Algo más que hermanastros

Después del accidente

MARATÓN ESPECIAL SAN SOLTERIN 1/3
3 semanas después...
¡ALELUYA!
Volvía a casa después del accidente, lo malo es que aun me quedaba un mes de rehabilitación y cuándo iba lo pasaba fatal, por cierto, me había roto la pierna derecha y de tantas veces que me había sacado sangre tengo el brazo lleno de moratones, parece que me hayan dado una paliza, solo en el brazo, pero una paliza.
No había visto a Hugo prácticamente en estas dos semanas, estuve casi una semana inconsciente y el resto de la semana solo lo vi porque me trajo ropa de recambio y solo lo he visto porque me tenía que traer algo, tampoco es que habláramos mucho, él entraba en la habitación, me saludaba fríamente, dejaba la ropa o lo que me trajera en el armario o en la silla y se iba, lo hacía tan rápido que a veces no me daba tiempo a decirle "hola" o "adiós". No se porque coño está enfadado, no he hecho nada, solo me han atropellado, he estado unos días inconsciente y me he roto una pierna, pero me ha pasado a mi, yo a él no le he hecho nada y si quiere seguir sin hablarme pues él sabrá, yo tengo demasiado orgullo para ser yo la que de el primer paso.
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Eran las dos de la tarde y me estoy muriendo de hambre, pero me niego a bajar a la cocina para encontrarme con Hugo.
Ya eran casi las cuatro y media y he visto las series que tenía atrasadas (solo eran dos capítulos) y había hecho un poco de deberes y creo que me estaba muriendo de hambre, era exagerada lo sé, pero la comida me pierde.
¡A la mierda! Si me lo encuentro me la suda, que haga lo que quiera, pero yo voy a comer.Pensé.
Bajé las escaleras que daban al comedor y no veía a nadie y en la cocina tampoco, así que estaba sola en casa; por cierto, durante dos semanas estábamos solos por que mis tíos iban a no sé donde. Como no cambien las cosas entre Hugo y yo estas dos semanas no iban a ser muy divertidas.
Justo cuando acabé de merendar oí que la puerta principal se abría, suponía que sería mi hermanastro, pero no venia solo, oía unos zapatos de tacón.
Al ir hacia las escaleras, con esperanza de no encontrarme a nadie, me encontré justo enfrente mío a Hugo y a Alicia. No me esperaba que viniese con él, cuando no había venido ha verme desde que salí del hospital. Estaba segura de que no esperaban verme, por que las risas que había escuchado cuando entraron no eran unas risas de "voy a ver a mi mejor amiga, no esperaba encontrarme contigo justo en la puerta de tu casa" eran mas como "vamos a pasar un buen rato en tu habitación", tampoco estaba segura de que fuese como el segundo tipo, porque a Hugo le gustaba Alicia y estaba convencida de que ella sentía algo por el, pero a mi siempre me tocaba hacer lo mismo: sonreír como si nada me importase.
Se quedaron un poco sorprendidos al verme, no sabía porque, ya que yo vivía ahí , pero no dije nada, solo seguí caminando hacia mi habitación. Tenía que llamar a Sergio,no aguantaba mas encerrada entre estas cuatro paredes, necesitaba distraerme y si estaba lejos de Hugo mejor.
Llamada telefónica:
-Hola, Aroa. -contestó al tercer pitido.
-Sergio, me preguntaba si querías venir a pasar un rato en mi habitación.-mierda- digo para ver una película, no pienses mal.
¿Porqué me ponía nerviosa? Había hablado miles de veces con él y nunca me había puesto así... Bueno, tampoco le había dicho nunca que viniese a mi cuarto a pasar un buen rato, han sido los putos nervios.
-Claro.- respondió entre risas-en veinte minutos estoy en tu casa, nena.- dicho esto colgó. Sabe que no me gusta que me digan nena.
Me quería arreglar un poco, no quería que me viera con ese ridículo pijama de ositos, pero tampoco quería que pensara que me había arreglado porque venía él, que me arreglaba por eso, pero.... Uff... ¿Porqué coño me complicaba tanto la vida?
Pues me puse unos tejanos, una camiseta de manga corta con flores y me dejo mis zapatillas, si no le gusta mala suerte.
Cuando pasaron diez minutos picaron a la puerta, pero alguien la había abierto alguien, así que pasaba de bajar abajo, él ya sabía cual es mi habitación.
Escuché que estaba hablando con alguien y como la cotilla que era abrí un poco la puerta para escuchar mejor.
-¿Qué coño tienes que hacer tú con Aroa en su habitación?- preguntó Hugo recalcando "tú " y "su", no sé cómo está de tan mal humor.
-¿A ti que te importa? - Sergio tenía razón, pero como sigan en este plan, van a acabar mal, pero ya eran grandecitos, pasaba de meterme entre ellos dos.

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Un besi!!💋