Capitulo 31

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Los meses fueron pasando, y cada día se acercaba más la fecha tan esperada por todos.

Únicamente faltaban dos semanas para que Jungkook y Sunhee por fin conocieran a su bebé, esperando con ansias poder tener entre sus brazos al fruto de su gran amor.

Su felicidad podía decírse que era completa, con un poco de excepción por la repentina desaparición de Kristen.

Hacía casi tres meses que no sabían nada de ella, incluso su padre se encontraba desconcertado por no oír ni una sola noticia de su hija y, para esas fechas, ella ya tendría que haber dado a luz, pero no había rastro alguno de ella ni de su supuesto hijo.

Sunhee y Jungkook se mudaron a una grandiosa casa, una casa perfecta para comenzar su nueva familia y así, poder ser felices.

Sunheese encontraba doblando unas pequeñas toallas y cobijitas dentro de la habitación del bebé. Se detuvo un momento y miró a su al rededor, suspirando y sonriéndo.

La habitación estaba perfectamente decorada en tonos rosas, cremas y un poco de color café por aquí y por allá, perfecto para una princesa.

—¿Qué haces, pequeña?

Jungkook se acercó a ella por detrás, pasando sus manos entre su cintura para acariciar su vientre.

—Ya no puedo esperar, Jungkook. Te juro que muero por tener a mi niña entre mis brazos.

—Yo también, mi amor. Pero ya falta muy poco.

—Lo sé. —Suspiró ella, resignada.

La emoción de sólo pensar en ella, en su pequeña princesa, le estremecía el alma entera.

—Aunque... ¿sabes? —Jungkook besó su cuello, suave y despacio. —voy a extrañar verte así.

—¡¿Qué?! Eso es lo último que yo extrañaré. Me veo como una ballena.

Jungkook se rió, girando el cuerpo de Sunhee, quedando sus rostros frente a frente.

—¿Cómo puedes decir eso? No sabes lo hermosa que te ves.

—¿Hablas enserio?

Jungkook pegó su frente a la de ella.

—Eres la mujer más hermosa que pueda existir. Bueno, tú y mi hija. —Sonrió. —Cuando te veo así, sabiendo que llevas dentro de ti un pedacito tuyo y uno mío, no sabes lo que siento. Son tantas cosas, pequeña. Es algo cercano a la perfección en mi vida. —Se acercó a ella para depositarle un pequeño beso en la nariz, y luego en los labios. —Me haces el hombre más feliz de la tierra. Cuando nazca nuestra bebé, haré todo lo posible porque ella sea tan feliz como yo... No quiero fallarle, como lo hice contigo... —agachó la mirada.

—No digas eso, Jungkook.

Pero él volvió a recuperar la compostura, levantando otra vez su mirada hacia ella.

—Te prometo que esto sólo será el principio de nuestras vidas. Y juro por lo más sagrado que sólo quiero morir entre tus brazos, Sunhee. Te amo, pequeña.

Dejó un pequeño beso en sus labios antes de salir de la habitación, dejando a Sunhee con los ojos cerrados, anhelando seguir sintiendo sus cálidos labios moverse sobre los de ella.

—Jungkook... —susurró, y, casi al instante, regresó él con un gran ramo de rosas rojas entre las manos.

—Son para tí, mi amor. Pero antes, lee esto.

Le pasó lo que parecía ser una hoja color rosa doblada a la mitad.

Mi pequeña Sunhee;

eres la mujer de mi vida, mi único y verdadero amor.

Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora