Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADA

Capitulo 15

Sunhee arrastró sus dos maletas por el pasillo con algo de dificultad.

Estaban repletas de ropa, accesorios, cremas, zapatos y una que otra prenda para que el viaje fuera más... excitante e inolvidable.

Jungkook salió de su habitación, riéndo ligeramente cuando la vio forcejeando con su equipaje.

—Creo que te pasaste un poco, eh.

Ella detuvo sus movimientos y lo miró, seria.

—Ay, pero qué caballeroso, no te molestes eh, igual gracias por tu ayuda.

Él amplió su sonrisa y se acercó a ella.

—¿Cómo me puedes decir eso, amor? —La abrazó por la espalda. —Es sólo que desde donde estaba parado tenía una vista que... —Besó su cuello. —...me pareció, mmm, exquisita.

Sunhee no pudo evitar sonreír y sentirse excitada ante el comentario, y ante el gran bulto que se empezaba a parar en el pantalón de Jungkook.

—Más te vale que te controles, kookie. Nuestros padres están en casa.

Pero Jungkook se pegó aún más a ella.

—Como si eso alguna vez nos hubiera detenido. —Deslizó su mano entre sus piernas, intentando colarla en su pantalón, pero ella se la detuvo a medio camino.

—No comas ansias. —Volteó, jalando el cuello de la camisa de Jungkook para acercar su rostro al de ella. —Espero que tengas bastante energía. —Rozó ligeramente sus labios.

—¿Para qué? —La miró fijamente.

—¿Ah, no sabes? —Le dio un beso fugaz, lamiendo sus labios al despegarse.

—Creo tener una idea. —Tomó su barbilla para acercarse a sus labios y besarla nuevamente. —Estoy desesperado por llegar. —La besó otra vez.

—¡Sunhee! —Gritó John, subiendo por las escaleras.

Jungkook y ella se separaron rápidamente.

—Sunhee, te busca alguien. —Los miró extrañado, pasando de Sunhee a Jungkook y después de Jungkook a ella.

—¿Quién es?

John los siguió mirando en silencio por unos instantes, poniendo a ambos nerviosos e incómodos.

—Es... Taehyung.

—¿Qué hace ese tipo aquí?

—Jungkook, calma. Tae es mi amigo.

Sunhee se dirigió a las escaleras, pero antes de comenzar a bajar Jungkook la detuvo de un brazo.

—Yo voy contigo.

Sunhee se puso seria, señalando con los ojos a John. Los celos se habían apoderado de Jungkook, haciendo que se olvidara completamente de que su papá seguía parado ahí.

—Recuerda que ya es hora de irnos. —Habló con tono molesto, al mismo tiempo que soltó su brazo.

Ella le dio una última mirada, y después bajó por las escaleras.

Jungkook caminó hacia donde estaban las maletas de Sunhee, dándole la espalda a su papá.

—Jungkook, mírame.

Jungkook dudó si voltear, suspirando de la frustración.

—¿Vi mal o realmente tú y Sunhee estaban...?

—¿Qué? ¿Estabamos qué? —Lo interrumpió.

—Jungkook, ¿te pusiste celoso?

—Papá, ¿de qué rayos me estás hablando? —John miró a su hijo sin contestar. —Se nos va a hacer tarde. Te espero abajo.

Se alejó a prisa, dejando totalmente aturdido y confundido a su padre.

Taehyung abrazó con fuerzas a Sunhee, para después intentar besarla.

—Taehyung, espera. —Se apartó de él.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Preguntó acariciando su cabello y mostrándole una sonrisa leve.

—Sí. —Dio un paso atrás al ver que Taehyung se acercó a ella de nuevo.

—Y, ¿por qué me dices que estás bien y huyes de mí? Te marqué varias veces ayer. ¿Por qué tenías el celular apagado? —Preguntó con una inocente curiosidad.

—Tae, tengo que hablar contigo.

—Claro, sabes que puedes decirme lo que sea. —Tomó una de sus manos, acercándosela a los labios para darle un pequeño beso, pero antes de que pudiera hacerlo, su mano ya no estaba en donde antes.

—Perdón que interrumpa, pero tenemos prisa. —Jungkook se paró frente a Sunhee, después de haberle quitado la mano de entre las de Taehyung.

Los ojos de Jungkook parecían pistolas.

—¿A dónde van? —Taehyung le devolvió la mirada con desafío.

—Nos vamos fuera del país.

—¿Por qué no me habías dicho nada, Sunhee? —Buscó su mirada.

—No creo que ella tenga que decirte cada paso que dé.

Sunhee se acercó de nuevo a Taehyung.

—Taehyung, en realidad no tengo muy claro cuándo volveremos, pero te llamaré desde allá.

—No te preocupes princesa. Espero que no tardes mucho, eh.

((¿Princesa? ¡Princesa mis calzones! Es un maldito.)) Pensó Jungkook.

Él observó con rabia cómo Sunhee se despedía de Taehyung, con un beso en la mejilla y un gran abrazo.

Jungkook no dudaba del amor que ella sentía por él, era sólo que no soportaba que ningún hombre se le acercara, ella era solamente suya, y de nadie más.

—Hay algo que no entiendo. —Le dijo John a Simone, después de haber dejado a Sunhee y a Jungkook en el aeropuerto.

—¿A qué te refieres?

—Es que te juro que... Ah. —Suspiró. —No lo sé.

—No me asustes, mi amor.

—Es que, hoy, cuando le fui a avisar a Sunhee que Taehyung estaba en la puerta, los vi...

—¿A quiénes? ¿Qué viste?

—A Jungkook y Sunhee, los vi como si estuvieran a punto de besarse.

—¡¿Qué?! —Simone frunció el ceño.

—Sí. Estaban tan juntos que no me cabe duda que... —Dejó inconclusa su frase.

—¿Estás seguro? Pero eso no puede ser, John.

—No, la verdad es que no estoy 100% seguro. Pero también he notado ciertas cosas. Ellos eran como perros y gatos, vivían peleándose, y ahora ya no.

—Ay mi amor, eran muy pequeños, y estoy segura de que ahora han madurado bastante.

John suspiró.

—Lo sé, pero también está esa forma de mirarse. ¿No te has dado cuenta? Sunhee ya no es una niña, todo lo contrario, es una mujer muy atractiva. Y mi hijo es... pues es hombre.

—John, ellos se aprecian demasiado porque por Dios, los criamos como hermanos.

—Sí amor, pero realmente no lo son.