Sabor a ti - Jungkook [+18] ADAPTADA

Capitulo 16

Jungkook no había dicho ni media palabra desde que salió de casa.

Sólo miraba hacia adelante, demasiado serio, mientras transcurrían las horas dentro del avión.

—No entiendo por qué estás tan enojado conmigo.

Jungkook sólo suspiró, sin voltear su mirada hacia ella.

—¡Jungkook, te estoy hablando!

Pero él siguió sin voltear.

—Está bien. ¿Sabes qué? ¡Haz lo que quieras!

Ella volteó su mirada hacia la ventanilla.

Jungkook por fin se decidió a mirarla, tomando una de sus manos entre las suyas.

—¡No me toques! —Protestó ella, quitando su mano lo más rápido que pudo.

—Sunhee, perdoname, pero es que me enferma que ese tipo se acerque a ti. Por favor, entiéndeme. —Insistió tomando su mano nuevamente. —Mi amor, mírame.

Pero ella ahora era la que no le hacía caso.

—Sunhee. —Tomó su rostro, haciendo que sus miradas se encontraran. —Sabes que yo te amo, princesa. No soporto ver cómo te mira él. Se nota que...

—Jungkook, yo también te amo, y lo sabes ¿no? —Él sonrió. —Y también sabes que para mí, demostrarte cuánto te amo y el decírtelo, es algo grande. No tienes porqué sentirte amenazado por él. Ni en sueños.

—Y tú sabes que eres sólo mía. —Le dio un beso apasionado, explorando y saboreando cada rastro de su boca con la lengua.

Y casi de inmediato, ella sintió su sangre hervir, al mismo tiempo que parecía recibir impulsos eléctricos entre sus piernas.

—Jungkook...

Él la calló con un beso.

—Ve tú primero. —Le dijo Jungkook con la respiración entrecortada. —Yo te sigo.

Sunhee obedientemente se levantó de su asiento, cruzando por las piernas de Jungkook, pero una pequeña sacudida del avión hizo que cayera sobre estas, haciendo que ella sonriera ante el hecho de saber el efecto que tenía sobre él.

Se levantó con cuidado, dejando un beso en sus labios para después rozar con sus dedos el bulto que se pronunciaba cada vez más dentro del pantalón de Jungkook.

Él esperó durante unos agonizantes segundos antes de levantarse de su asiento. Caminó hacia los baños con prisa, pero al mismo tiempo intentando parecer calmado.

((Aquí vamos, otra locura. ¡Nunca pensé enamorarme, y menos de esta forma, estoy completamente loco por esa mujer!))

Se acercó a un baño y tocó suavemente la puerta.

—Sunhee. —Susurró por lo bajo, pero nadie le contestó. —Abreme mi amor. Déjame entrar.

La puerta se abrió de un segundo a otro y, parado frente a él, se encontró a un hombre delgado, con una camisa bastante ajustada, a lo igual que sus pantalones.

—Lo siento, yo creí que...

—No te preocupes, muñeco. Puedes pasar, ya terminé. —El hombre habló con tono coqueto.

Y en cuestión de segundos, Jungkook sintió que el fuego y la excitación que había sentido hasta hace un momento, se esfumó completamente de él en un instante.

Antes de que pudiera responderle, el hombre le guiñó un ojo y se alejó de él, moviendo sus caderas de un lado a otro.

—No puede ser. —Jungkook negó con la cabeza.