Capítulo 28

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—Buenas noches, les puedo preparar algo de cenar —Martha nos recibe a pesar de ser algo tarde ya.

—Estamos bien, no te preocupes por nosotros, regresa a la cama —le ordena Daemon y la mujer obedece, Eduard tampoco se encuentra por ningún lado.

La piel se me pone de gallinas, no por estar sola con Daemon, lo que me inquieta es la forma en que me mira, el tono bajo de su voz y la advertencia del recordatorio que me ha dado antes.

Lo sigo a la cocina descalza.

—¿Quieres algo de comer, Sky? —pregunta bajito, y como si hubiera apretado algún tipo de interruptor en mí gimo con los labios cerrados mientras estiro mi cuerpo, sus ojos se encienden aún más.

Entro en la bodega de puerta transparente huyendo de sus ojos, a los segundos aparezco con una botella en las manos y mayor autocontrol.

—No tengo hambre, gracias, prefiero solo beber un poco ¿Quieres?

El alemán asiente, camino en buscas de copas, tomando el camino más largo solo para evitar pasar junto a él, Daemon parece notarlo y ríe.

Extiendo una copa en su dirección, también mantengo distancia. Nuestras miradas coinciden mientras que Daemon toma la copa que le ofrezco rozando mis dedos.

Intento apartarme, pero con su mano libre toma mi brazo y me hala hasta caer contra su pecho.

—No me vas a preguntar si tengo algún problema —habla en mi oído y respiro profundo.

—¿De qué hablas? —pregunto inocente.

Acerca nuestros rostros con la clara intención de besarme, retrocedo con cada paso que das más cerca hasta golpear la isla con mi trasero. Daemon se continúa acercando, pero no me besa. Coloca su copa atrás de mí para luego cargarme por los muslos, sentarme sobre la isla, sus dedos viajan a mi cabello como ese día y su cabeza está en mi cuello.

—¿Segura de qué no recuerdas nada? —cierro los ojos para intentando céntrame en sus palabras más que en su toque, y deseando que no se aleje como aquella noche.

Niego con la cabeza en respuestas, su mano libre agarra la copa que había dejado antes y bebe de ella, luego sin avisar me toma de la cadera y me besa, sabe a vino, y me gusta él vino.

Sigo el beso, primero tímida, luego, no tanto.

Su beso es rudo, me llama y grita que no me soltara jamás, muerde y succiona mis labios, hago lo mismo a los suyos.

Podría estar asiendo esto toda la vida, nunca me cansaría de sus labios, pero Daemon exige más de mí.

Sus manos descienden y se adentran debajo de mi vestido acariciando la piel de mis muslos, sus labios abandonan los míos y regresan a mi cuello.

Una de sus manos exploro mi piel hasta llegar a lo alto de mi espalda, donde desabrocho el sostén en menos de un segundo. Rozo su nariz sobre mi cuello e inhaló con fuerza.

—Hueles increíble, ¿Por qué siempre hueles tan bien? Solo haces que sean imposibles mis esfuerzos por no desearte —habla sobre mi piel.

Su mano abandona mi espalda y ahora masajea uno de mis pechos, frotando y tirando de ellos mientras su erección presiona contra mi pierna.

Le permití a mis manos explorar un poco del cuerpo de Daemon. Las deslice por su abdomen, está firme y caliente bajo la punta de mis dedos, siento como su respiración se hacía más pesada sobre mi cuello. Se aleja de mí y por unos segundos pensé que se retiraría como lo hizo esa noche, pero en cambio comenzó a desabrochar los botones de su camisa, le regale una media sonrisa, mientras disfrutaba del espectáculo.




*****
Hola, nuevo capítulo:

—¿Corto?

—¡Sí!

—¿Muy corto?

—¡Demasiado!, pero preferible a nada.

Disculpen por la tardanza, en el próximo capítulo les contare que termino sucediendo entre Daemon y Sky 😏 que se que mueren por saber😉

También pueden echarle un vistazos a mis otras historias, les pueden sorprender:

-Cuatro delincuentes juveniles con un especial magnetismo a los problemas.

-Una adolescente que descubre sus poderes junto a su sexy grimorio.

-La hija del director de una academia de asesinos en busca de venganza.

Besos los leo.

P.D
¿Extraña a Ángel?

DeudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora