Halo ||Draco Malfoy||

||Capitulo Veintisiete||

→𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬, 𝟏𝟗𝟗𝟔.

—La atención al detalle en la preparación es el requisito previo de cualquier poción —el profesor Slughorn dejó de hablar en cuanto vio entrar a dos alumnos—. Oh, Harry, amigo mío, me estaba empezando a preocupar. Veo que no vienes solo.

—Ron Weasley, señor. Soy un negado en pociones, una amenaza, de hecho. Será mejor que… —Harry se puso detrás de él para evitar que se marchase.

—Tonterías, eso tiene arreglo. Los amigos de Harry son mis amigos. Sacad los libros.

—Lo siento señor, aún no…

—Hey —Kiara desconectó de aquella conversación—. Anímate, estás muy apagado.

—No he dormido en toda la noche —reconoció el rubio—. He estado pensando todo el tiempo.

—Estoy contigo, no va a pasar nada.

—Es tan fácil decirlo… —por instinto, la chica agarró la mano de su novio.

—Como os decía, he preparado unos brebajes esta mañana. ¿Alguna idea de lo que estás pócimas podrían ser? —Kiara levantó la mano— ¿Sí, señorita…?

—Sanderson, señor —se acercó a la mesa—. Esto es Verita Serum, también conocido como el suero de la verdad. Y esa ha de ser la Poción Multijugos —dijo señalando el caldero que estaba a su lado—, es muy complicada de elaborar. Y esto es Amortentia. El filtro de amor más potente del mundo. Tiene un olor diferente para cada persona según lo que nos atraiga.

—Me encanta esto —murmuró Andrew.

—Por ejemplo, yo huelo… A manzana verde, perfume caro, menta… —sonrió y volvió junto a sus amigos.

—Ella, enamorada hasta las trancas —le dijo Theodore al oído.

—Oh, cállate.

—Aún así, la Amortentia ni crea un amor real. Eso sería imposible. Pero sí produce un poderoso encaprichamiento u obsesión —vieron como algunas chicas se acercaban al caldero—. Y por esa razón, es posiblemente más poción más peligrosa en esta sala —Slughorn tapó el caldero, obligando a las alumnas a dar unos pasos hacia atrás.

—Señor, aún no nos ha dicho qué es eso.

—Ah, sí… —agarró el pequeño bote de cristal— Lo que tienen ante ustedes, damas y caballeros, es una pequeña y curiosa poción conocida como Félix Félicis. Comúnmente conocida como…

—Suerte líquida —intervino Granger.

—Así es, señorita Granger. Suerte líquida. Endiabladamente complicada, desastrosa si se comete un error. Un sorbo y todos tus anhelos se volverán realidad. Al menos hasta que desaparecen los efectos. Esto es lo que os ofrezco a todos hoy. Un pequeño frasco de Suerte líquida para el alumno que en la hora que resta, consiga elaborar una muestra decente del Filtro de Muertos en Vida. Cuya receta podréis encontrar en la página diez de vuestro libro. He de puntualizar, no obstante, que sólo una vez, un alumno consiguió elaborarlo con la calidad suficiente como para merecer este premio. Aún así, les deseo suerte a todos. ¡Que comience la elaboración!

—Muy bien, vamos allá —comentó Maxine una vez que alcanzaron una de las mesas—. Esto va a ser largo, así que… —se recogió el pelo en un moño— Hay que intentar acelerar las cosas.

—¿Me vas a hacer uno a mi también? —Andrew pestañeó varias veces rápidamente y soltó una carcajada.

—Debería, porque con esa mata de pelo —le revolvió el cabello—, no sé cómo puedes ver.

—Eh, nada de meterse con mi pelo, zanahoria.

Comenzaron a preparar aquella poción, y no supieron el tiempo que estuvieron así, cuando una de las pócimas explotó.

—¿Por qué será, que no me extraña? —dijo Blaise.

—¡Me estoy agobiando! —exclamó Pansy.

—Eso tampoco me extraña —añadió Zabini—. No te preocupes, hasta Granger está así.

—Si esa chica no sabe hacerla, imagínate los demás —comentó Kiara. Miró a su novio, que estaba concentrado—. Bonito anillo.

—¿Qué?

—Tu anillo nuevo —puntualizó—. Es bonito. Me gusta —el rubio sonrió.

—Así que soy el olor de tu Amortentia.

—Veo que eso te ha servido para subirte el ego, Malfoy —la muchacha rió ligeramente.

—El ego no sé si sube. Lo que sí sé es que cada día te quiero más.

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—¿Y vosotros a dónde vais? —preguntó Pansy, que estaba en el sofá de la Sala Común junto a sus amigos.

—Vamos a dar un paseo por el Castillo —respondió Draco—. Os invitaría, pero no os quiero tanto.

—Tus palabras me hieren, Malfoy —Blaise se llevó una mano al pecho, causando la risa de su novia.

—No creo que tardemos mucho, y si no, pues…

—Nada de hacer cosas indebidas en los pasillos —añadió Drew.

—Otro igual. A veces no os aguanto, lo juro —dijo Kiara, logrando la risa de Andrew y Theo.

—Seguramente estemos en tu habitación, o enlace nuestra, pero criticando —comentó Nott—. Lo digo para que no os extrañéis si veis uno de los cuartos vacíos.

—No os preocupéis, contábamos con eso —respondió Malfoy—. Ahora venimos —salieron de la Sala Común y comenzaron a caminar por los pasillos.

—¿Estás seguro de que está allí?

—Al cien por cien. Kiara, te lo digo en serio —Draco frenó, obligando a su novia a hacerlo también—. No quiero que te metas en esto.

—Una pena para ti entonces que tenga opinión propia —la morena se cruzó de brazos—. Esto es elección mía, Draco, y si me trae consecuencias pues… Las afrontaré.

—Amor, estás ayudando a un mortífago —susurró.

—Estoy ayudando a mi novio —dijo—. Para mi sigues siendo el mismo, no ha cambiado nada. Así que deja de intentar convencerme para que no me meta, porque siento decirte que aunque tú fueses el siguiente Señor Tenebroso, yo te querría. Te querría de cualquier forma, en cualquier mundo y con cualquier pasado, ¿queda claro, Malfoy? —el chico sonrió débilmente— Y ahora vamos, hay que ser rápidos.

Continuaron con su camino, hasta que Draco paró delante de una pared. Escasos segundos después, apareció una puerta. Al entrar, Kiara sintió un escalofrío.

—Esto es enorme —murmuró la muchacha cruzando sus brazos.

—Lo sé. Pero no creo que nos cueste mucho encontrarlo —Draco llevaba en su mano una manzana, que lanzaba al aire y la cogía al caer.

Los pasillos eran largos, pero ambos se percataron de algo inusual.

—¿Amor? —le llamó casi en un susurro.

—Quítate —la joven se apartó, y Malfoy tiró de aquella manta, dejando ver el armario—. Vale, ya sabemos dónde está —suspiró—. Vámonos.

Kiara hizo una mueca con sus labios. Sabía que aquella tarea iba a traer consecuencias bastante importantes.

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