Hey, Giyuu.✿｡*♡ | ¡Giyuutan!

Capítulo 20✿

Pov Tanjirou.

Camino sin muchas ganas hacia el refrigerador. Muevo lentamente por el suelo mis pies descalzos y finalmente abro la nevera en busca de algo para comer.

Mis ojos observan con simpleza un plato con unos trozos de pizza congelada de anoche. Los tomo y cierro el refrigerador.

Me muevo hacia el pequeño microondas que compré con mucho esfuerzo e introduzco el plato con la pizza.

Marco 3 minutos en el aparato y cierro la puerta, seguidamente la pizza comienza a girar lentamente y me quedo mirando aquel movimiento, totalmente ido.

Verdaderamente no sé qué horas serán, pero ya es por la tarde, aún sigo en pijama, estoy despertando y mis tripas rugen furiosas, doliendo por no haber cenado la noche anterior.

Aunque en realidad estuve muy cansado esta semana y dormir de más me hace sentir bien.

Además, hoy es mi día libre.

Sigo mirando totalmente distraído el plato de pizza dando vueltas, cuando de pronto siento una presión en mi espalda y unos brazos me envuelven.

Salgo enseguida de mis pensamientos y dirijo mi mirada hacia mi parte trasera.

Sonrío al observar una linda cabellera negra recargada en mi espalda.

—Nezuko ¿Por qué no me despertaste antes? ¿Ya comiste algo? —mi hermanita me suelta y me giro hacia ella una vez ya apartada de mí. Ella solo se mantiene mirándome, con un brillo singular en sus ojos, ansiosa— ¿Qué pasa? ¿Qué tanto me miras? —de pronto ella sonríe— ¿Qué? Oye, Nezuko ¿Estás bien? —y ahora comienza a reír— ¡Nezuko! Asustas a tu hermano ¿Qué te causa tanta risa? —Nezuko niega con la cabeza y me toma de la mano, haciendo que me siente en una silla, en la mesa. Le miro extraño y observo como desaparece rápidamente justo después de cruzar el portal de la cocina detrás de mí.

Parpadeo un par de veces y miro a mi alrededor.

¿Por qué Nezuko actúa tan raro? Aaaaah.

Escucho la puerta principal abrirse desde mi lugar y eso me confunde aún más.

Cuando estoy apunto de ir a ver de qué se trata, el microondas emite unos pitidos, informando que mis deliciosos trozos de pizza instantáneos están listos. Entonces decido mejor ir a sacarlos para poder devorarlos de una buena vez, ya que en serio muero de hambre.

De pronto, antes de que siquiera pueda levantarme y tomar camino hacia el microondas, unas manos cubren mis ojos y me alarmo.

Suelto un jadeo, sorprendido.

—N-Nezuko ¿Qué haces? —pregunto ansioso—. Deja de espantar a tu hermano así —comienzo a toquetear las manos que me invaden la vista, tratando de quitarlas—. Vamos Nezuko —pero mientras más las toco me voy dando cuenta que estas no son las manos de una chica, no son las manos delicadas de Nezuko— N-Nezuko —más bien son unas manos grandes, con unos dedos largos, unas manos firmes. Mi piel se eriza—. ¿Neeeezukooooo? —y entonces escucho pequeñas risitas a mi alrededor.