Capitulo 38

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Jungkook y Sunhee se encontraban juntos en la bañera; ella estaba recostada de espaldas sobre el pecho de Jungkook mientras él rodeaba su cintura con sus manos.

—No comprendo cómo pudo pedirte semejante cosa. ¿Alejarte de tu familia... de tu hija? Está más que loca, sabes.

—Sí —suspiró Jungkoon triste —. Ella no puede prohibirme nada, después de todo, es mi hijo, ¿no? También tengo derechos sobre él.

—Así es, ella no puede prohibirte nada, mucho menos verlo —Sunhee sonrió, recordando —. Es hermoso, ¿no es cierto?

—Claro, es de mi hijo de quien hablamos.

Y, a pesar de la importancia de la situación, Jungkook no dejaba de ser egocéntrico.

Sunhee sólo rió, entendiendo su broma y acariciando sus brazos por debajo del agua.

—Por lo menos tuvo la suerte de no salir como su madre. Pobresito, lo compadezco —sonrió, pensando en el pequeño Jungkook

Mientras Jungkook y Kristen platicaban a solas en el estudio, Sunhee había aprovechado todo el tiempo que le fue posible para estar con el pequeño; no pudo dejar de mirarlo, sentía una ternura inexplicable hacia él.

—¿En qué piensas? —le preguntó Jungkook dándole pequeños besos en el cuello.

Sunhee cerró los ojos y sonrió.

—Mmm... no pares —murmuró ella, para después subir y bajar sus manos por las piernas de Jungkook

—¿Qué? ¿Esto? —deslizó su lengua, lentamente, por el oído de Sunhee.

Ella gimió en respuesta, por la calidez y el placer que le provocaban sus roces.

—¿Te gusta esto? —Sunhee pasó delicada y agonizantemente su mano por la erección de Jungkook que cada vez se ponía más firme y pulsaba de deseo.

Sunhee se giró para quedar frente a él, y acercó lentamente sus labios hacia su pene, pero antes de que estos hicieran contacto se detuvo.

—Sunheeie, ¿qué haces? —preguntó con los ojos cerrados, anhelando sentir el roce de su boca —Sunhee... —cortó sus palabras cuando ella comenzó a masajear su erección.

—¿Vas a gritar para mí, Kookie?

Había pasado una semana desde que Kristen había regresado y desde que Jungkook Había conocido a su hijo que, a través de una prueba de ADN, se había confirmado que efectivamente era su hijo.

Jungkook Despertó lentamente, sintiéndo entre sus brazos, y recostada en su pecho, a Sunhee, que aún se encontraba dormida. Ella estaba desnuda, a lo igual que él, y cubiertos únicamente por una ligera sábana.

Jungkook Sonrió al verla de aquella manera, junto a él, y se acercó cuidadosamente a ella para dejar un cálido beso en su frente; Sunhee emitió un ruidito gutural al sentir su tacto, pero no se despertó.

—Tú sigue durmiendo, preciosa —susurró, dejando ésta vez un beso en su cabeza.

Se levantó de la cama intentando hacer el menor ruido posible para no despertarla.

Después de bañarse y vestirse, Jungkook Se dirigió hacia el cuarto de su pequeña; la puerta se encontraba abierta, pero estaba bloqueada por una pequeña cerca de madera de protección.

Nikki estaba despierta, sentada en el piso jugando muy entretenida, y, al notar la presencia de su papá, ella sonrió ampliamente y corrió hacia él.

—Hola princesa —la levantó entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla. —¿Qué te parece si hoy le damos una sorpresa a tu mami?

Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora