Halo ||Draco Malfoy||

|| Capitulo Cinco||

 →𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟏.

—Wingardium Leviosa... ¿Para qué quiero yo saber un hechizo que haga flotar cosas?

—Esa no es la pregunta. Lo verdaderamente importante es, ¿por qué Seamus explota todo lo que toca?

—Más que pregunta, es un misterio, Sanderson —respondió Malfoy, que se encogió de hombros—. Ya sabes que...

—No, cállate —dijo la morena—. No quiero volver a escuchar esa frase en lo que queda de día, Malfoy.

—¿Y quieres que seamos amigos? ¡No me dejas libertad de expresión!

—¡Te pasas las horas quejándote de tener que compartir oxígeno con la gente de Gryffindor!

—Y me irás a decir que tú no piensas lo mismo que yo sobre ellos.

—Pues no, no lo pienso. A mí no me educaron con la supremacía de la sangre. ¡Y no me saques el tema ahora! —le lanzó un trozo de pan.

—Te juro que... —en ese momento, la conversación entre ambos fue completamente interrumpida, al igual que todas las que habían en el Gran Comedor.

—¡Trol! ¡En las mazmorras! —Dubledore se puso en pie al oír las palabras del profesor Quirrell—. ¡Hay un trol en las mazmorras!

—Un... ¿Trol? —Maxine dejó la comida sobre el plato.

—¿En las mazmorras?

—Ya lo he dicho —en ese instante, el profesor se desmayó. Todo se inundó de gritos. Los alumnos se dispusieron a salir de ahí para refugiarse en sus casas.

—¡Silencio! —gritó Albus, captando la atención de todos los presentes—. No dejéis que os domine el pánico. Ahora, los prefectos conducirán a los miembros de su casa a los dormitorios. Los profesores me acompañarán a las mazmorras.

—Slytherin, todos aquí, vamos —juntos fueron caminando por los pasillos.

Una vez que se aseguraron de que no había nada en las mazmorras, entraron todos en la casa y cada uno se fue a su habitación. Aunque sabían que había un Trol suelto por el Castillo, no les impidió dormirse.

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—¿Os habéis enterado?

—Me acabo de levantar, así que no —respondió Kiara ante la pregunta de Blaise.

—Anoche, Potter y Weasley derrotaron al Trol.

—Mentira, ¿no? —intervino Draco—. ¿Cómo van a derrotar esos dos a un Trol?

—Supongo que tendrían suerte —Max se encogió de hombros—. ¿Vamos a ir al partido de Quidditch ahora?

—Claramente —dijo Zabini—. Además, vuestros hermanos juegan, ¿no?

—Exactamente.

—¿Y a qué estamos esperando? ¡Vamos ya! —los cuatro se levantaron de la mesa, y fueron hasta el estadio de Quidditch.

—Entonces... ¿Tu primera opción era Durmstrang? —quiso saber Kiara.

—Sí, pero mi madre no quería que me marchase tan lejos.

—Yo siempre quise venir aquí —la morena sonrió.

—Tengo una pregunta —Max se puso al lado de Kiara junto a Blaise—. ¿Qué haréis en Navidad?

—Me iré a mi casa. Adoro estar aquí, pero echo de menos a mis padres —respondió Sanderson—. Cuando seamos más mayores, podemos reunirnos en Navidad. ¿qué os parece?