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Para cuando la chica entró a su casa, esta se encontraba obscura y totalmente vacía.

Iba a subir las escaleras, necesitaba dormir.

Iba a subir el primer escalón cuando se encendió la luz de la sala de la mansión.

Miro a el lugar donde va el botón de encendido y allí estaba su padre con la mirada un tanto pérdida y sus ojos rojos. Acaso ¿Habia estado llorando? .

-Tn.. Podemos hablar hija.

La miro un tanto suplicante y la chica solo pudo asentir rendida, se había comportado fuerte con el pero no sabía lo que estába sucediendo en su cabeza y en su corazón.

No podía culparle de algo que ni siquiera se había enterado, ni siquiera en sus peores pesadillas su padre lo había imaginado así.

-Okey... Sobre que quieres hablar.

Se sento en el sillón para dos con su padre de lado haciendo lo mismo.

-De tí... Amor no te he dado tu tiempo de atenderte y se lo mucho que te afecta, lo que te esta afectando este cambio drástico. Con lo de la boda de tu tío Yoongi, pero debes entender que la familia aumenta, quizá al ver a Suran recordaste a tu mamá. Nunca hablamos bien sobre ese tema, nunca me di la oportunidad de escucharte, pero yo estaba tan afectado que no te di tiempo de abrazarte y decirte que te amaba y que todo estaría bien.

-Papá yo...

La chica quedó estática al escuchar el nombre de su tío, ¿Acaso el sabía que ella estaba perdidamente enamorada de él? Pero al momento que el continuo se dio cuenta de que era un error.

-No Tn, hice mal y jamás podré cambiar el pasado, pero si estar para ti en el presente y el futuro. Jamás me di cuenta que me enfoque en mi trabajo para no destrozarme y seguir mi vida, pero a ti de rompía en pedazos cada minuto que no estuve a tu lado princesa.

Suspiro con pesadez el rubio,después de escuchar a todos sus amigos diciendo lo mismo se dio cuenta de que era verdad.

Se enfocó en no terminar más herido después de la muerte de Angélica que no se dio cuenta de la que en realidad estaba jodida era su pequeña niña que tuvo que vivir su infancia llena de soledad y dolor. Ahora que estaba creciendo no era los mismo, la estaba perdiendo a cada paso que daba.

-Amor, se que estas más dañada de lo que aparentas, que guardas un inmenso dolor en tí, un dolor paralizante que aguantas día a día, sin quejas aguantando ese dolor en tus hombros, que nadie entiende y quisieras que lo entendieran. Tus sonrisas que oculta un dolor que asustaria a cualquier persona frente a tí.

Se que ríes para no preocuparnos y rezar por no morir por el dolor en tu pecho.

-Quiero hacer lo que hace años debí realizar contigo.

La chica estaba confundida.

-¿Qué?

La chica lo miro, no importa que sea, ella lo ara con tal de estar bien con su padre y poder sacar ese dolor que hace años oculta tras las sonrisas sin dueño.

-Busque ayuda, iniciare a ir con un especialista pero necesito que tu vallas conmigo al igual que las personas que nos rodean. Estas dispuesta a ir conmigo pequeña.

Las chica tenía una pequeña batalla en su cabeza, quería ir con un Psicológo, para ayudar a su hija.

Osea no se fue, no la dejó sin nada, se quedó y busco ayuda, quería acomodar las cosas.

Siendo sincera ella también lo necesitaba, quería saber por que tenía ese dolor en el pecho, las pesadillas, las manos de Jin en su espalda como seguro a la realidad, el sentimiento de dolor en su interior.

Nesecita saber el por qué, por que el es como su fuerza, ¿Que siente por el?
Esa es la pregunta correcta.

Necesita dejar el pasando en donde de va y diriguirse al futuro, no mirar atrás.

-Esta bien.

Dijo en un pequeño susurró. El mayor sonrió y la abrazo al instante.

-Gracias pequeña por darme la oportunidad de demostrarte que te amo mucho mi hermosa hija.

Era reconfortante sentirse envuelta en sus brazos sin sentimiento de apariencia con nadie.

De verdad lo necesitaba pero de verdad no sabía cuanto.

-Te prometo pasar más tiempo contigo. En ves de salir del trabajo e ir con tus tíos vendre directo a casa como antes, tus tíos no vendrán tan frecuentemente para pasar más tiempo tu y yo.

Era cierto lo su que papa decía, se pregunta en su pequeña cabeza. Pero estaba segura ya que cualquier padre haría lo que sea por sus hijos, ¿No es así?.

-Vale, vale estoy dispuesta a ir contigo, pero tengo una condición.

Tenía una idea en mente que no era para nada buena, bueno al menos no para su família.

-Lo que sea.

Aceptó su padre al instante.

-No es nada difícil ni mucho menos algo que no puedas dar. Pero no lo necesito ahora.

Dijo restándole importancia, pero en el fondo de ella no era así, estaba ideando un plan por si algo se salía de control.

Necesitaba estabilidad y estar enamorada de un chico que pronto contraería matrimonio no era ni la mitad de seguro. No viviría enamorada de alguien casado y estar sola, no.

-Ok, princesa a dormir mañana será un día muy interesante y necesitas todas tus fuerza, o al menos las que puedas reunir en esta corta noche.

La chica lo miro y asintió, pero en sus pequeña cabeza había una revuelta de que que pasaría con ella.

Para cuando se encontraba subiendo las escaleras para llegar así habitación, ya tenía la mayoría de su plan ideado.

Si YoonGi esta encariñado con ella de una manera distinta a tío sobrina, necesitaba saberlo.

Tenía planeado algo pero no está cien por ciento segura.

Se encontraba en su pieza mirando su armario, suspiro, lo haría, iba a hacerlo de verdad.

Tomó una maleta y en ella metió lo más indispensable, como pantalones, shorts, blusas, ropa interior, chamarras y una que otra cosa de higiene que tenía de reserva en su baño.

Dejó la maleta bajo la cama, la cual cual chocó con una pequeña maleta, al sacarla ya que estorbaba para meter la otra, la abrió revelando fotos y una pequeña caja de cartón.

Las fotos eran viejas, de su madre, juntas y con su padre. Ella tendría, ¿Cuantos? Unos siete años, era felices pero el accidente paso y lo cambio todo. Sin queres abrió el compartimiento de la maleta y de ahí sacó la bufanda que su mamá le tejió en invierno de ese mismo año, Jin sse había quitado la suya para dársela, lo recuerda mejor que nada, su mamá al ver que ella quería una, se la tejió esa misma tarde y se la entregó en la noche, también le dio una a Jin pero la diferencia era el color. La de Jin era negra y la de ella color vino, al ser su color favorito decidió tejerla de ese color.

Guardo todo a esepcion de la bufanda, se colocó su pijama, que constaba en un shots de licra y un pequeño top, se arropó sujetando fuertemente aquella prenda mientras sollozaba.

-No... No sabes cuanta falta me haces mamá, no sabes cuanto te extraño, quiero tus consejos. ¿Qué dirías si te contara que estoy enamorada de alguien prohibido para mi?
De que estoy jodida, no puedo con esto, ¿Qué debería hacer?

Te amo Mami.

La chica se durmió sin darse cuenta.

El Tio MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora