Capitulo 30

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Las últimas dos horas, para Jungkook y Sunhee, había sido horas de amor y pasión sin sosciego. Habían consumido ese amor que por tantos meses les quemaba por dentro; esa llama que, a pesar del tiempo y de todo lo ocurrido, jamás se había apagado. De hecho, parecía ser todo lo contrario, creció y maduró, dejando atrás los celos, el orgullo y sobre todo, el miedo.

—¿Crees que nos estén buscando? —Preguntó Sunhee.

Jungkook no respondió, pues se encontraba perdido en su propio mundo, besando y acariciando el vientre de Sunhee, sintiendo cómo su hermosa creación parecía buscar el tacto de su padre a través de la seguridad y el calor de la matriz de su madre.

—¿Por qué no me lo dijiste antes, amor? Debiste buscarme. Todo este tiempo me la pasé lejos de ti... y de mi hijo. Debí estar ahí para protegerlos.

Sunhee sonrió, deslizando los dedos por el cabello de Jungkook, quién parecía no poder despegarse de su vientre.

—Creo que era necesario. —Tomó aire Sunhee. —Necesitabamos ese tiempo, Jungkook. Para pensar acerca de nuestra relación... de nuestros sentimientos. Sobre todo teníamos que madurar.

Jungkook dejó un último beso en su vientre, subiendo después su cuerpo para quedar frente a ella.

—Lo sé, pequeña. Nos estábamos lastimando. —Besó sus labios despacio y suavemente. —Perdóname, preciosa. Perdóname por todas las lágrimas que derramaste por mi culpa.

—Jungkook... yo...

—Sólo dime que me perdonas por hacerte tanto daño... —suspiró, triste. —...por mentirte... perdóname.

—Vamos a olvidarnos de todo eso. Ya no quiero pasar otro día más sin ti.

Jungkook sonrió ante su actitud, acercándose nuevamente a sus labios para aprisionarlos con los suyos.

—Yo tampoco quiero estar sin ti.

Se acercó otra vez a ella, buscando sus labios con los suyos, pero ella se alejó de su rostro.

—Jungkook... estás casado. Kristen espera un hijo tuyo.

Jungkook agachó la mirada, triste otra vez, recordando esa pesadilla que vivía junto a Kristen. Esa horrible pesadilla que lamentablemente, era su realidad.

—¿Sabes algo? —Preguntó ella, levantando el rostro de Jungkook entre sus dos manos. —No me importa.

La cara de Jungkook se iluminó como por arte de magia.

—Siempre he sido fuerte y he luchado por lo que quiero. —Sunhee le guiñó un ojo. —Y créeme que no dejaré que alguien como ella te aleje de mi lado.

Jungkook la miró directamente a los ojos, era una mirada tierna, penetrante y llena de amor.

Sus labios se unieron en un beso, un beso en el cual ambos sintieron cómo la pasión nuevamente se iba apoderando de sus cuerpos, encendiendo así el deseo que tenían el uno por el otro.

—Te amo. —Susurró él, cerca de sus labios, para después besarlos con ardor, descendiendo poco a poco por su cuello hasta llegar a su pecho desnudo.

Sus cuerpos se entrelazaron, convirtiéndose en una sola persona, yendo a un mismo ritmo, despacio y tierno, luego salvaje y apasionado, navegando entre olas de placer. Una y otra vez. Danzando entre los orgasmos y la calma.

Kristen, en la planta de abajo, aventó un pequeño cuadro que se encontraba en la mesa de centro de la sala. La furia y los celos incontrolables la tenían loca.

Ahora ya habían pasado por lo menos tres horas desde que Jungkook y Sunhee habían desaparecido, juntos.

Lo que más le molestaba era que a ella era la única a la que parecía importarle ese hecho.

Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora