29/9/2017 I

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Song: And I love Her — The Beatles.

~×~

Había llegado el día, John dormía placidamente pero su mismo cuerpo lo despertó un minuto antes de que sonara su alarma, puedo decir que gritó internamente por unos 30 segundos y luego se levantó con fastidio ya que hacía un día hermoso para dormir hasta quien sabe que hora pero la cama no sería su destino ese día, ni de cerca. John no se levantó directamente al baño como lo hacía todas las mañanas, sino que caminó hasta la sala y se detuvo en frente de su gran ventana, para aspirar con fuerza el ire de las primeras horas del día, pues sintió que necesitaba un poco de energía. Los siguientes 40 minutos se basaron en su aseo personal y su desayuno, luego estuvo buscando el traje que iba a ponerse para tenerlo listo en el momento que iba a usarlo, allí recibió una llamada de Gabriel a su teléfono fijo claramente.

—Buenos días, ¿habla John Evans?— Preguntó Gabriel a modo de broma con una voz alegre.

—No, habla John Lennon..— Respondió John sarcásticamente.

—Pfff, como sea, ¿te animas a ayudarme?— Gabriel soltó varias risas tras la línea.

—¿Te cuesta mucho ponerte la ropa interior solo?— John sonrió de lado.

—Si no estuviera tan feliz hoy probablemente hubiera dicho algo hiriente también.— Era impresionante para John como podía sentir a su hermano sonriendo sin ni siquiera verlo.

—¿Por qué tanta alegría?— El timbre de la casa sonó y John fue a abrir la puerta.

—¡¡Voy a casarme con el amor de mi vida!! ¿Sabes cuántas personas quisieran eso?— Gabriel estaba justo en la puerta del apartamento de su hermano.

—Creo que me mudaré pronto.— Msculló John ligeramente fastidiado. —¿Para qué necesitas mi ayuda?— El castaño dejó pasar al pelinegro.

—Un regalo.— Gabriel sonrió con inocencia.

—Oh no Gabriel.. ¿No me vas a pedir un retrato de Victoria, o si?—

—Johnny..~— Canturreó Gabriel con la misma sonrisa inocente.

—Ugh..— Bufó John. —¿Tienes una foto?—

Es una gran suerte que John tuviera algunos de sus implementos de pintura en casa, o de lo contrario él y Gabriel hubieran corrido hasta el estudio. En un abrir y cerrar de ojos la mañana se les deslizó entre los dedos, el ojiazul pintó el cuadro de mala gana mientras que su hermano describía detalladamente a Victoria, yo me pondría de parte de Gabriel aquí, me refiero a que si tienes un hermano que sabe pintar no debes desaprovecharlo nunca. Cuando llegó la hora cercana a la boda Gabriel se despidió de John para irse con el cuadro; para el castaño no fue muy difícil arreglarse y no le tomó gran cantidad de tiempo, solamente tomó una segunda ducha, se puso su traje, peinó su cabello y por supuesto se afeitó la barba, posterior a eso solo tuvo que esperar a la llegada el auto de su padre pues iría a la boda junto a sus padres y para su suerte no se tardaron mucho en llegar.

—Te ves muy guapo hijo.— Elizabeth jaló la mejilla de su hijo cuando este se montó en el auto.

—Mamá, tu igual te ves hermosa.— El castaño sonrió a la par que acariciaba su mejilla. —¿Pero por qué tienes un nenúfar en la cabeza?— 

—Es por la temática de la boda, yo soy la princesa y tu padre es.. El sapo.— John no tuvo de otra que explotar en risas de solo imaginarse a su padre como un anfibio.

—Heh.. Pero.. ¿la boda tenía una temática?— El castaño preguntó entre la preocupación y la risa.

—Claro, la temática eran los cuentos de hadas.. Por cierto, ¿cuál es el tuyo?— Elizabeth observó la falta de algún accesorio en John y se dio cuenta al instante. —Gabriel no te dijo, ¿cierto?— La rubia sobó el puente de su nariz.

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