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Narrador omnisciente

La pequeña Kim no había tenido contacto con casi nadie en esa semana su rutina era demasiado extrema, al llegar a casa rápidamente hacia su tarea y sus deberes, después se duchaba, se arreglaba y adiós.o Por la noche llegaba agotada con Jin de acompañante, a veces incluso la traía dormida agotada y dormía.

Ni su padre la había visto casi en esa semana, lo que hacia preocuparse demaciado, por que estaba tan agotada y no comía a sus horas, ni siquiera comía como era debido.

Pero no cuestionó nada ya que el esta igual, Yoongi había adelantado la fecha de la boda por lo cual el le ayudaría con los preparativos, el sería el padrino de vinos y bebidas.

Estaba atareado pero feliz, le tenían una sorpresa a su hija que le encantaría, a ella le encantaban las bodas, y eso le facinaria, en menos de un día sería la competencia.

La chica habia decidido que el viernes no ensayarían, ya que al pasar mucho tiempo entrenando estaban agotados. Así que les dio el día libre para descansar, se lo merecían por un trabajo duro y bueno.

Ella se dedicaría a dormir definitivamente lo necesita, ya que ella se llevará los pasos más pesados y que requieren más energía.

Estaba durmiendo pacíficamente cuando alguien llegó a irrumpir a las tres de la tarde.

Asesinaria a aquella persona, pero al sentir aquellos labios dulces en sus mejillas sonrió instantáneamente.

Solo se escucho un pequeño susurró de "Jin".

-Arriba preciosa, o aún estas cansada...

Dijo jugando con su cabello, haciendo a la chica reír adormilada.

-¿En serio? No podría ser otro día...

El chico solo río por lo perezosa de su princesa.

-No presiosa estamos a nada de entrar al Campeonato Nacional de Animadores y así estas, perezosa.

Dijo riendo para después ganarse un almohadazo.

-¡Jodete!

Dijo la chica para taparse entera.

-¿Enserio no vas a levantarte?

Y las cobijas solo se movieron de un lado a otro como negación.

-Enana...

Y rápidamente la chica se levantó con intención de pegarle una buena tunda.

¿Como osaba a decirle así?

-¡Para! ¡Paraa! ¡TN!¡PARA! ¡YA! ¡YA! ¡POR FAVOR! ¡PERDON! ¡PERDON! ¡PERDON!

-¿Te rindes?

Dijo la chica quien se encontraba arriba de él, mientras lo golpeaba en la cara con aquella almohada, reían y estaban tan entretenidos jugando que no se dieron cuenta de que alguien estaba observando los en la puerta de la habitación.

El Tio MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora