está todo listo– dijo Molly en cuanto terminé de acomodar los platos–.Sube a tu recámara y arréglate, yo me encargo de lo demás– así lo hice, decidí que vestiría un vestido rojo junto con unas zapatillas negras, intenté peinar un poco mi cabello y terminé realizando dos trenzados para unirlos en la parte de atrás para formar una clase de diadema. Antes de bajar me miré otra vez más en el espejo y solté un gran suspiro. Cuando me encontraba a algunos escalones de la planta baja pude visualizar a mamá abrazando a un pelirrojo y papá a otro

–Tú debes de ser Sarah–dijo el que tenía el cabello más largo– Soy William pero todos me dicen Bill...tengo que confesar que, de todos los bebés que vi crecer en esta casa, tú eras mi favorita, nadie hacía volar las cosas como tú– solté una carcajada

– Charlie Weasley por acá– dijo el otro pelirrojo– Bill está e lo correcto, eso sí, Ron lloraba diez veces más que tú...y lo sigue haciendo

–Charlie–Molly le dio un pequeño golpe en el brazo, papá tuvo que soportar la carcajada–Mejor pasemos a cenar– así lo hicimos y realmente era como un banquete, cualquier platillo que te pudieras imaginar estaba en la mesa. Molly no espero a que dijera nada, de un momento a otro ya tenía un plato gigante frente a mí...realmente esa era una gran diferencia entre Ron y yo. Él se hubiera devorado todo el platillo en cuestión de segundos mientras que yo...bueno yo hubiera quedado bien con una rebanada de sandwich navideño y algo de puré. 

–Así que ¿eres artista eh?–dijo Bill

–Sí...algo así

–Es muy buena–interrumpió mamá–sus cuadros son preciosos–no pude evitar sonrojarme

–Es tan buena que se la ha permitido tomar el curso de arte muggle –presumió papá

–Eso es genial–contestó Charlie–tal vez puedas pintarme un dragón

–Oh Char, tú y tu obsesión–dijo Bill

–Seguro–contesté–tal vez lo haga como proyecto final para los acrílicos– le devolví la sonrisa

–Bueno, es hora de abrir los regalos, vamos al árbol–dijo mamá mientras que papá empezaba a acomodar las cajas. 

–Bien, ésta es para ti cariño–dijo mamá, dentro había un hermoso suéter color azul–es hermoso–contesté inmediatamente–gracias–no esperé más para ponérmelo

–Hay otro regalo para ti cielo, venga ábrelo–me animó papá mientras me lo pasaba. Cuando lo abrí no pude creer lo había dentro, era un hermoso set de colores y pinturas...Dios debió de haber sido muy caro...

–Yo...no sé que decir...esto es...increíble–concluí–muchas gracias–los abracé 

–Nada que agradecer...te lo mereces Sarah– definitivamente era la mejor Navidad que había pasado en años.