06. Sweet lies or sour truthes.

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No es correcto, no lo haré

Pensó Soobin, safando su agarre lentamente y separándose intentando no despertarle.

Se sentó en el sofá mientras le observaba detenidamente, realmente poseía un gran cambio en su aspecto. La camisa y el pantalón ancho le hacían ver de una forma más... fina y provocativa. Además llevaba unas minis argollas de plata en ambos oídos; sin nombrar que sus uñas eran negras y estaba usando maquillaje, incluyendo sombra de ojos, rubor, etc.
Estaba prácticamente seguro, no tan solo era más lindo que él, sino que cualquiera de las chicas con las había estado.

Apoyó la cabeza en la palma de su mano semi acostado. El sueño comenzaba a invadirle.

"Dicen que rendirse a medio camino de algo no es bueno, pero tratándose de enamorar a un ignorante chico de primer año, no debería ser una mala decisión."

Esa había sido su frase hace unas horas. Pero ahora estaba aquí, completamente indeciso.

Había cometido el error muchísimas veces rindiéndose con las cosas en su pasado. Como aquella vez que se inscribió en un concurso de actuación y antes de realizar la primera sesión de pruebas, se había salido, con la escusa de que era algo "nada profesional" para él; cuando comenzó a escribir una mini-novela en su agenda, pero la dejó a mitad porque "no era lo suyo"; o cuando, luego de mucho ruego, convenció a su madre —a quien no le gustan los animales— de adoptar un cachorro de Golden Retriever y terminó regalándolo a una familia de cristianos porque, según él, estaba demasiado ocupado con la peparatoria para atenderle.

Aunque, diablos, en el fondo todas aquellas excusas eran una mentira.

Si en un principio se inscribió en el concurso ¿Por qué no seguirlo? ¿Cómo que algo "nada profesional"? Incluso tenían un estudio y especialistas en el tema. Tenía quince años, y sí, sintió miedo al ver aquellas personas que -al contrario de él- tenían experiencia y talento para la actuación.

Pudo continuar la historia, pero luego de que la mucama la leyese por accidente mientras limpiaba su habitación y opinase sobre esta. Se deprimió incluso, con el simple hecho de que "empleaba demasiados puntos suspensivos". Ese día tiró su libreta a la basura y la pobre mujer fue despedida... "porque le espiaba mientras se duchaba", no le interesó si incluso fue llamada pedófila por los demás empleados. Había jodido su maldito orgullo y se lo merecía.

Y... en cuanto al Golden Retriever ¿En serio? ¿Que no tenía tiempo para cuidarle? Quizás no tuviese tiempo, pero sí dos entrenadores y cuatro mayordomos para él. Al comenzar su popularidad en la prepa el cachorro afectó su "carácter masculino y frío", por lo que, decidió deshacerse de él y continuar rodeado de personas que le querían por su grandioso aspecto. Aquella criatura le esperó los días que le restaron, quería a su dueño desde el fondo de su corazoncito, aunque este de forma cruel nunca regresó a por él.

Todas fueron excusas creadas por un chico inteligente para no estropear su bruto ego, es decir, para estar bien consigo mismo. Todos lo hemos hecho, vivir feliz con una mentira propia, una justificación para nuestros malos actos. Pero, ¿realmente es algo que debamos continuar haciendo? Tal vez sí, la vida se basa en crear nuestra burbuja rosa y cegarnos ante el mundo oscuro que nos rodea ¿Que preferirías? ¿Vivir con una agria verdad o soñar en una dulce mentira? Buena pregunta.

—Tal vez pueda darte una oportunidad —susurró, sabiendo que la frase no sería escuchada por el que dormía—, quizás me divierta.

Una vez más se escudó en una mentira ¿O puede que no? Lo más esperado es que esté levemente enamorado del menor y no desee aceptarlo, ¿pero qué si realmente Soobin no se sentía atraído por su personalidad más que por su físico y le utilizaría solo por unos días hasta que cumpliese su trato con Yeonjun? La respuesta solo la sabría Choi.

Desde los ojos del angel | Sookai.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora