Carta número veinte.

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Querido, Caleb.

El clima no ha cambiado ni un poco y la lluvia no ha cesado. Es verano, ¿por qué llueve en verano?

Como sea, por eso es que no habías recibido ninguna carta mía.

¿Creíste que te librarías de mi?

Discúlpame por eso. Tengo más de mil cosas que decirte.

Una de mil: Empapado te miras sumamente perfecto.

Oh, así es. Te he visto aquel día mientras te mojabas en la lluvia.

Escuche a tu madre decir que le recordaba a cuando eras pequeño.

Tu formaste una mueca en tu rostro, caminaste hacia la puerta de tu casa, la abriste y entraste.

Por ultimo diste un portazo.

Tu madre miro al cielo y sus ojos comenzaron a aguarse. Lo note por que vi sus ojos ponerse rojos. Sin embargo sus lágrimas se disimulaban con las gotas de lluvia.

Letters To CalebDonde viven las historias. Descúbrelo ahora