Ser la mayor de las D'amelio no es fácil, la vida de un famoso nunca lo es. Después de su difícil ruptura amorosa con su ex novio, ella no quiere saber nada más de amor... hasta que se vuelve a enamorar, y esta vez de la ¿persona correcta?
Empezada...
Me desperté un poco tarde. Supongo que el día de ayer de verdad fue cansado.
Eran las 12:00 de la tarde. Voltee y mi novio ya no estaba ahí. Por lo cual recordé que hoy iría a terminar el diseño de la merch.
Me paré y me di una ducha. Me puse algo cómodo y bonito.
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No tenía una idea en específico pero saldría por un café. Baje con mis llaves y mi cartera y salí.
Maneje hasta el Starbucks que estaba en una plaza de por ahí y ordene un café helado con vainilla y un bagel para desayunar.
Me entregaron mis cosas y me senté en un lugar cerca de la ventana.
En cuanto me senté siento que alguien toca mi hombro y voltee. Al saber quien era mi cara se tornó sorprendida. ¿que hacia el aquí?
¿Madison, Madison D'Amelio? - dijo sorprendido por lo cual yo me tiré a abrazarlo.
Jack Gilinsky pero como olvidarte. - dije sonriendo. En ese momento me fijé que traía su desayuno también. - ¿gustas sentarte?
Claro que si, cuanto tiempo madi. - dijo el dentándose conmigo.
Jack era un amigo de mi infancia, el y yo fuimos inseparables, hasta que el y su familia se tuvieron que mudar a Canada por cosas del trabajado de su padre.
Siempre teníamos contacto al principio pero, lo perdimos por cosas del destino.
Dios mío Jack, jamás pensé que te encontraría aquí. Debo hacerle una videollamada a mi madre para que te vea. - dije metiendo la mano a mi bolsa.
En ese momento me di cuanta que mi teléfono no estaba. Diablos lo había dejado cargando.
Igual y no creo que haya problemas. Dre está en una reunión muy importante y estará allá todo el día.
Bueno, creo que a alguien se le volvió su teléfono. - dijo Jack riéndose. - sigues siendo igual de despistada madi.
Lo cual hizo que los dos nos riéramos.
Ponme al corriente con tu vida. ¿Como es Canada? - pregunte emocionada.
Es hermoso. La gente en realidad es tan tranquila. Nada que ver con las personas de aquí. - dijo riendo.
Oye quiero que no perdamos la comunicación nunca más. Hablo en serio, sígueme en Instagram y agrega mi numero. Para tener contacto aún. - dije yo regañándolo.
Lo sé Madi. Solo que jamás supe cómo encontrarte, y cuando pregunte por ti a uno de los vecinos de ahí, te habías mudado de casa. - dijo el haciendo puchero y sacando su celular. - que mierda, ¿18 millones en Instagram?