глава 1

1.7K 84 3
                                    

Galina petrov

Años atrás..

Había pasado ya un año desde que mi dulce hijo nos había sacado de ese infierno, de cuando susurró esas palabras a mi oido generando que no pudiera contener la alegría y por fin volvia a tener esperanzas.
"Te sacaré, lo prometo"
Pero tenía que hacerlo, Anzor estaba justo en frente y lo que menos quería era que arremetiera contra mi pequeño, además en el estado que estaba mucho no podía hacer
Después de recuperar la conciencia desperté en una hermosa habitación, en donde había una pequeña cuña, me levanté como pude ya que seguía mareada y me puse a observar el lugar para luego ver por la ventana..yo no tenía palabras para explicar que hermoso paisaje y lugar no sabía donde estaba pero sabía que me sentía en paz
- Madre.- dijeron a mis espaldas, al instante giré y miré a mi hermoso hijo.
-Anton....- corrí hacia él y lo abracé tan fuerte que pensé que lo rompería, cosa imposible.
- Mamá me asfixias.- comentó burlón Anton
- Perdón...- me separé con una sonrisa.- Mi hermoso hijo.- acaricie su juvenil rostro.- Creo que necesito explicaciones, ¿no querés?.- su sonrisa se borró y asintió.
- Sentate ¿si?-me guío a la cama para luego sentarse al lado mio y tomar mi mano.- Lo hice mamá..mate a ese mal nacido.- dijo sin rodeos y sin remordimiento, mi cuerpo tembló.
- Anton..hijo..¿porque?.- le pregunté dolida. Tomó la justicia en sus propias manos, la justicia que yo nunca me animé a tomar y por esa decisión mi pobre niño mancho sus manos de sangre y con una sangre sucia.
- Porque tenía que hacerlo mamá, no podía permitir que siguiera poniendote las manos encima!.- dijo furioso.- Años de mi vida estuve preparándome y calculandolo todo, soñando días y noches de como hacerlo de mil maneras distintas.- dijo las calmado al instante que vio mi cuerpo saltar de susto.
- Yo...hijo...todo es mi culpa..si tan sólo hubiera luchado yo...pero tenía miedo tenía miedo de no poder y que él te hicera algo con tal de darme una lección.- lloré dolida.
- Tranquila mamá...entendelo vos luchaste años y sorpotaste años a ese tipo por mi, soportaste golpes y abusos, y ya era tiempo que yo haga lo mismo por vos, que termine con tu sufrimiento.- tomó mi rostro con sus frías y suaves mano.- Y ahora ambos somos libres de él y de todo lo que era.- susurró tocando mi panza, sonreí con lagrimas aún cayendo.
-Los tres...- apreté sus manos.- Todo gracias a vos mi hermoso niño, siempre te estaremos eternamente agradecidos...- río un poco, era tan precioso, si..era igual físicamente a Anzor pero sólo esa eso, porque en lo personal él era distinto.- Ahora hijo podes decirme, ¿donde estamos?- le pregunté con curiosidad.
- Te acordas cuál fue siempre tu lugar soñado para vivir.- preguntó levantarme de la cama para sacarme de la habitación, la casa era hermoso y enorme, asentí admirando el lugar- Bueno mi hermosa madre bienvenida a venecia..y bienvenida a tu nuevo hogar.- dijo señalando todo la casa, lo mire sorprendida.
- ¿Que?.- dije sin poder creerlo.- ¿Viviremos acá?.- asintió.- Pero..pero de quién es está casa..- le dije mirándolo.
- Bueno madre..verás.- fue interrumpido por una voz gruesa, una que se me hacía familiar.
- En realidad está casa es mía.- dijo Damien sonriendome.- Pero a partir de hoy es todo suya, de Anton y de ese bebé también.- Grigori apareció sonriendo también.
- Y ustedes de donde salieron.- dije sin comprender ambos rieron, se acercó a mi y tomo mi mano, cosa que Anton no permitió que siguiera haciendo, Damien río.
- Tranquilo tigre...sabes perfectamente que no soy tu padre.- le dijo juguetón, Anton lo miro serio.
- Ya lo sé..sólo que sin tocar.- dijo sentándose en el sillón.- Madre.- me animo a sentarme cosa que hice y los demás imitaron.
- Bien.- dijo con claro disgusto pero enseguida sonrío.- Bueno Galina déjame contarte que hace ya años conozco a tu querido hijo.- frunci el entrecejo.- Lo conocí un día en el parque, mientras salvaba a una niña de unos niños abusivos, no es cierto Anton.- mi hijo sonrío de una manera que no pude desifrar.
- Muy cierto.- afirmó, Grigori río.
- En fin yo justo pasaba con mi hijo Grigori y vimos potencial en él.- comentó.
- Y...¿potencial para que?- le pregunté extrañada, si sabía perfecfamente que mi hijo era un genio pero no entendía que fue lo que vio en él realmente.
- Bueno preciosa potencial para hacer el trabajo duro, para ir al peligro y enfrentarlo y a no tenerle miedo a nada, fue entonces que mantuve contacto con él además que nuestros hijos se hicieron muy cercanos, por eso de a poco ingeniamos un plan para poder sacarte de ese infierno.- asentí atenta, miró mi panza.- A ambos...asique cuando tu hijo fue creciendo y mostrando ese maravilloso potencial, fui de a poco entrenandolo más para que sea aún mejor.- lo mire sin entender.
- ¿Mejor en que?- miró a anton y luego rápidamente a mi.
- Mejor en saber defenderse en entrenar o luchar.- dijo mirandome fijamente.
- Ohh como..¿boxeo?- los tres rieron.
- Claro hermosa el boxeo.- puso su mano en su boca.- Asique con él llegamos a un acuerdo, él trabajaría para mi, en mi pequeño imperio de ventas de auto.- sonrío de costado.- Para que vos por fin seas libre de ese maldito..y..¿que opinas?- me acerqué a Damien.
- Yo..déjame decirte que te voy a estar eternamente agradecida.- tomé su mano, cosa que causó que sus ojos se oscurecieran.
- No tenés nada que agradecerme a mí, agradecerle a tu hijo.- puso su otra mano sobre la mía y acarició suavemente.
- Ya es suficiente.- dijo mi hijo con claro enojo, me aleje de Demian rápidamente, cosa que me pareció escuchar un pequeño gruñido de su parte.
-Yo..es verdad a mi hijo y a vos también Damien...a los dos.- ahora puse mi mano en el rostro de Grigori dando una pequeña caricia, provocando él cerrara sus ojos, disfrutando, me aparte.- Si no les molesta necesito descansar...la cabeza todavía me mata.- reí, los tres me miraron son una sonrisa.
- Claro madre..ve yo tengo una cosas que hablar con Damien.- me acerqué a mi hijo y besé si mejilla dulcemente.- te amo.- susurró.
- Y yo te amo aún más.- les sonreí y me encamine hacía la habitación para luego tirarme a la cama y por fin...después de tantos años por fin mis alas se pudieron abrir hacia la libertad, por fin mi hijo y mi hijo o hija por nacer, seríamos felices y ya nada ni nadie podría impedirlo, estamos a salvo...o eso crei.

💀Anton Kuznetsov💀⚫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora