Capítulo 18

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Las personas estaban a presenciar uno de los cambios más inesperados del mundo. Un virus, denominado Coronavirus, empezó a expandirse desde Wuhan, China, hacia los diferentes rincones del mundo. Las personas empezaron a infectarse y los líderes de los países fueron tomando la decisión de cerrar los pasos fronterizos, los comercios, los puertos, los aeropuertos, los colegios y mandaron a la gente a realizar la cuarentena desde sus casas.

Todas estas decisiones se empezaron aplicar en Argentina en la última semana de Marzo. Atrás quedaban las juntadas con amigos o familiares, las salidas para practicar deportes, las salidas a cines y restaurantes. Ahora Ezequiel se preguntaba que iba hacer, como el resto de las personas. Por suerte fue encontrando actividades para hacer, como la lectura, seguir ejercitándose desde su casa, mirar películas y vídeos y disfrutar más tiempo con su familia. Además no dejaba de charlar con sus amigos.

La situación a nivel mundial iba empeorando, cada vez eran miles de personas que se infectaban y también las que se morían debido al virus. Sin embargo, Ezequiel y su familia seguían estando dentro de su casa, como lo había dictaminado el gobierno, y salía uno cuando tenían que salir a comprar comida o algún medicamento.

Los días pasaban y las actividades que realizaban la gente se convertían en las nuevas costumbres al no poder salir de sus casas. Las personas que nacieron en estas fechas tenían que celebrar sus cumpleaños con sus familiares más cercanos y con el resto a la distancia, Ezequiel no fue la decepción. Iba ser su primer cumpleaños en el cual volvía estar soltero y no iba a recibir ningún saludo de Bulan. Esto lo hacía sentir un poco mal a él al saber todo esto. Sin embargo, su familia supo como levantarle su ánimo al prepararle una sorpresa para su día. Al momento de soplar las velas de la torta, todos sus amigos y familiares se unieron a través de videollamadas y le cantaron el feliz cumpleaños. Ese cumpleaños fue especial por el resto de su vida.

Mientras tanto en el mundo, iban apareciendo nuevos desastres naturales, entre ellos la erupción del volcán Krakatoa en Indonesia. Al enterarse de esta noticia, Ezequiel se preocupó por Dhita y le escribió un mensaje. Por suerte, ella y su familia se encontraban bien y también vivían lejos de ese volcán. Entonces seguían hablando de cómo sus vidas habían cambiado y como era la situación en sus respectivos países, y de otros temas.

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