I feel alive

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En ningún momento derramó una sola lágrima, se sentía triste, sí, pero el apoyo y las palabras de Brian no le permitieron llorar, era increíble su manera de hablar, jamás conoció a alguien que se pudiera expresar de esa forma, que hablara tan fluido y sin contradecirse, le parecía algo admirable y estupendo, por no decir perfecto.

Caminaron un buen rato juntos, no iban a ninguna parte en realidad, sólo avanzaban sin rumbo mientras hablaban sobre varias cosas, exceptuando el tema de Mary, ya habían tenido suficiente de eso por el momento, además, Freddie ya se encontraba de mejor humor. De vez en cuando sus manos se rozaban y esto provocaba sonrojos y miradas extrañas, esto los ponía nerviosos a ambos, no sabían el porqué de sus reacciones, decidieron ignorarlo en medida de lo posible, aunque a veces se les hacía difícil controlar aquellas emociones.

Pasados unos cuantos minutos más, a Brian se le viene algo a la mente con tal de que su amigo se olvidara aún más de su ex novia y de los pensamientos negativos que aún rondaran por su cabeza, sólo esperaba que le ayudara en algo.

—Fred, hay una película que dicen que está muy buena, ¿te gustaría acompañarme?

—Sí, claro—Contesta con una radiante sonrisa.

—Perfecto, vamos—Dicho esto se dirigen hacia el lugar, aún era temprano y el sitio no estaba muy lejos, así que decidieron caminar de nuevo; el trayecto fue similar a su caminata de hace unos momentos, roces ocasionales y rubores que no controlaban en lo absoluto.

Pasados unos minutos, al fin estaban en el lugar.

—Yo iré por los boletos, ¿podrías ir por las palomitas?—Pide el rizado.

—Sí, no tardo—Dice a punto de irse, pero es detenido.

—Espera, ten—Le tiende el dinero para hacer la compra.

—No, no, yo las pago.

— ¿Cómo crees?, yo invito.

—Pero Bri...—No le permite acabar la oración, no iba a permitir que gastara ni un sólo centavo.

—De verdad, déjame pagar a mí—Habla divertido.

—Está bien, pero yo pagaré todo la próxima vez, ¿ok?—Muestra ligeramente su sonrisa.

—Me parece bien—Dice victorioso.

Se dan una última mirada y va cada quien por lo que le tocó, ese día no había mucha gente, así que no tuvieron que esperar tanto en las filas.

—Ya está, no sobró mucho—Dice Freddie mientras sostiene una caja palomitas y le entrega algunas monedas.

—No importa, ya hay que entrar que esta por empezar—El pelinegro asiente.

El tiempo transcurrió con normalidad, aunque ocasionalmente al tomar del contenido de la pequeña caja al mismo tiempo, sus dedos hacían contacto, provocándoles cosas que jamás habían experimentado, sentían un extraño cosquilleo, incluso más de una vez desearon que ese roce fuera un poco más....¿duradero?, no, ¿fogoso?, tampoco... ¿entonces qué era?

Los rubores no se hicieron esperar al hacer acto de presencia en sus rostros, agradecían que estuviese lo suficientemente oscuro como para que el contrario no lo notara. Ninguno de los dos había puesto mucha atención, pues estaban más pendientes de las acciones del otro, se miraban sutilmente, ya ni siquiera hacían el intento de detenerse y ver la película como las demás personas, por alguna razón disfrutaban de contemplar sus reacciones y gestos, cuando sus miradas llegaban a encontrarse tan sólo se sonreían tímidamente acompañado de una risita igual de tímida, pensaban que habían sido los únicos en ser descubiertos mirándose, pues no notaron que el contrario había estado haciendo lo mismo con sus ojos.

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