Wild Spirit

Capítulo X

Me senté contra la puerta del portal pensando en qué haría cuando Juanjo me encontrara allí. Veía que muchos coches se paraban por allí, pero en ninguno de ellos bajaba él, de momento. Hasta que lo ví. Venía hacia mí.

- ¿Qué haces aquí?

- Había bajado a tirar la basura, pero me dí cuenta que no tenía las llaves...

- ¿Con esa ropa?

- Fué lo primero que pillé, estaba un poco dormida.

- ... - se quedó en silencio. - Bueno, pasa. - me dijo abriendo la puerta.

Por un pelo. Ha desconfiado de mí; normal. Pero bueno, a ver si con un poco de suerte no me despide.

- Si quieres ya puedes cogerte tus cosas e irte a casa.

Eso había sonado muy mal... Recogí mis cosas y me acerqué a la puerta.

- Bueno, pues entonces... ¿hasta mañana?

- Hasta mañana, Suzie.

Salí de su casa un poco más tranquila. Ahora iba a mi casa para ver si Raquel estaba con Eric o no, a ver que había pasado aquella noche.

Puse mis llaves en la cerradura y giré. Entré muy sigilosamente y me asomé a la habitación de mi hermano. Ahí estaban, los dos abrazaditos. Me fui a mi habitación y me cambié con ropa cómoda, y luego me hice el desayuno para después volver a la cama y pasarme toda la mañana durmiendo.

Mientras me tomaba mi café revisando mis redes sociales en el móvil, salió Raquel de la habitación de mi hermano con ropa interior.

- ¿Qué haces aquí tan pronto? - me preguntó.

- Me ha dejado irme antes. ¿Qué tal la noche?

- ¡Bueno, bueno, bueno! - dijo sentándose a mi lado. - Tu hermano es una máquina en la cama, ¡cuánto placer me da!

- Mejor no me lo cuentes, no quiero saber eso... ¿pero vais enserio o sólo sois follamigos?

- ¿Follamigos? Qué palabra tan fea... pues aún no lo sé, yo quiero algo más con él, pero no sé si va a querer.

- Pregúntale y sal de dudas.

- Ya, pero es que me da corte...

- ¿Pero durante la cena qué pasó?

- Me decía cosas muy románticas, me cogía de la mano y esas cosas, y yo claro, me derretía.

Entonces Eric vino al salón y se acercó a Raquel y la besó.

- Buenos días, cariño. Hola Suzie. - dijo Eric después de besarla y se fué a la cocina.

- Es que es un encanto... - dijo Raquel. - Me voy a preparar un café, luego me visto y me voy. ¿Nos vemos esta tarde en el bar?

- Claro mujer... - dije dando un sorbo al café.

Me lo terminé y me fuí a la cama a dormir un rato. Mientras me cubría con una manta, me llegó un whatsapp de Ari: Su, necesito verte, porfavor, ¿puedes venir esta tarde a mi casa? Tengo algo que contarte...

¿Qué le ocurría...?