Pov Tanjirou.
Miro el horizonte, el sol se oculta lentamente tras esas nubes que ahora se ven tenuemente coloradas por los rayos del sol.
La brisa me revuelve el cabello, mis pendientes ondean.
Me siento sereno.
Me siento en paz.
Cierro los ojos por unos momentos e imagino que nada más existiera.
Sólo esta paz.
Abro nuevamente mis párpados y miro hacia abajo, recargado en el barandal.
Observo el bonito paisaje desde lo alto del mirador.
Intento alcanzarlo con mis manos.
Quisiera ser uno con este hermoso paisaje y...Dejar de existir.
Este es un lugar alto.
Un hermoso mirador.
Mi lugar favorito.
Cierro otra vez los ojos y me balanceo de atrás hacia adelante, vacilante, como si fuera a caer desde esta altura.
Y dejar de existir.
Y estar en paz.
Y... Quizá... No tener preocupaciones.
Siento que alguien toca mi hombro y abro mis ojos rápidamente, dirigiendo mi mirada hacia la persona que me llama.
Me topo con los bonitos ojos de Nezuko mirándome, con esa típica mirada que suele echarme a menudo, mientras sostiene un helado entre manos.
-Ah, Nezuko, me has asustado -río y me giro hacia ella, metiendo mis manos en los bolsillos de mi suéter-. ¿Has comprado tu helado? -Nezuko asiente y mira el helado por unos segundos, para después ofrecérmelo-. No, no Nezuko, es para ti, sé que te gustan, es todo tuyo -igual a mí...Me gustan-, estoy lleno, en serio -no he comido casi nada últimamente-. ¿Nos vamos?
Nezuko me mira espectante, para luego sonreír y asentir.
Caminamos en silencio, ahora un poco alejados del barandal de aquel mirador.
Observo el suelo, aún con mis manos en mis bolsillos.
No he visto a Giyuu en...¿2 semanas? Quizá, y a decir verdad, por algún motivo me estuvo afectando.
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Hey, Giyuu.✿。*♡ | ¡Giyuutan!
Hayran KurguTanjirou Kamado, un ex estudiante dejado, ahora un agitado trabajador en una panadería con demasiadas responsabilidades, lleva una vida dura después de la muerte de sus padres intentando mantenerse a él y a su hermana menor, Nezuko, a flote. Tanjiro...