Capítulo 11

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JungKook abrió lentamente los ojos al sentir unos pequeños mechones de cabello haciéndole cosquillas en el rostro. La cabeza de Sunhee estaba sobre su pecho y ella entre sus brazos, aún dormida.

Él sólo la observaba, admirando todo su cuerpo desnudo y viendo cómo su pecho subía con cada respiración.

La noche anterior había sido increíble e inolvidable para los dos. Hicieron el amor en la alberca, cobijados por el manto de la noche y con la luna y las estrellas observándolos.

((¿Cuándo vas a dejar ese miedo? Yo sé que me amas, pequeña. Lo siento cuando hacemos el amor. Te siento tan mía. Eres mía, Sunhee.)) Jungkook besó su cabello, al mismo tiempo que tomaba una de sus manos entre las suyas.
((No quiero dejarte nunca. ¿Hasta cuándo vamos a tener que escondernos? ¡Quisiera gritarle al mundo todo esto que siento por ti!)) JungKook besó tiernamente sus dedos, uno por uno, pero Sunhee se despertó lentamente ante el contacto.

—Buenos días. —La saludó Jungkook, rozando sus labios en el dorso de la mano de Sunhee.
—¿Qué hora es?
—No importa la hora, pequeña. —Levantó un poco su cuerpo para que sus rostros quedaran de frente.
—Tengo frío. —Sunhee se estremeció ligeramente.
JungKook abrazó su cuerpo, pegándolo lo más que pudo hacia él.
—¿Así estás mejor?

Sunhee le sonrió tiernamente y se acercó a sus labios para darle un pequeño beso.
((Cuando estoy contigo siento tantas cosas... ¿Será acaso que...?)) Pensó Sunhee.

—Jungkook, creo que debo irme.
—No. —La abrazó aún más fuerte.
—¿Cómo que no? —Rió ligeramente. —Si mi mamá se da cuenta que no estoy en mi cuarto saldrá a buscarme.

Él la miró a los ojos.

—Y ¿por qué mentir? Yo sé que tú eres así de loca y que te encantan este tipo de situaciones, riesgosas. —Acarió su rostro, provocando que Sunhee cerrara sus ojos ante el tacto. —¿A qué le temes?

Ella abrió los ojos de golpe, cambiando su mirada hacia otro punto.

—A... nada. En realidad... —Se atropellaban sus palabras. —...a ti.

JungKook detuvo su caricia.

—Sunhee, mírame. —Tomó su barbilla y la movió hacia él, obligándola a mirarlo. —Yo jamás te haría daño. Sabes que yo te amo. Te amo Jungkook.
—Jungkook ... —Intentó levantarse, pero Jungkook no lo permitió, agarrándola más fuerte aún.
—Dime lo que sientes. Dime lo que sientes cuando estás en mis brazos. Dime lo que sientes cuando te hago el amor... cuando te beso... —Le dio pequeños besos en el rostro. —Dímelo... dímelo Sunhee. —Susurró besando su cuello. Sunhee cerró los ojos de nuevo, disfrutando de cada beso.

Su corazón latía a mil por hora, haciendo que su alma se estremeciera.

