Tanjirou Kamado, un ex estudiante dejado, ahora un agitado trabajador en una panadería con demasiadas responsabilidades, lleva una vida dura después de la muerte de sus padres intentando mantenerse a él y a su hermana menor, Nezuko, a flote. Tanjiro...
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Pov Tanjirou.
Miro determinadamente el gran edificio frente mío. Observo la entrada y las personas entrar y salir.
Justo en estos momentos no puedo sentirme más que apenado. Digo ¿Cómo no sentirlo? Estoy vistiendo demasiado...Y Giyuu está tan...
Miro al hombre de cabellos azabache a mi lado, quien se mantiene mirando el edificio al igual que yo. De pronto él me dirije la mirada inesperadamente y desvío mis ojos hacia el lado contrario.
—¿Te preocupa tanto estar vestido así? —cuestiona con su tan usual voz fría, pero con ese toque dulce que últimamente suele darle. Aunque verdaderamente suena como si se estuviese divirtiendo. Le dirijo la mirada nuevamente, mientras jugueteo con mis manos.
Su mirada se encuentra puesta en mí.
¡No puedo mirarlo! ¡No lo miraré!
Me regaño mentalmente y termino por observar mis dedos.
—No..No es eso pero...Bueno es sólo que -siendo sincero no me importa cómo luzco, jamás me ha importado. El cómo visto no cambiará quién soy, ni mi físico...Pero...—, bueno, yo... —siento algo sobre mis hombros y elevo mi mirada. Me topo con aquellos ojos de nuevo, así como las miles de demás veces estos meses- ¿Por qué me pones tu abrigo?
—Creías que en verdad te dejaría quedarte así, ¿cierto? —levanta una ceja y aparta sus manos de mí.
—¿C-cómo dices? —sin dejar expresarme, sin más Giyuu toma mi muñeca y comienza a caminar. Le sigo el paso y por fin entramos al interior del centro comercial— ¿Giyuu? —él camina determinadamente con la vista hacia el frente.
—Tenemos 40 minutos antes de que comience la función —explica algo balbuceadamente aún mirando al frente.
—¿F-función? ¿Qué...
—Así que iremos a comprarte algo lindo ¿Te parece? —concluye de explicar sin dejarme terminar. ¿Qué dijo justo ahora? ¿Comprarme...Algo lindo? ¿A mí?
Detengo mi caminar y Giyuu frena sus pasos también.
—¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Cómo podría qué cosa?
—Comprarme...Algo...No lo merezco, es decir...No lo valgo, además ¡No tengo dinero, no podría devolvértelo! —explico sin tomar mucho aire y me suelto de la mano de Giyuu- No podría aceptarlo, yo en serio que... —Comprarme...Algo lindo...
—¿Qué cosas dices, eh, Tanjirou?
—¿Uh? ¡Agh! —la palma de Giyuu toma lugar en mi cabeza y revuelve mis cabellos rápidamente— ¿Q-qué?
—No vuelvas a decir que no lo vales ¿Eres un poco lento no es así? —exclama y detiene el ataque a mi cabeza. Llevo mis manos hacia donde él tocó y cubro mis cabellos revueltos apenado, acto que seguidamente se ve interrumpido cuando Giyuu se pone a mi altura y decide acomodar mis mechones de cabello detrás de mis orejas—. Creo que vales más que cualquier ropa bonita.
