I Love Madeline

Capítulo 35.

Un montón de hombres vestidos completamente de negro y con pasamontañas me estaban apuntando con sus armas, gravemente me asusté sentía que sí me movía tan solo un centímetro estaba muerta.

—Madeline—Entre los hombres apareció el hombre del Club.

—Veo que no te costó mucho traer ese dinero, ¿Qué tal sí pidiera el doble? Sería una muy buena propina—Rió.

—Esto es lo que me pediste y esto es lo que tengo, ahora entrégame a mí padre—Dije fuerte, él hombre solo se quedó callado y miró a sus hombres antes de hablar.

—Mira muñeca, él queda las órdenes aquí, soy yo, y sí quisiera en este momento te mataría a tí y a tú padre—Mire a los hombres que aún seguían apuntando y tragué fuerte, me mordí la lengua tenía que pensar muy bien lo que digo, si quería que todo saliera bien.

—Solo quiero a mí padre—Susurré.

—Entrega el bolso—Ordenó, pero no me moví—¡Entregalo!—Casí grito, uno de sus hombres se me acercó y le entregué el bolso.

—Ya tienes el dinero, ahora quiero a mi padre—Dije, otros hombres se acercaron y me tomaron desprevenida de los brazos.

—¡¿Qué hacen?!—Traté de soltarme de su agarre, era muy fuerte.

—Ahora preciosa me voy a divertir—Traté de forcejear pero se me hacía imposible, uno de esos hombres colocó un paño en mí nariz, traté de no olerlo pero fue en vano, en unos segundos caí en oscuridad.

POV'S AYDEN

—Fernando necesito que investigues sí la abuela de Madeline está enferma—Ordené, Fernando me miró incrédulo.

—¿Porqué no le preguntas a Madeline?—Se encogió de hombros.

—Solo investiga—Ordené nuevamente, Fernando rodó los ojos.

—Bien—Se levantó de su asiento y se fué de mí oficina.

Tenía el presentimiento de que Madeline había mentido respiré profundo, tenía que confiar en ella pero algo me decía que nada estaba bien.

Unos minutos después Fernando entró a la oficina.

—La abuela de Madeline está en perfectas condiciones, de nada—Se sentó de nuevo—¿Por qué querías esa información?—Preguntó.

Mí respiración de cortó, estaba furioso, era cierto me había mentido pero ¿Por que? Me hacía mil y un ideas en la cabeza pero ninguna me convencía.

—¿Me vas a decir o solo te vas a quedar callado?—Lo miré y notó mí cara de molestia.

—Mintió—Dije.

—¿Quién?—Pregunto confundido.

—Madeline—Le di un golpe al escritorio.

—¡¿Qué?!—Fernando aún estaba más confundido.

—Madeline me dijo que necesitaba una suma de dinero para los tratamientos para su abuela, me dijo que estaba muy enferma—Di una pausa—Y se lo dí, confíe en ella.

—Ayden debe de haber alguna explicación—Fernando trato de calmarme.

—Ahora no...Y ayer se vió con ese tipo, tal vez...—Ahora lo veía todo claro—Seguro le está dando mí dinero a ese tipo—Le dí otro golpe con mí puño al escritorio.

—Espera, Ayden tienes que calmarte, no creo que Madeline sea capaz de eso, tratemos de investigar más o solo llámala y dile que te lo explique, no pienses cosas que en verdad no pasaron.

—Pero todo lo veo tan claro—Pase las manos por mí cabello, tomé mí teléfono y le marqué a Madeline pero su teléfono estaba apagado—¡Mierda!—Le marqué a Joel.

—¿Señor?

—Joel necesito que encuentres a Madeline—Ordené.

—La señora salió hace horas.

—Solo encuéntrala, que vayan contigo sus guardaespaldas.

—Entendido.

—Ahofa tú y yo iremos a buscar al tal Dylan.

(...)

Encontramos a Dylan en una cafetería, fué fácil ya que investigue al tipo al parecer era dueño de la cafetería.

Salí del auto con Fernando y entramos a la cafetería, el tipo estaba atendiendo algunos de sus clientes cuando con rabia me acerqué a él y lo tomé del cuello de su camisa, el tipo se asustó me miró por completo y me miró con confusión.

—¡¿Dónde está mí esposa?!—Me miró aún más confundido.

—Yo no lo sé—Dijo seguro pero no le creía nada.

—¡Ayden debes controlarte!—Fernando trato de separarme de él pero lo ignore.

—¡Malditasea! ¿dónde está?, Ella te dió dinero—Dylan abrió sus ojos como platos.

—Madeline jamás me dió dinero, más bien necesitaba—Trató de quitar mí agarré pero yo lo hice más fuerte.

—¿De que hablas? Ella dijo que necesitaba dinero para su abuela y que tú lo...

—Pues es mentira, necesitaba el dinero para salvar a su padre—Lo solté de inmediato.

—¡¿Qué?!

—Como lo escuchaste, ella llego aquí preocupada, porqué si no saldaba la deuda ella y su padre morirían y quizás su hermana—Explicó, mí respiración se cortó.

—¿Sabes dónde está ahora?—Pasé mis manos por mí cabello con desesperación, temía que le pasará algo a ella y al bebé, ¡Malditasea! ¿Por que no me lo dijo?

—No—Dijo seguro—Sí le diste el dinero ella debe de estarlo entregando.

Sonó mí teléfono entrando una llamada e inmediatamente lo cogí.

—Señor—Hablo Joel.

—Dime que la encontraste—Rogué.

—Lamento decirle esto señor pero no la encontramos, pero si le puedo decir que rastreamos su auto y lo encontramos vacío en un callejón—Mí desesperación de encontrarla y tenerla era obsesiva.

—Busquenla por todos lados, pregunten pero no vuelvan sin ella—Colgué.

—Ayden—Me llamo Dylan, lo miré prestando atención—Sé quienes pueden tener a Madeline.

—¡¿Quienes?!

—La mafia, el padre de Madeline les debía mucho dinero—Asentí.

—Gracias—Salí de la cafetería con pasos apresurados con Fernando pisandome los talones.

—¿Qué planeas hacer?—Preguntó pero no respondí.

Tomé mí teléfono y marqué a un número que me jamás pensé volver a marcar.

—Pensé que no volvería a saber de tí, ya te empezaba a extrañar—Escuché su burla pero no me importaba haría lo que fuera con tal de que Madeline este de nuevo a mí lado.

—Dante.