Lo lindo de la vida, se ve con los ojos correctos.
El viernes llegó, era hora de ir a casa de Chuuya como hacía cuando éramos pequeños.
Mi amistad con el muchacho era sin duda un dato muy curioso, ya que cuando nos conocimos en primaria junto con Akutagawa, nos hicimos muy buenos amigos casi al instante. Recuerdo que perdí mi lonchera a la hora de receso el primer día, aunque en realidad la había olvidado en el auto de papá... En fin, Chuuya me encontró buscándola por todas partes mientras hacía mucho ruido; luego de ello cuando me preguntó que hacía, le conté mi gran problema, y como era tan buen niño, compartió conmigo su lonche.
Por la tarde, cuando le conté a mamá el gran detalle del pelirrojo, me contó que su madre, Kouyo, había ido a la preparatoria con ella y que fueron grandes amigas en su tiempo, pero cuando se casaron casi en las mismas fechas dejaron de contactarse regularmente. Así que aprovecharon nuestra amistad para revivir la suya.Ellos nos visitaban y viceversa.
Sin embargo, cuando murió papá hubo un tiempo en que mi madre no estuvo bien emocionalmente, así que solía ir a la casa de los Nakahara los fines de semana y me escondía ahí hasta que volvía el lunes después de la escuela. Con el tiempo se volvió más como una tradición, ya que los padres de Chuuya se divorciaron también por aquel tiempo. Fuimos un soporte de igual manera, nos cuidamos entre sí, sobre todo, cuando fuimos a diferentes instituciones en secundaria.
—No iré este fin de semana a tú casa, porque me quedaré con Chuuya antes de que se vaya de viaje. Podemos reunirnos entre semana si no quieres atrasarte con el ensayo —decía a Dazai mientras caminábamos hacia la salida. Era hora de irse a casa y le había alcanzado cuando le vi en el pasillo dirigirse hasta la salida.
—No hay problema, no te preocupes por el ensayo. Diviértete con Nakahara-san y estudia mucho —deseó sincero, aunque nervioso debido a que caminábamos junto con más estudiantes que no dudaron en ponerle el ojo encima.
—Lo haré, muchas gracias por ser tan flexible —agradecí sonrojada, no entendía el motivo de ello.
¡Bien está lo que bien termina! ¿No? Aun así, todavía me sentía avergonzada acerca del miércoles, ya que me quedé dormida entre los brazos del muchacho sin quererlo del todo. ¡Es que era tan cómodo y cálido! Si bien al final Mrs. Yosano nos descubrió, mencionó que le parecía un tanto divertido el amor entre jóvenes y que por ello no nos iba echar de cabeza con Mr. Natsume, debido a que muestras de cariño como aquellas no estaban permitidas en el Yokohama High School, claro que podía existir una relación, pues ya éramos casi adultos y no podían negarlo, pero lo máximo que se podía hacer en público era tomarse de las manos. ¡No dormir en la misma camilla abrazados!
—¿Dónde está Chuuya? Dijo que se iba adelantar para hablar con Fukuzawa-sensei, pero que sería rápido. No lo veo por ningún lado. —Mientras decía, coloqué una mano en mi frente para buscarle en todo el patio de salida.
ESTÁS LEYENDO
Literature III 📖 | Dazai Osamu.
Fiksi Penggemar'En el Yokohama High School, existen numerosas materias que pueden llegar a ser un dolor de cabeza para los estudiantes, sin embargo, para nuestra protagonista, Literatura III se convertirá en algo más que lo mencionado antes, y tal vez... en una gr...