When things turn out bad

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—Ok, cuéntame lo que pasó —Pide el rubio tratando de mostrarse lo más serio posible, pues estaba muy preocupado, aunque claro, no lo estaba al mismo grado que el rizado, este no se encontraba angustiado, sino lo que le sigue y multiplicado por mil.

Brian hizo todo lo posible por decirle cada cosa que sucedió, iniciando desde que conoció a la chica, contando cada detalle, incluso aunque fuese insignificante, él le dijo todo lo que le vino a la mente.

— ¡Carajo, no puedo creerlo!, ¡¿cómo es posible que hiciera algo así?!—Exclama mientras cubre su rostro con sus manos, esto por la frustración que le causaba todo lo que acababa de escuchar—Yo sé que esto es...—Fija su mirada en el más alto y guarda silencio unos segundos—es jodidamente confuso, pero creo que tienes que contarle a Freddie, yo podría decirle a John sobre esto, seguro él nos puede ayudar.

Brian parece dudarlo bastante, pues a pesar de que Roger se veía muy seguro de comentarle esto a John, por dentro temía que le dijera algo a Freddie—No lo sé Roger, ¿estás seguro?—Le mira dudoso.

—John no podría decirle algo así a Freddie, y menos si es algo de esta magnitud, pero él podría ayudarnos de alguna manera, de verdad no tienes que preocuparte por eso, vamos a solucionarlo, te lo prometo—Dice mientras intenta darle confianza a su amigo, lo que menos quería era que se arruinara tan pronto una amistad que podría ser genial.

—E-está bien, ¿pero qué le dirás?—Cuestiona ansioso.

—Le diré justa y exactamente todo lo que me acabas de contar, mañana después de clases voy a decírselo, ¿de acuerdo?—Lo mira esperando por una respuesta, pasan unos segundos y este asiente con la cabeza lenta y temerosamente, a pesar de que lo que le acababa de decir sonaba convincente y accesible, no lograba controlar su inseguridad, pero, ¿qué otra cosa podría hacer?, no era tiempo de sentarse a esperar a que una solución le cayera del cielo.

—Gracias Rog, te veo mañana—Se despiden y cada quien se va por su lado.

La noche era fría, las calles estaban completamente solas y calladas, esto provocó en el rizado más nervios, un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió el aire helado tocar su rostro, entonces comenzó a caminar aún más rápido, a cada rato miraba a todo su alrededor, pues de repente sentía como si alguien lo estuviese siguiendo. Después de varios minutos de ese horrible trayecto hasta su hogar, finalmente llegó. Hasta parecía que el día se había esforzado en hacerlo pasar terriblemente.

Cenó algo ligero y se fue a la cama, y para colmo se le estaba haciendo imposible dormir, tenía tantas cosas y sensaciones para nada agradables en su cabeza que le estaban provocando dificultad para conciliar el sueño. Ya estando harto de la situación, se dirigió a la ventana para ver un rato las estrellas, esto usualmente le ayudaba a desestresarse, estuvo un buen rato ahí, la tensión que tenía se alejó tan sólo un poco, todas las preguntas y dudas seguían ahí, pero al menos consiguió sentirse más cansado, con esto se conformó para intentar poder descansar, y afortunadamente lo logró, en tan sólo unos minutos más quedo profundamente dormido.

Pero parecía que la vida no quería dejarlo descansar ni siquiera unas cuantas horas más, pues aproximadamente a las tres de la mañana ya estaba despierto de nuevo, esperó unos minutos para ver si podía conciliar el sueño, pero al ver que ya le era imposible continuar durmiendo, se levantó con dificultad de su cama y se dirigió al baño para tomar una ducha rápida, en el transcurso inevitablemente comenzó a pensar en lo de hace un rato, y a pesar de sus incontables esfuerzos por olvidarlo al menos un segundo, todos estos fueron en vano. No le quedó más que salir y vestirse, de una vez se puso la ropa que usaría para salir en unas horas, pues él sabía perfectamente que no volvería a dormir.

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