22 de Octubre de 2017

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Song: Yellow Submarine

~x~

Era un linda mañana de domingo, estaba soleado pero hacía frío, Hannah se levantó tarde de su cama como cualquier persona en su sano juicio lo haría, se preparó su gran desayuno —que consistía en un plato de cereal y leche— y se echó en su sofá a ver cualquier cosa en Netflix.

La cama de John se sintió más cómoda que todos los demás días, el castaño se movió de un lado a otro para encontrar la posición perfecta para seguir durmiendo múltiples veces, se levantó directamente al baño y se vio a sí mismo al rostro, con su barba ya crecida y sus ojos cansados.

La mujer tenía su día completamente planeado, un par de pelis que su padre le había recomendado, comida chatarra y una pijamada holgada eran las cosas que mantendrían a Hannah ocupada aquel domingo, o bueno, al menos hasta que escuchara tres toques en su puerta, los cuales pertenecían a sus tres respectivos hermanos.

—Bueeeenas.. Ya llegamos.— Victoria asomó su cabeza cuando Hannah abrió la puerta.

—No se lo tomen por ofensa.. Pero, ¿qué hacen en mi casa?— Hannah levantó la ceja.

—Venimos a torturarte, ¿quieres empezar con tus dientes?— Oliver sacó una tijera de su bolso  y la acercó al rostro de su hermana mayor.

—No seas tonto.— Elliot golpeó suavemente la parte trasera de la cabeza de Oliver. —Vinimos para que nos cuentes todo sobre John.—

—Wow.. ¿En serio no tienen nada mejor que hacer? Digo, dos de ustedes están casados y uno tiene novio.. Molestar a su hermana soltera no es algo que está en esa lista de todos los días..— Hannah miró a sus hermanos con fastidio.

—¿Black Mirror, Hannah? ¿¿En serio??— Preguntó Victoria, quien ya había entrado al hogar de Hannah.

—Sí, en serio, y eso era lo que planeaba hacer hoy, pero en vista que a los fastidiosos les provocó venir ya no puedo.— La mujer cerró la puerta cuando sus dos hermanos varones pasaron.

—Bueno, mala suerte.. Ahora iré a vaciar tu despensa, siempre has tenido ese cereal que me gusta.— Oliver corrió directamente a la cocina de Hannah.

—¿Me dejas usar tu laptop? Tengo trabajo y Emma tiene ocupada la mía.— Dijo Elliot aunque ya estaba sentado con la laptop de Hannah frente a él.

~Eres un vampiro, Edward..~ Sonó una voz en la espalda de Hannah, era el televisor, Victoria se había sentado en su sofá a ver Crepúsculo por quincuagésima vez.

—Los odio tanto a los tres..— Hannah fue a su habitación a cambiarse.

En cuanto a John, disfrutaba de su soledad con un lienzo, pinturas, su ventana abierta y el disco Revólver por supuesto, después de la cita con Hannah se le ocurrió una idea magnífica para un cuadro, pero para eso necesitaba un día soleado y muchas tonalidades grises y blancas junto con una que otra azul. El castaño se encontraba bailando al ritmo de Yellow Submarine mientras que pintaba alegremente el cuadro, hasta que el sonido de una campana aguda lo sacó de su paz interior.

—¡Ya voy!— Dijo John antes de cubrir la pintura sin terminar e ir a abrir la puerta.

—Bueeenas tardes, don enamorado..— Elizabeth sonrió con su dentadura perfecta.

—Ah mamá.. Veo que viniste de sorpresa..— El castaño solo suspiró sonriente.

—Y no vine sola, tú padre y tú hermano vinieron a pasar la tarde con nosotros.— Toda la pequeña familia de John entró a su apartamento.

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