Capítulo XV

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No le podía decir que no, era mi mejor amiga…

- Vale, me quedo a dormir. ¡Nos vemos esta noche!

- Ya verás, ¡lo vamos a pasar genial! Hasta luegoo... - y se fué.

De repente empezé a montarme una película en la cabeza sobre lo que podía pasar. Mi cuerpo volvía a arder… Volví a mi casa a hacer la cena. Raquel volvía a estar allí… cenando con mi hermano. No me habían ni esperado.

- Hola, qué tal… - dije rompiendo el silencio.

- Uy, hola, hermanita. Mira, he echo una crema de champiñones, en la olla ha sobrado un poco, puedes terminártelo.

- ¡Está riquísima! - dijo Raquel tomando una cucharada.

Me acerqué a la cocina a servirme un plato de crema, mientras que Puffy me arañaba la pierna.

- Eric, ¿no le has dado de comer a la gata?

- La gata es tuya, ¿no? Dale de comer tú.

- ¡Pero hombre…! Si un día se está muriendo de hambre, ¿tú no le vas a dar nada? No seas así, por dios…

Abrí una lata de whiskas y se la puse en su platito. Mientras yo me senté con mi hermano y Raquel a cenar.

——

Tocaron las doce y media de la noche y me fuí a arreglarme para ir al Disorder. Me puse la ropa que me había comprado aquella tarde, me encantaba cómo quedaba. Eric también se vino conmigo, y Raquel se fue a su casa para cambiarse. Habíamos quedado todos a la una de la mañana en la discoteca.

Bajamos del taxi y allí nos esperaban los demás. Raquel se lanzó a Eric cuando lo vió. Yo me acerqué a los demás y les dí dos besos a cada uno. Entramos al Disorder.

- Oye, ¡pues te queda muy bien este conjunto! - dijo Jordi.

- Muchas gracias. - dije con una sonrisa. - Me lo he comprado hoy con Ari.

- Ah, por eso no habéis venido esta tarde con nosotros en el bar…

- Por eso. Venga va, ¡os invito a todos a un cubata! - dijo Ari.

Ari les pagó un cubata a todos. Luego fuimos a bailar un rato. A Ariadna se la veía feliz, no paraba de reírse y se divertía un montón. Volvimos a la barra e hicimos unas cuantas rondas de chupitos. Unas cuantas… demasiadas. Todo el mundo acabó con un pedo… sobretodo Ari.

- Oye Su, ¿me acompañas al baño? Me estoy meando… - me susurró Ari.

- Claro, faltaría más… - y nos fuimos a los baños.

Nos encerramos las dos en un mismo baño. Ari se sentó a mear, yo miraba hacia otro lado… Entonces terminó y me cogió por el hombro:

- Suzie, de verdad, muchas gracias por todo. Estoy tan orgullosa de ser tu mejor amiga… Te quiero muchísimo.

Entonces se me acercó, y me besó. Luego se separó de mí. Pero… quería volver a sentir sus labios fundiéndose con los míos, jugar con su lengua, tragarme su saliva. Hasta que no pude más y la puse contra la pared, la cogí del cuello y la besé apasionadamente. Ella no me paró, siguió con el beso y las caricias. Poco a poco le iba quitando la camiseta…

- Para, para, para, para… ¡Espera! - dijo Ari. - Vamos a mi casa.

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Un beso muy fuerte, yourlittlestorm

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