—¡Jungkook! —Gritó John al otro lado de la puerta, haciendo que los dos se sobresaltaran. —¿Sabes algo de Sunhee? No está en su habitación.
—¿Y ahora qué hacemos? —Preguntó Jungkook por lo bajo.
—Dile que estoy contigo. —Sunhee sonrió maliciosamente.
—¡Sunhee, esto no es broma, la puerta no tiene seguro!
—De acuerdo, de acuerdo, Kookie. —Se levantó, caminando en dirección al baño.
JungKook miró de arriba a abajo su cuerpo desnudo; la sangre se le empezó a acumular en el miembro. Pero sus pensamientos y deseos fueron interrumpidos por la voz de su padre.
—¿Jungkook? ¿Sigues ahí?
—Eh... sí, perdón, estaba durmiendo.
—¿Puedo pasar?
—Sí. —Contestó nerviosamente.
John abrió la puerta lentamente.
((¡Mier*da! ¡Estoy desnudo!)) Miró hacia el piso, en donde estaba toda la ropa de Sunhee. ((¡Carajo! ¡Me lleva la...!)) JungKook corrió agarrando la ropa a su paso, y cerró la puerta del baño con rapidez.
—¿Jungkook?
—Estoy en el baño. ¡Lo siento, estaba a punto de bañarme!
—¿No que estabas durmiendo?
—Sí, bueno, no. En realidad yo... estaba a punto de...
—Jungkook, ¿estuviste bebiendo? No estás siendo muy claro, hijo.
—Papá... —Asomó un poco su cabeza por la puerta. —Estoy bien. ¿Qué necesitas?
John lo miró por unos segundos, extrañado.
—Sunhee. ¿En dónde está? ¿Sabes algo de ella?
—Ah, Gressie. Sí, me llamó anoche, y dijo que...
—¡¿No me digas que se quedó con Taehyung?!
—¡No! ¡Claro que no! —Contestó, repentinamente molesto. —Se quedó en casa de una vieja amiga.
—Ah.
—Papá, te veo en... —Pero Sunhee pegó su pecho con la espalda de Jungkook, agarró su miembro y empezó a acariciarlo antes de que é terminara su frase. —...en el desayuno. —Logró decir, mientras batallaba los gemidos y las manos de Sunhee.
—¿Estás bien?
JungKook respiró hondo, y cerró la puerta rápidamente.
—Sí, estoy bi... —Soltó un gemido al sentir los cálidos labios de Sunhee tomando el lugar de sus manos.
—¡Jungkook ! ¿Qué te sucede?

Su respiración estaba bastante agitada, y estaba a punto de gritar por el increíble placer que le proporcionaban los labios de ella.

—¡Jungkook, contéstame! —John golpeó la puerta.

Ella despegó los labios, subiendo lentamente, rozando su cuerpo con el de Tom; tomó nuevamente su endurecido y ahora mojado (por su saliva) miembro y le susurró:
—Contesta. —Pasó la lengua por los labios de Jungkook.
—¡Jungkook!

Pero él solamente tomó el rostro de Sunhee entre sus manos, y le dio un beso demasiado apasionado.

—¡Papá, estoy perfectamente bien! ¡Te veo en la mesa! —Miró fijamente y con deseos a Sunhee.

John no dijo nada más, sólo se quedó viendo la puerta por unos segundos, sospechando algo, pero luego salió de la habitación.

—¿Por qué haces eso? —Besó con pasión en cuello de Sunhee.
—Quería divertirme un poco.
—¿Ah, sí? —Preguntó entre besos. —Entonces, ahora me toca divertirme a mí.
La guió hasta la ducha, sin separar los labios de su cuello.
—Eres un enfermo sexual, ¿sabías?
—Sólo contigo, hermosa. Sólo contigo.
Ella se puso seria.
—Jungkook, por favor, yo...
—No digas nada. —Rozó sus labios. —Sólo déjame amarte.

Acorraló su cuerpo contra la pared.
El agua caliente cayó sobre sus cuerpos, y rápidamente se inundó todo de vapor.

—Me encanta... —Murmuró ella entre gemidos. JungKook abrazó su cuerpo con una mano mientras que, con la otra acarició su rostro, pegando aún más su cuerpo y su miembro duro contra ella.
—¿Qué te encanta?
—Todo... tú... JungKook. —Logró decir entre besos.
Sóltó un grito de placer cuando Jungkook la penetró.
—¿Te encanta esto? —Preguntó, deslizándose dentro de ella, muy despacio, una y otra vez.
—Sí. —Jadeó.

Lo besó con desesperación, intentando ahogar los gritos que él le provocaba.

Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora