Capílulo II

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Deshize las maletas lo más rápido que pude, poniéndolo todo en su sitio. Cogí el regalito que le había comprado en Londres, y salí camino a su casa.

*Ding Dong* Llamé a su timbre. Se abrió la puerta y vino a mis piernas mi gatita Puffy. Me agaché a acariciarla. Ariadna estaba mirándome con una gran sonrisa. La miré.

- Se ve que te ha echado mucho de menos. - me dijo.

- Yo también os he echado de menos.

Me levanté y abrazé a Ariadna. Ella pasó sus brazos por mi cintura apretándome. Le dí un beso enorme en la mejilla.

- ¿Entramos? - dije.

- Sí, mejor.

Nos sentamos en el sofá, una chaise longue blanca. Puffy también se sentó con nosotras. Le conté a Ariadna todo lo que hice en Londres, y ella me contó lo que hicieron ella y los demás.

- Pues sin ti nos hemos aburrido mucho, no es lo mismo… ¡menos mal que has vuelto! - me dijo.

- Pues sí, he vuelto ¡y no volveré a irme sola sin vosotros! Por cierto, mira lo que he comprado para ti. - saqué una bolsita y se la dí.

- ¡Oh dios mío! ¡Es preciosa! - dijo poniéndose la pulsera con el símbolo del infinito. - ¡Muchísimas gracias, Su! No hacía falta, ¡hahaha!

- No hay de qué. En realidad te la debía, ¡haha!

- Oye, ¿porqué no nos vamos de fiesta esta noche? Para celebrar que has vuelto y tal.

- Me parece estupendo, vamos a quedarnos bailando y bebiendo hasta que salga el sol, party haard! - dije entusiasmada.

- Yeaah! Voy a avisar a los otros. Mientras, vé a coger a Puffy que se ha ido a la cocina.

Fui a la cocina a coger a la gata y la metí en su jaula. Cogí también su comida y sus juguetes y fui a la sala de estar con Ari.

- Bueno, me voy ya que hoy me toca hacer la cena a mí. - le dije. - Me llevo a Puffy y sus cositas. ¡Luego me llamas!

- Vale, hasta luego.

Volví a mi casa y mi hermano estaba tirado al sofá viendo la tele. ¡Menudo vago! Solté a Puffy y ella fue directa hacia él, pidiendo caricias. Me fuí a la cocina y recordé que no estubimos en casa durante dos meses y no había comida en la nevera, así que llamé al telepizza.

—-

Después de la cena, me metí en el ordenador a guardar todas las fotos que me hice en Londres. Me puse una música de fondo y empezé a guardar todas las cosas nuevas que compré allí, maquillaje, ropa, accesorios, zapatos… Siempre compraba muchas cosas, ¡era una adicta a las compras!

Abrí el armario y empezé a buscar un vestido para la noche. Encontré uno que me encantaba, era negro, escote palabra de honor, ceñido y muy sexy… me gustaba vestir sexy. Me lo puse y luego escogí unos zapatos de tacón muy altos, negros con tachuelas, ¡me encantaban! Y fui al baño a maquillarme.

Mientras tanto, me llamó Ari.

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