Una Oportunidad. Volkov×Horacio.

Ahora Me Perteneces.

Volkov.

Estaba de pie a un extremo del pasillo viendo a Claudio y Horacio juntos, sentí como un fuego en mi interior, vi como Claudio tomaba de la cintura a Horacio, empecé a sentir impotencia...

V: Joder!-

Camine hacia dónde ellos estaban, se les veía tan cerca el uno del otro.

V: Hola, Horacio, Doctor... Que hacen en el pasillo?-

DocM: Eso mismo le pregunto a Horacio, Comisario...-

Claudio se hacía inocente, pero desde kilómetros de distancia se le notaba lo que quería, vi como tenía su mano puesta en la cintura, no resistí, tomó la mano de Horacio con fuerza y lo llevó conmigo dejando al Doctor solo, lo adentro a su habitación, con fuerza cierro la puerta, abro la del baño y lo empujó dentro de este...seguido cierro la puerta del baño. Este se quejo por su manos... Pero sin embargo lo tomé de su cintura llevándolo contra mi cuerpo, coloque mis manos sobre su rostro y sin miedo. Me acerque, su inocente mirada no entendía nada.

V: Perdón, pero ya no aguantó.-

Ya no resistía, no iba a desaprovechar la oportunidad, con mis manos en su rostro lo acercó a mis labios, ambos sentíamos nuestras respiración que parecían cortadas y agitadas, no aguante más, lo puse contra la pared, solo lleve sus labios hacía los mios, lo bese, lo estaba besando, mi pulso era acelerado pero me sentía seguro de lo que estaba pasando, no era un sueño, ya no era producto de mi imaginación, ahora era real. Baje mis manos y las pasé por su espalda cada vez llevándole más contra mi.

Horacio.

Me tomo de las manos no entendí al principio, pues cuando Claudio había tomado mi cintura ya estaba shockeado por lo que no entendí la molestia de Volkov, me llevó por el pasillo hasta la habitación, tenía sujetado mi antebrazo fuertemente, me llevó sin decir nada y con rapidez al entrar al cuarto abrió la puerta del baño y me empujó dentro de este, no entendí nada, cerro la puerta, yo sujete mi antebrazo el cual estaba un tanto adolorido por las manos de Volkov. Se giro a mirarme y rápidamente tomó mi cintura llevándome a él, no sabía que hacer, mi pulso se aceleraba y mi respiración era agitada, sentí un escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, con mi cuerpo casi totalmente pegado al de él coloco sus manos sobre mis ardientes y rojizas mejillas, escuché atentamente lo que había dicho, me acercó tanto a él que sentí su respiración. No dijo nada más pero su mirada parecía de fuego, nuestros labios cada vez se acercaban más, el baño con esa luz cálida y un tanto apagada, la ducha con ventanales de vidrio, me apego hacía la pared y con su mirada posesiva me dijo todo lo que quería saber, pero antes de poder hablar tomo mis labios pegandolos con los suyos, me beso. Al contacto de nuestras bocas mi corazón empezó a alterarse, dejándome casi sin respirar, las manos de Volkov pasaban por mi espalda, yo no supe como reaccionar así que solo me quedé ahí pegado a la pared. Me deje de preocupar por la herida, ya no sentía dolor, nada me molestaba, me sentía en el lugar que siempre deseé. Por fin lo besaba.

Todo estaba tan bien hasta que llegó el punto en que ambos quedamos sin aliento y paramos. Nuestras frentes estaban juntas, ambos estábamos un tanto alterados con lo sucedido, empezó a pasar sus cálidas manos por mi cuello, se alejo un tanto de mi y me miró, se mordió el ladio.

V: Lo que acaba de pasar... eso fue... Wau...-

H: Aaah (suspiro) Por qué así? De la nad...-

V: Callate...(Coloca su mano en la boca de Horacio para callarlo.) Esto... No quiero verte cerca del Doctor ese del tatuaje, ¿Entendiste?-

Mi corazón seguía alterado, no sabía que sentir, parecía tan decidido con su petición, su penetrante mirada estaba pegada mirando mis ojos y sólo pude responder moviendo mi cabeza de arriba a abajo. Volvió a acercarse, tomó mis manos entrelazandolas con las de él, y junto sus labios nuevamente con los míos y los movió lentamente diciendo.

V: Ahora me perteneces, Horacio...-