Algo más que hermanastros

La custodia

POV Aroa
-Yo... Es que... Bueno... Em...
-¿Es qué no sabes lo que significa dejar de tartamudear?-No quería ser tan borde, pero es que últimamente ya no tengo paciencia.
-Joder.
-¿Joder qué?- En serio, no entiendo a este chico.
-Qué no lo sé.
-¿Y te crees que yo si, imbecil?- Le dije elevando un poco la voz.
-¿Sabes que? Déjalo.
Bfff.... ¡Como me alteraba Hugo Dios!
-¡Vete a la mierda!
No sabía si me había oído, porque no estaba en mi campo de visión, pero yo grité por si acaso.
Me decía que tenía que hablar conmigo, parecía algo importante y venía de buenas, pero no sé que pasó que en un momento se volvió súper borde, como estuvimos todo ese mes. No aguantaba más, me superaba la tensión que tenía con Hugo. Lo que menos me gustaba era estar mal con él, pero el lo que quería era que me fuera y le dejara tranquilo. Al menos cuando me fuera alguien estaría contento.
Mi vida iba de mal en peor, desde pequeñita. Primero lo de mis padres, luego estar enamorada de mi hermanastro, lo bueno es que se me pasó un poco, los dos accidentes que tuve no fueron muy graves, pero leves tampoco y lo último que me llevaran a un orfanato en cuanto me den el alta.
No quería irme, pero puede que tampoco me hubiera sentado mal estar separada de mis amigos y familia, desconectar.
***

Tres días después de que Hugo y yo discutimos era el día que me transladarian al orfanato porque me dieron el alta. Estaba un poco nerviosa y triste, necesitaba un abrazo porque estaba sola y en esos momentos lo único que quería era compañía. Esos días estuve pensando todos los días en mis recuerdos con mis amigos y familia, eso no me ayudaba, pero no lo podía evitar. Acordarme de cuando me quitaron la ortodoncia, el primer día que pisé el gym, mi primer cumpleaños sin mis padres, los días de shopping con mis amigas,...
Tres golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos. Pensaba que sería la enfermera para quitarme el catéter, pero eran los de asuntos sociales.
-¿Me tengo que ir ya?- Pregunté triste, no me quería tan pronto sin despedirme de nadie.
-No, tranquila.- Dijo Noel con una pequeña risita.
-¿Tantas pocas ganas tienes de vernos?- preguntó Rafa
Iba a responder, pero Noel me interrumpió.- Tenemos buenas noticias para ti.
Se quedaron callados unos segundos haciendo que la intriga fuera mas grande.
-No te llevaremos a ningún orfanato, los detalles ya te los dirán.
Al decirme esto me dejaron confundida y no les pude decir nada porque se fueron.
-Hola, guapa.- Dijo Sergio entrando en mi habitación después de que me dieran los papeles del alta.- ¿Dónde iban los de asuntos sociales?
-Hola, feo.-le saludé dándole dos besos.- han venido a decirme que no me voy al orfanato.
-¡Que bien! me alegro mucho, Aroa.
-No han venido a buscarme, ¿Me puedes llevar a casa?
-Claro.- Me respondió cogiéndome las maletas.
En el camino hacia mi casa no dijimos nada, yo miraba por la ventana y el conducía, lo único que se escuchaba música y eso me relajaba mucho.
Me acompañó hacia la puerta, no sé porque pero estuvimos unos segundos mirándonos. No me acuerdo en que momento, pero me había besado, el chico no besaba mal, me gustó el beso, pero no sentía nada, ni mariposas, ni nada.
Al despegarnos me miró, sonrío y se dirigió al coche.
Al entrar me encontré a Hugo de espaldas a mi, caminando hacia el comedor. Yo dejé mi maleta en el recibidor y me dirigí al sofá, sentándome a su lado.
-¿Sabes porque no me voy al orfanato?
-Sí.- respondió sin despegar la mirada de la televisión.
-¿Porqué? Si no le iban a dar a la tía Chus mi custodia.
-Es que ella no la tiene.
-¿La tiene tu padre la custodia?- la verdad es que no me esperaba que Jesus tuviera mi custodia.
-No.
-¿Entonces quién la tiene?
-La tengo yo.
La verdad es que me esperaba cualquier respuesta menos esa.

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Un besi!!💋