||Capitulo Veintitrés||

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 →𝐁𝐞𝐭𝐡𝐧𝐚𝐥 𝐆𝐫𝐞𝐞𝐧, 𝟏𝟗𝟗𝟓.

—Vale, a ver... —Leigh se giró para mirar a su hija pequeña— Nada de fiestas, Kiara.

—Tengo quince años, mamá. Y sólo vienen mis amigos.

—Y tu novio.

—¿Y? Sigue siendo un amigo cuando estamos con los demás.

—Tened cuidado, no rompáis nada y no hagáis ninguna locura, por lo que más quieras.

—Mamá, soy más joven que Ian, y soy más responsable.

—¿Qué tal si te vas a la mierda, enana? —respondió el mayor notablemente ofendido.

—¡Estaré bien! De verdad, os podéis ir sin miedo a dejarme sola —dijo la morena—. ¡Venga, Francia os espera!

—Lo que yo no entiendo es como rechazas un viaje a Francia, de verdad te lo digo.

—Prefiero Grecia o Italia, ¡venga ya!

—Nos estás echando de casa, me parece muy fuerte.

—Si necesitas cualquier cosa, manda a la lechuza —advirtió Anthony—. Te lo digo en serio, Ki.

—Que sí, tranquilo.

—Te queremos —dijo Leigh.

—Yo no mucho, la verdad —Kiara le sacó el dedo del medio a Ian, que soltó una carcajada. En cuanto abandonaron la casa, la chica dejó escapar un suspiro.

Aquella tarde llegarían los chicos a su casa, algo que iba a suceder tras suplicarle mucho a sus padres, por lo que, debería dejar al menos algo preparado antes de su llegada. Justo cuando iba a subir a su habitación, tocaron el timbre.

—¿Qué se os ha olvidado? —dijo al abrir la puerta.

—Hasta que no abra la maleta, no te lo puedo decir —la morena sonrió y abrazó a su mejor amiga—. ¿Cómo has convencido a tus padres para que te dejen sola en casa y que podamos venir?

—Me ha costado limpiar el baño durante dos semanas y fregar los platos después de comer un mes entero.

—Tiene sentido, tiene sentido.

—¿Podemos pasar? No es por nada, es que me estoy derritiendo aquí fuera y seguro que dentro hace más fresco —dijo Andrew, logrando la risa de Kiara, que se hizo a un lado para que sus amigos pasasen.

—Estáis en vuestra casa —cuando Draco pasó por al lado de su chica, pasó una mano por su cintura y la besó—. Te he echado de menos.

—Y yo a ti —la muchacha cerró la puerta, y junto a su novio, caminó hacia el salón.

—Muy bien, os propongo dos opciones.

—Adelante, dispara —respondió Theo dejándose caer en el sofá.

—Podemos traer los colchones aquí, y dormir todos juntos. O...

—No hay otra opción, yo digo sí a esa —le interrumpió Blaise—. Y los demás también.

—Gracias por hablar por mi, entonces —Maxine rió.

—Pues preparemos esto, ¿no?

►◄

—¿Y ahora qué hacemos? —todos se encontraban tumbados en los colchones mirando el techo de la casa.

—¿No decías que tu madre tenía no sé qué artefacto muggle? —dijo el rubio.

—Es un tocadiscos, y dudo mucho que nos quite el entretenimiento durante más de quince minutos.

—Podemos intentar hacer algo de cenar —propuso Max, teniendo en cuenta que eran casi las diez de la noche, y aún no habían comido.

Halo ||Draco Malfoy||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora