Una Oportunidad. Volkov×Horacio.

Buena Película, No?

Horacio.

Volkov estaba abrazado a mi por la espalda, me acariciaba con sus manos mi pecho, me saqué la chaqueta que tenía puesta para que él se la pusiera, al fin y al cabo él me estaba abrazando. El mar se veía tan hermoso, no nos dimos cuenta y estaba a punto de atardecer, no teníamos hambre aún pero de igual manera teníamos que comer algo en algún momento. Volkov empezó a contar historias de atracos, persecuciones, etc, contaba sus experiencias, mientras lo escuchaba, el parecía feliz, con su móvil empezó a tomar más fotos aún, entre las cuales una muy bonita donde estamos abrazados, él me está besando la mejilla y yo estoy sonriendo, le dije de inmediato que me la enviara.
De pronto empezaron a llegar unas nubes que aparecían de la nada hacia nosotros. Volkov tomo mi mano y de inmediato me llevó a dentro de la casa, parecía que iba a llover.
El atardecer llegaba cada vez más rápido, Volkov entró conmigo y cerró las ventanas, todas las ventanas, yo lo mire y como no sabía que hacer simplemente me quedé ahí de pie mirándole, Volkov se acercó a mí y levantó mi camiseta despacio, sin decir nada, vio mi abdomen y volvió a dejar la camiseta en su lugar, fue a la cocina y enseguida comenzó a pelar unas papas, hirvio el agua, sin preguntar nada se puso a cocinar, tal parecía que quería hacer puré de papas, descongelo la carne, y empezó a mezclar especias y otras cosas. Encendí el televisor, coloque las noticias del día, tal parece que lloverá toda la noche, las nubes vienen desde el sur, aquellas estaban muy oscuras, se notaban que estaban cargadas de agua, sentí una ráfaga de viento muy caliente, me gire a ver que tal, y vi que Volkov tal parecía haber encendido una estufa, de a poco se empezó a calentar la casa más y más, mientras veía las noticias y Volkov terminaba de preparar la comida fui a buscar mi móvil, estaba en el dormitorio, lo busque y vi los mensajes, tenia uno de Gustabo diciendo que había hecho 3 bajas en solo 1 atraco y que estaba muy feliz, otro del banco el cual ignore rotundamente, y finalmente la fotografía que tenía junto con Volkov, la abrí y coloque enseguida de fondo de pantalla, nos veíamos muy bien juntos la verdad.

V: CARIÑO...ESTA LISTO!!!-

Escuche a Volkov y enseguida quede sorprendido.

H: Voy.-
Fui a la mesa y Volkov ya tenía todo listo y servido, le mire y procedí a sentarme, serví gaseosa a los 2 y comimos, la verdad estaba bastante rico todo, tenía muy buen sabor y olor.

H: Cocinas muy bien...-

V: Cocino normal, no es para tanto.-

H: No lo sé, esta muy rico.-

V: Gracias.-

Volkov y yo comimos, hablamos de cosas, y cuando terminamos, lavamos los platos, los cubiertos, etc, luego de eso nos sentamos en el sillón.
Volkov se sentó al lado mío y me abrazo, coloco una película, de pronto empezó a llover y las ventanas se empañaban por el calor de la casa, Volkov me acerco a él, y mientras veíamos la película esta empezó a mostrar algunas escenas atrevidas. Volkov trago saliva, y de pronto empezó a acariciar con su mano mi pierna acercándose cada vez a mi zona genital, mi respiración comenzó a ser un tanto acelerada, la película estaba cada vez más potente con el tema.

Volkov.

Al ver la película sentí un cosquilleo bastante grande en tal parte, Horacio se notaba nervioso, como si esto no lo hubiera hecho conmigo antes ya, respire tratando de calmar las ganas, cuando la película no ayudaba exactamente, lo intente, pero quería hacerlo, mire a Horacio aquel que estaba pendiente a la película, me lanze sobre él, empecé a besarlo, Horacio no entendía nada, solo me seguía los besos, le baje a la película mientras le besaba, comencé quitándole su camiseta, Horacio tenía su respiración y corazón a mil, me quite los pantalones y la camiseta rápidamente, antes había visto la herida de Horacio para saber que tan brusco podía ser, no me culpen, soy hombre y también tengo mis necesidades. Entre tantos besos Horacio solo se dejo guiar, le saque sus pantalones y de a poco comencé a pasar mi lengua por su cuello bajando por su abdomen hasta llegar a tal punto, Horacio intentaba frenar sus gemidos aunque sabía que no podía, lo tomé de la mano y ambos estábamos desnudos ya, lo bese mientras lo llevaba a la habitación, cuando llegamos a la cama y solo pasó lo que debía, Horacio estaba muy agitado pero me pedía que no parara, y yo solo decía que si a sus ordenes, la lluvia se escuchaba junto con las olas del mar.

luego de lo ocurrido Horacio no tardó en quedarse dormido, le tape para que no se congelara con el frío de la noche, fui a apagar la estufa y seguido de eso también me fui a dormir, me acosté, le abrace y este también a mi, y ahí quedamos ambos dormidos, desnudos, pero abrazados.