Capítulo 12

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Ella no podía creer que era una carta con palabras que provenían desde el corazón de él aunque tenía sentimientos encontrados después de leerla varias veces. A pesar de eso, ella amó el regalo de su cumpleaños. Además esto no significó que ellos se dejaron de enamorarse cada día más. Desde el lado de ella, sólo su hermana sabía que Bulan gustaba de él y le decía lo mismo sin saber que era difícil recuperar a la vieja versión de Bulan. Una vez que te enamoras de una persona, ya no hay vuelta atrás.

Mientras tanto disfrutaban de su relación, Ezequiel emprendió un viaje con su familia y otra familia, que eran amigos, hacia Camet en la costa bonaerense a disfrutar de un fin de semana. Durante el viaje de ida, se acordó de que se había olvidado de avisarle a Bulan y tuvo que dejarlo cuando llegarán al destino. Sin embargo se encontró que no tenía señal en el celular. Así que tuvo que calmarse y disfrutar de esos días rodeado de la brisa del mar. Mientras tanto Bulan se empezaba a preocupar porque su querido no le contestaba los mensajes y ni siquiera estaba activo. Así que decidió escribirle un mensaje por Twitter:

"Eze, ¿estás bien? Okay...arréglalo...Estoy preocupada por vos, no estás activo en Whatsapp y esto es raro, ¿estás enfermo? ¿O tu celular tiene algún problema o estás ocupado o qué? Por favor mensajeame después de que lo leas...Sweety, espero que estés bien...Te amo <3"

Él estaba preocupado por cómo estaba ella y por toda la mala suerte que tuvo con el celular. Recién vio todo lo que mando cuando entraron a su casa. Ahí le mandó un mensaje que ponía fin a los nervios de ella. Claramente ella se enojó porque él no la había avisado, pero dentro de su corazón sentía una inmensa paz porque su amor estaba bien.

A pesar de sus futuros que ya sabían que no van a poder estar juntos para siempre, ellos simplemente lo ignoraban con más amor, más charlas, más fotos y más videollamadas. A pesar de todo esto, Ezequiel empezaba a encontrar las contras de un amor que se encuentra separado por la distancia en este último tiempo: era que no podía tener a ella entre sus brazos, no podía sentir su piel en el roce de las mano y así sentir que el mundo en su alrededor se paraba. Sólo se podía conformar con los audios de su hermosa voz y fotos, que no podía dejar de mirarlas cuando no hablaban, que recibía. Él le vivía diciendo que quería abrazarla y no soltarla nunca más. Como será que nunca ella se olvidó de esa frase que hasta incluso lo etiquetó en una publicación de Instragram en referencia a eso.

Se acercaba el fin del mes de mayo, para ellos significaba que se iba a cumplir un año desde la primera vez que se conocieron. Por eso no dejaron pasar la oportunidad para sorpresas. Bulan le escribió un tweet: "Feliz primer aniversario, gracias por ser parte de mi mundo :) bebé". Él le creó un gif con ese tweet dándole un abrazo a ella, él prefería que sólo ella pudiera disfrutar de lo que le había hecho y no que se enterara el mundo.

El deseo de conocerse en persona era un tema serio para los dos. Un día estaban en una de su videollamadas y salió este tema de conversación. Se empezaron a imaginar todos los posibles lugares donde había una remota posibilidad de conocerse. Lo primero que definieron fue que tenía que ser un país neutral, ni Argentina ni Indonesia. Un país donde los dos no pudieran tener ventajas, un lugar donde podían ser perfectos desconocidos. En ese momento de charla surgió la idea de realizar un viaje a un país que estuviera en la mitad de los dos países, entonces quedó Sudáfrica (no está científicamente comprobado que estuviera a la mitad de los dos países)...en algún momento del futuro de sus vidas.

El Hilo RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora