Querido, Caleb.
No.
No.
No.
Mi mente sólo dice "No."
La vida no pude ser tan injusta.
¿Por qué al menos no me dijiste que sabías que era yo?
¿Por qué me permitiste seguir enviándote cartas?
¿Por qué no enviabas tus respuestas?
Tantas y tantas veces que pase por un lado tuyo, tantas veces que hablamos y nunca te diste la oportunidad de decirme "Te descubrí desde un principio."
Dios, me revienta la cabeza, tengo tantas preguntas que necesito que respondas, y ahora lloro porque se que no podrás hacerlo.
Gabrielle.