Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADA

Capitulo 20

John se bajó rápidamente del auto, imitando Simone este movimiento.

Ambos tenían en la cara una expresión de angustia y preocupación.

No llevaban maleta alguna, puesto que ese viaje no era de negocios ni mucho menos de vacaciones, no, habían llegado para encontrarse con sus hijos y así contarles, en especial a Jungkook, una noticia impactante e inesperada.

—¡¿Es que cómo pudieron ser tan irresponsables?! ¡Creí que Jungkook y yo teníamos una buena comunicación! —John estaba que echaba humo por los oídos.

—Tranquilízate, amor. Lamentablemente estas cosas pasan, y ya no tiene remedio.

—¿Y estos jóvenes? ¿En dónde se habrán metido? Tenemos casi 4 días sin saber nada de ellos; no contestan sus celulares, no nos avisan cuándo es que regresan, ¡nada! —Gritó, muy alterado.

—John, por Dios, estás armando un escándalo.

Él se detuvo de golpe, mirándola seriamente.

—En este momento lo último que me importan son las miradas de los demás. Metiches. —Gritó en tono un poco bajo a las personas que se encontraban escuchándolo. —Lo único que me importa es el futuro de mi hijo. ¡Es demasiado joven para esto! —Sacó el celular del bolsillo y marcando el número de Jungkook. Pero nadie contestó.

—¡Maldición! ¡Por qué diablos no contestan! —Aventó el celular contra el suelo.

—¡¿Estás loco?!

—¿Loco? ¡Loco me voy a poner si no encuentro ahora mismo al irresponsable de mi hijo!

Simone lo tomó del rostro, en un intento de tranquilizarlo un poco.

—Mi amor, tienes que tranquilizarte. Jungkook ya es un hombre, y ya no puede dar vuelta atrás a lo que hizo. —Tomó su mano y se dirigió con él hacia la recepción del hotel.

—Buenos días, ¿en qué les puedo ayudar? —Pregunto amablemente una señorita, de no más de 26 años.

—Buenos días. —Le regresó el saludo Simone. —Quisiera saber el número de una habitación, está hospedada mi hija,  Kim Sunhee.

Y sin protestar, la recepcionista buscó los datos en la computadora.

—Claro, aquí está. La señorita está en la suite presidencial, piso 21 habitación 432.

—Muchas gracias.

—¿Y mi hijo, Jeon Jungkook, qué habitación tiene? —John tenía una mirada de preocupación.

Era evidente que algo le pasaba, era por eso que tenía tanta urgencia en encontrar a Jungkook.

—Es... el mismo que tiene la señorita. La suite presidencial. —Sonrió la recepcionista, inocentemente.

John y Simone se miraron rápidamente, aturdidos, pero intentaron discimular su confusión frente a la señorita.

—Gracias. —Simone le mostró una sonrisa fingida, para después alejarse de la recepción. —¿El mismo cuarto?

—No puede ser... lo que estoy pensando...

—No, no mi amor, ¿cómo crees? Estoy segura de que debe haber dos camas... digo, es obvio, ¿no? —Ahora ella era la que dudaba.

John se quedó aún más serio y pensativo, trayendo a su mente todos esos momentos sospechosos entre Jungkook y Sunhee... esas miradas que solían darse... el día en el baño, ese día pudo casi jurar que Jungkook no estaba sólo ahí dentro.