Tanjirou Kamado, un ex estudiante dejado, ahora un agitado trabajador en una panadería con demasiadas responsabilidades, lleva una vida dura después de la muerte de sus padres intentando mantenerse a él y a su hermana menor, Nezuko, a flote. Tanjiro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov Tanjirou.
Justo al terminar de comer, Giyuu me hizo una de sus preguntas extrañas. De esas que me hacen pensar y me toma siempre unos segundos asimilarlas y responderlas.
"¿Existe algún lugar con el que sientas algo que no puedas describir?" él me preguntó.
Tardé algo de tiempo en responder y él se río de mí. Luego me explicó de qué iba la pregunta.
Me sonrojé pero, ya que comprendí, sin pensarlo mis labios respondieron solos.
"El mirador" dije.
"Bien" él respondió.
Y ahora nos encontramos sentados en una banca, frente al gran paisaje que se podía apreciar desde lo alto de el gran mirador de la ciudad.
Los árboles frondosos moviéndose con el viento, una noche estrellada, edificios lejanos iluminados por las luces y una inmensa luna tan redonda y hermosa encima de nosotros.
Mis ojos siempre quedan maravillados al ver el paisaje de este mirador y jamás sé qué sentir al respecto.
"Quisiera fundirme con el paisaje, quisiera no existir, es tan alto..." Son pensamientos que normalmente rondan mi mente cada que vengo aquí.
Pero justamente ahora, esos pensamientos simplemente son borrosos.
Los siento lejanos, tan ajenos a mí.
-Es muy hermoso -musita Giyuu a mi lado. Mis ojos abandonan la vista y se dirigen hacia él, quien con sus brillantes ojos observa cual niño pequeño las luces a lo lejos. Una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios. ¿Justo ahora qué estaba pensando? Ya lo olvidé.
-Sí -afirmo mirándole, admirando su perfecto perfil-. Es demasiado hermoso.
-Te gusta mucho ¿No es así? -cuestiona. Yo aún sigo viéndolo, como si él fuese el paisaje.
-Claro, me gusta mucho -mis ojos vagan por los cabellos de Giyuu, los cuales se pierden tenuemente con la oscura noche-. ¿Crees que esté mal? -¿Lo estará?
-Por supuesto que no. Puedo entender el porqué te gusta -responde sin siquiera notar mi mirada y yo pienso que quizá él no lo entienda de verdad-. Aunque quisiera saber tu punto de vista. ¿Qué es lo que tanto te gusta? -pregunta y me veo profundamente perdido en el rostro de Giyuu.
¿Qué es lo que tanto me gusta?
Qué difícil, es que no lo sé.
-No sé...Me hace pensar que pertenezco a un lugar, me hace olvidar mis problemas, me hace sentir a veces feliz, a veces confuso o a veces ni siquiera lo sé. Me gusta no saber qué es...Pero, aún sin saberlo, me gustaría fundirme con él -de pronto caigo en cuenta de que estoy describiendo completamente a Giyuu, pero, que en realidad siento lo mismo cada vez que veo el paisaje del mirador.
